Primera Parte.

 

Soy una persona que siempre corrió contra la corriente, toda mi vida.

Desde pequeña que no sé donde vivo, ya que mi vida fue retomando para todos lados, abre tenido más de diez casas en mi vida, ya que por mi papa nos tenemos que ir junto a él donde sus negocios de empresa sean mejores, así es que, que también lo odio ya que a mis amistades la eh perdido con el tiempo, y a un amor también.

Si un de invierno, si todo lo contrario, pero también viví un verano.  No odio a mi padre por eso, pero me hubiese gustado no perder a todas esas amistades y a Él. Lo conocí cuando tenía 17 años, es una fiesta en la playa ¡Si en invierno! Hacía demasiado frio, y como despabilada fue desabrigada, pero agradezco haber ido así si no jamás lo conociera en realidad jamás hubiésemos hablado nada.

 

-¿Tenes frio? .

-Abrazándome con mis propios brazos lo mire- Si un poco.

-Sonriendo- Estas loca, venir así –mirándola- .

-Levante mis cejas- Bueno si –Sonreí- Creí en calefacción, pero no pensaba que iba a ser tanto frio.

-Se saca su saco- Póntelo, creo que tu lo necesitas, no quiero que te enfermes.

-Sonreí un poco enrojada- No, no déjatelo.

- Enserio, -extendiendo el saco para que se lo ponga-

-Gracias –me puse el saco- Mucho mejor –Vuelvo a sonreír- Soy Emilia ¿y tú?

-Nicolás, Pero mientras que me digas Nico todo bien.

-Gracias Nico entonces.

-¿Bailamos? –Extendiendo el brazo-

-Bueno Dale –agarre su brazo y nos fuimos a bailar-

 

Ese fue nuestro dialogo al conocernos, también baile y hable con el toda la noche conociéndolo, conocí a sus amigos ahí mismo y era nueva en aquel lugar. Mi hermana se quedo con otro grupo de amigos que conoció hace algunos días en ese lugar, yo me quede con ellos, me reí a carcajadas de las tonterías que hacían, a ellos también le llamo la atención en hecho de que viva mi vida de viajes en viajes. Allí conocí a Rocío que se había vuelto mi mejor amiga, y era la prima de Nicolás, también conocí a Gastón,  y a Mariana

Ellos se habían convertido en mi grupo de amigos en tan poco tiempo, y como mi padre por lo visto nos íbamos a quedar muchísimo tiempo, viví tranquila mi tiempo allí.

Hice muchas locuras con ellos, todo ese invierno, aunque nos veíamos los fin de semana, ya que el íbamos al colegio distintos en aquel tiempo. Con el tema del estudio, siempre tuve que dar las materias libres, pero al tener padres estrictos tenia particular hace que nunca me atrasaba es más, me adelantaba con los estudios, aunque ya era el último año de clases tenía 17 años toda una vida por vivir todavía.

De Nicolás me enamore, va creo que con el tiempo comencé a darme cuenta que cuando sonreía o me abrazaba más que cariño, sentía que trasmitíamos mucho mas. Es raro explicar lo que se siente cuando estas enamorado de alguien, pero ese cosquilleo al verlo o sonreír por cualquier tontería que diga me hizo entender que me había enamorado de Él.

En aquel momento no pensé en que me iría de allí, así que estuve tranquila siempre.

Un tarde hacia mucho frio también ese día, aunque esta vez yo ya estaba abrigada, salimos todos a una fiesta en la playa ya que comenzaba la primavera, fui ya que todos iban allí, nos divertimos muchísimo esa noche, ya que mientras bailábamos todos, especialmente con Nicolás poníamos caras raras cuando bailábamos y eso hacia lo especial.

Cuando las horas comenzaron a pasar, Nicolás me invito y me pregunto, si alguna vez vi el amanecer en la playa, jamás lo había visto, así que decidí irme con él. Caminamos varios minutos alejándonos del lugar, el me mostro un lugar hermoso, estaba situado en un lugar bastante escondido, pero era hermoso ahí nos sentamos y mirábamos como el amanecer estaba pasando, era hermoso.

 

-Es increíble lo que hace la naturaleza –mirando el paisaje-

-Así es, desde chico vengo a este lugar, mucha gente viene a despejarse acá, yo también vengo para despejarme y pensar.

-Mirándolo- Es que el ambiente esta bueno –los dos sentados en el piso con la arena, apoye mi cabeza en su hombro-

-La mira-

-Nos miramos un rato-

-Se acerca y la besa-

-Lo seguí, luego deje de besarlo, nos miramos y nos empezamos a reír-

-Veni –levantándose la agarra la mano- Subí a mi espalda.

-Me subí en su espalda-

-Comienzo a correr.

-No cuidado –riéndome a carcajadas y nos caímos-

 

A veces cuando me pongo a acordarme de él, hubiese deseado que no allá aceptado ese día ir a ver el amanecer a la playa así nunca pasara nada y seguíamos como grande amigos. Pero no fue así. Comenzamos a salir después de ese día, no nos veíamos todos los días, pero cuando nos veíamos parecíamos unos locos anormales, haciendo tonterías, y riéndonos a carcajadas, aunque siempre había alguna discusión pero era lo menos , problemas de pareja resulto en minutos, seguíamos con Nuestros amigos, aunque ellos ya se esperaban que nosotros comencemos a salir fue lo que afirmaron. Mis padres, no les había importado muchísimo que salga con nadie ya que ellos se esperaba que pueda salir otro viaje, no me molestaba porque no pensaba en eso. La familia de Él, me acepto de tal manera que me tenían como una hija mas, a veces me quedaba a comer con ellos cuando salíamos con Nico algún lado.

El verano había comenzado, nuestros estudios terminados, disfrutamos a pleno esas vacaciones hasta que el comenzó a estudiar medicina, mientras yo elegí estudiar filosofía, algo que me gustaba mucho.

Así que imagínense veo las cosas y pienso las cosas de otra manera raramente.

El tiempo comenzó a pasar rápidamente, dicen que cuando mas disfrutas el día menos lo sentís, por eso mismo dije rápidamente, porque así lo fue. El inverno comenzaba a empezar nuevamente. Hasta que una tarde llego la noticia que en realidad esperaba, pero no en ese momento.

 

-Emilia en menos de un mes nos volvemos a mudar.

- Pero.. Como ¿Ya? –Lo dije tristemente-

-Asistió Mama-

- Pero ¿Porque no nos quedamos? O me quedo yo con Eugenia.

-Levanto las cejas- ¿Estás loca Emilia? Como pensas que con casi 18 años te podría dejar acá sola con tu hermana y nosotros en otro lado del mundo, ni lo sueñes. –enojada se fue-

 

Claro, ella no iba a sufrir, nose siempre los sentí egoísta dentro de todo a mis padres, porque jamás pensaron en mi hermana ni en mi, siempre en ellos, se que el trabajo era prioridad ¿pero Nosotras qué? Porque teníamos que vivir todo ese proceso de vida de un lado a otro, haciéndonos amigos, y pensar en cómo será el momento en que nos despidiéramos y no nos viéramos nunca más, si la vida no quiere. Odie eso toda mi vida, y que mis padres no se pongan un poco en nuestro lugar.

Muchas preguntas me pasaban en ese momento, ¿qué iba a decirle a Nicolás?, ¿cómo lo tomaría?, ¿Qué pasara después?, y era fácil aunque le diera muchas respuestas me tendría que ir igual aunque no quisiera, era un pendeja según mis padres.

Luego de aquel día, Nicolás me había invitado a salir esa noche, acepte y con miedo ya que tendría que darle esa noticia.

 

-mi amor ¿qué te pasa?

-Mirándolo miras lo abrazaba- Nada…

-Te conozco y estas rara.

-Baje mi mirada-

-Eu, decime –tocándome la cara-

-Mis padres me dijeron que en menos de un mes nos vamos para Buenos Aires. –con lagrimas en los ojos-

-¿Qué, que?

-baje mi mirada-

-Eso significa que nos tenemos que separar.

-No, no Nicolás, No!

-¿Entonces?

-Nose, podemos seguir hablando, llamarnos y ver cómo podemos hacer para viajar.

-No es lo mismo. –tristemente-

-Se me comenzaron a caer las lagrimas- No quiero separarme de ti.

-La abraza fuertemente- Vamos a otro lado mejor.

-¿Dónde? –Sacándome las lagrimas-

-Le da un beso en la mejilla- Sorpresa.

 

Ese día, fuimos a un departamento de los abuelos de Nico, que no Vivian mas allí, cerca de la playa viña del mar, que se encontraba en Chile donde allí estaba.

Esa noche, comimos ahí, nos reímos a pesar de todo, y aunque no lo esperaba hicimos el amor, no queríamos tomarlo como una despedida, queríamos que nuestro amor siguiera fluyendo a pesar de todo. Amanecí con el ese día, era temprano como las 7 de la mañana, tendría que volver a casa, aunque había metido alguna excusa a Mama que me había quedado a dormir en la casa de Rocío.

Muchas preguntas surgieron, Nico me había preparado el desayuno y me había levantado temprano diciendo cuando me amaba.

 

- ¿Pasa algo mi amor?

-Pienso.  –mire a Nicolás-

- Se puede saber en qué.

-En nosotros, -tome un poco de te- ¿Que va a pasar con Nosotros? ¿Y si no nos vemos nunca más?, ¿y si pasan muchas años?

-Te voy a esperar.

-No, Nico es imposible, vamos a estar toda nuestra vida esperándonos.

-No digas eso.

- Es en lo que pienso.

-Veni.

-Me acerque a él y me senté en su falda-

-Pase lo que pase nos amamos.

-Lose, pero –le toque la cara- No te mates esperándome, si encuentras alguien mejor que yo, quédate junto a esa persona.

- No creo que encuentre alguien como te encontré a ti.

-Con mi mirada baja- Yo tampoco.

 

Nose porque hablamos de eso, aunque en realidad fue una gran despedida, después de ese día mi mama me informo que ese semana nos iríamos de allí. Unas horas antes de irnos, decidí correr, sin parar lloraba y fui a buscar a Nicolás el me abrazo fuertemente, varios minutos mientras no dejábamos de llorar sabiendo que nuestro amor iba a terminar, pero algo que hasta el día de hoy lo recuerdo fue lo último que nos dijimos.

 

-Te amo mucho.

- Nunca dudes lo que yo te amo si alguna vez nos volvemos a volver a ver. –Tocándome la cara-

- Esta bien Nico-

 

Nos besamos por largos minutos, luego nos abrazamos, y me fui de allí. Antes me había despedido de la familia de él y sobre todo de Rocío mi mejor amiga, la que me aconsejo y me ayudo  en muchas cosas, una gran persona.

Ahora ya paso tanto tiempo, 6 años de ese día y nunca deje de pensar en él, sigo viviendo en Buenos Aires, ahora sola, pude recibirme y ahí decidí quedarme aquí, da la casualidad que mi padres viajan no como antes, van solo por una o dos semanas, y vuelven acá.

Ahora yo tengo que viajar a Chile ya que tengo que hacer un curso allí, , y encima en invierno, nose como voy a reaccionar si lo vuelvo a ver, a él.

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Después de algunas horas de viaje volví a Chile, cuando pise de nuevo ese país, escalofríos y esas sensaciones raras habían vuelto. Nose que iba a ser si verlo aunque tenia esperanza de no cruzármelo pero a la vez quería verlo abrazarlo y decirle que nunca me olvide de cuanto lo amo. Pero miedo temores y cosas raras sentía, saber que pasaron muchos años sabia que podría a ver pasado muchas cosas y eso me asustaba.

Llegue cansadísima, baje del taxi al departamento subi al 5to piso donde estaría, deje mis cosas y me acoste a dormir.

Después de varias horas, acomode las cosas, luego baje a comprar y era bastante raro, a una cuadra se situaba ese edificio y solo me acordaba de el, y la felicidad que sentí aquel día.

Dos días pasaron, había acomodado y hecho algunos papeles que tenía que hacer, después de largas horas, decidí salir a caminar por las playas, hacia demasiado frio, pero amaba caminar por allí, así que decidí caminar algunos minutos, también me gustaba pensar cuando caminaba por allí, hasta que llegue a aquel lugar, donde alguna vez conocí a Nicolás en la fiesta, estaba todo modernizado, ahora era un lugar cerrado, y muchísimo más grande. Pero todo era raro, extrañaba estar por aquí, me senté en la arena nose porque se me cayeron unas lagrimas, creo que necesitaba, jamás llore después de haberlo perdido cuando me fui.

La transcurría muy bien, hasta que decidí hacer algunas compras en el supermercado, caminaba mirando los precios mientras ponía las cosas en el carrito del supermercado, hasta que al frente mío veo a Roció, estaba con un bebe en brazos también comprando, era todo demasiado raro, pero era ella, sonreí sin parar mirándola unos segundos.

 

-¿Rocío? –Lo dije sin dejar de sonreír-

-corre su mirada, sorprendida- Me jodes, Emilia –La saluda abrazándola-

-Tanto tiempo, no lo puedo creer.

-Tocándole la cara a Emilia- ¿Qué haces por acá? ¿Cómo estás?

-Vine por unos trámites, ando bien ¿y esta hermosura?

-Es mi hijo.

-Me jodes, no lo puedo creer, felicitaciones.

-Gracias,  ¿y vos hijos?

-No, no, nada de eso.

-Terminamos con esto y tomamos algo ¿puede ser?

-Vamos al departamento donde esto, es aca a dos cuadras.

-Listo buenísimo.

 

Nos reíamos contando anécdotas y recordando el pasado, luego de varios minutos fuimos al departamento donde había alquilado durante este tiempo.

 

-Hablando de todo un poco.

-Si decime –mientras preparaba café-

- ¿Te casaste? ¿Andas en pareja?

-Poniendo los café en la mesa- No , no me case, y no estoy con nadie –tomo un sorbo de café- ¿Por qué?

-Preguntaba.

-Ahhh.. Bueno. –Soplo un poco el café que estaba caliente- Está haciendo mucho frio.

-Si dicen que este invierno va a ser muy frio, mientras que no salgas desabrigada como alguna vez fuiste a bailar.

-Me rio- ¿Te acordas? Que loca fui, pero si no fuera por eso, capas que ni te conocía.

-Si gracias a Nico.

-Bajo mi mirada-

-Perdón te incomode.

-La miro- No, no… ¿Qué es la vida de el? Hace años que nunca supe mas nada de él.

-Esta comprometido.

-Me quemo tomando el café-

-Se comprometió hace unos meses con una chica, Santina se llama, nose ahora casi ni lo veo él y su trabajo.

- ¿Se recibió de medico?

-Si hace poco.

-Que bueno. –sonrió un poco-

- ¿Por qué no vas a verlo?

-No, ni loca.

- ¿Quedo todo mal entre ustedes?

-No, al contrario… pero es complicado, no importa. –mientras sigo tomando mi café-

- ¿Pero no te gustaría verlo?

-Si, obvio que gustaría verlo hace 6 años que no lo veo, pero es raro, nuestras vidas cambiaron, la de el especialmente, vivimos muchas cosas juntos, y verlo me hace revolver el estomago.

- ¿Por qué?

-Nada cosas mias.

- ¿Todavia no te olvidaste de el?

-Baje mi mirada- No, y si cosa rara.

- ¿Cómo, no y si?

-Es que ya está ya paso, pero cuando lo vea, siento que los sentimientos hacia el vuelven, nosotros teníamos mucha química, pero se notaba solamente en nuestras miradas, hacíamos cosas simples en silencio para decirnos cuando nos amábamos, aunque siempre fuimos anormales haciéndonos chistes, y locuras de la vida. Por eso mismo no lo quiero ver… los dos nos conocemos perfectamente y con la mirada ya nos decimos todo.

-Sonríe un poco- Es verdad todo lo que decís, pero con mi primo todavía tenes posibilidad.

-Me rio- No, no la hay, tampoco vine para esto, en dos semanas vuelvo y todo vuelve a mi normalidad en Argentina, ahí tengo a mi familia y también a mis amigos.

-Pero acá….

-Bueno si este lugar es especial.

-Mira porque no vas a la fiesta de invierno.

-¿Todavía existe?

-Claro, todos los años vamos, yo voy a ir, mi hijo queda con mis padres es el único día que salgo, todos vamos a ir, va Mariana, creo que si te ven los chicos se mueren.

-Pero Nico ¿va?

-No, va el dijo que no sabía todavía Santina es media histérica, e insoportable.

-Boe…

-Anda es este sábado, va a estar genial, abrígate.

-me rio un poco- Quédate tranquila no va a volver a pasar.

 

Después de largas horas, asistí que iba a ir a esa fiesta, hace mucho que no salía, e iba a ser la última vez que pasaría una fiesta aquí, y veía a mis viejos y grandes amigos. Así que decidí comprarme alguna u otra ropa para ir. Iba a ir con alguna pollera tiro alto, con medias finas negras, alguna camisa y sobre todo un saco, igual al ser una fiesta grande ahora era cerrada no pasaríamos frio,  al menos que se nos de salir afuera.

Dos días pasaron, el sábado había llegado y horas también habían pasado, ya era de noche, yo ya estaba arreglada para encontrarme con ellos y pasar un día grandioso.

Llegue, y solo gritos emociones, abrazos y muchas preguntas fueron al vernos todos, nadie podría creer que estaba allí y yo tampoco podría creer los grandes que estaban cada uno.

 

-No puedo creerlo, seguís diosa –mirándola de arriba abajo Mariana-

-Gracias Mariana. –sonriéndole-

-Le dije lo mismo cuando la vi -riéndose roció-

-Me jodes.

-Que paso Mariana?

-Alla viene Gastón con Nicolás, lo libero la Santina.

-Que? –

 

Me comenzó a temblar todo, mi corazón aceleraba, y decidí alejarme de allí rápidamente, me había ido al baño, estaba sin caer aunque ni siquiera lo había visto, me sentía rara, el saber que estaba a metros míos me alteraba. Hasta que casi diez minutos de estar ahí con toda mi voluntad decidí salir de allí y enfrentarme a mi realidad y a él.

Lo vi, lo vía de lejos como esa sonrisa no había salido de el , parecía no creíble, tenerlo a centímetros míos, con toda la voluntad del mundo seguí dirigiéndome hasta ellos, aunque su mirada se dirigió hacia mi primero, y en su rostro se notaba que no podía creerlo.

 

-Emilia –sonriendo se me acerco a mi rápidamente y me abrazo-

 

Sonría algunos segundos, sin dejar de abrazarlo, sentía su perfume y su suave piel que me volvía loca.

 

-¿Cómo andas? –Sonriéndole-

-Bien bien –sin dejar de mirarla- Estas rubia.

-Ponele, algo así. –me rio un poco- Vos de dejaste la chiva o nose como se dice.

-Sí, si hace años quería dejármelo.

-No puedo creerlo, seguís hermosa.

-Sonriendo un poco avergonzada- Gracias.

-Bueno ahora ¿Puedo saludarte?

-Gastón -.sonriendo lo abrazo saludándolo- No puedo creer, estamos todos viejos.

-Gastón se ríe- Bueno no exageres seis años pasaron.

-muchos para mi gusto. –suspire-

 

Bailamos todos en grupo gracias a dios, así que nos reíamos todos juntos, aunque me sentía demasiado incomoda para mi gusto, Nicolás me miraba a cada rato, y sabia que esa mirada decían muchas cosas, así que decidí tomar un poco de aire, Salí de allí camine algunos pasos hasta la playa y me senté en la arena a pensar varios minutos, hasta que siento que alguien se me sienta al lado, si era él.

 

-¿Por qué viniste para acá?

-Necesitaba un poco de aire, hay mucha gente y me estaba ahogando.

-Suspira- Porque no viniste antes, te espere casi tres años.

-Tristemente- Te juro que intente –lo miro- Pero no pude, todavía era chica, y recién estaba juntando plata para poder irme a vivir sola, estaba cansada de los viajes, aparte el estudio también me la complico, y ahora me negué a venir pero necesitaba algunos papeles y la semana que viene vuelvo.

-Te extrañe mucho.

-Perdón… -baje mi mirada. Igual supongo que ahora sos feliz pasaron muchos años.

-Me voy a casar.

-Que bueno.

- ¿Y vos?

-¿Yo? –lo miro- Nada de nada, vivo sola como te dije, estoy en otras prioridades, nose si fue lo mejor, pero bueno es lo que elegí.

- ¿Enserio? –Sonríe un poco-

-Asistí-

-¿te recibiste?

-Si hace casi dos años ¿vos?

-Hace algunos meses.

-Que bueno.

– Bueno es lindo verte que todo anda bien en tu vida –miro la hora- Me tengo que ir, estoy cansada.

-¿Ya?

-Si son las cinco, pero hoy me levante temprano, estuve un dia de locos, aparte a la tarde tengo que sacar el pasaje de vuelta, aunque faltan algunos días todavía para volver. Bueno, te dejo, espero que sigas bien, te quiero mucho –sonrió un poco y le doy un beso en la mejilla-

-Para –agarrándola del brazo-

-¿Qué pasa Nico?

-¿Dónde estas ahora?

- Aca en el centro.

-¿Qué parte?

- Viste el departamento de tus abuelos, a media cuadra de allí.

-Sonrie un poco- Obvio que me acuerdo.

-Me rio un poco- Bueno… me voy.

-Para, para .

-¿Qué pasa ahora?

- ¿Estas en la semana?

-Si .

-Voy a verte aunque sea antes que te vayas, te llamo ya que me pasaste tu número.

-Bueno dale, te espero entonces, nos vemos –sonriéndole- Nico.

-Nos vemos Emi, yo también te quiero –sonriendo-

-Lo saludo con la mano y sigo caminando cruzando los brazos ya que tenía frio.

 

Otra vez me alejaba de el, nose tenía ganas de tomarme el primer vuelo y irme ya, pero a la vez quería quedarme ahí y esperar que Nicolás me diga que deja todo y viene conmigo, me siento una inútil, una fracasa o nose como definirlo mejor, soy una tarada e hipócrita que piensa todavía que existen esas cosas de novelas o de películas románticas.

Después de aquel día paso una semana y recibí un mensaje de Nicolás, me pareció raro diciéndome si nos podíamos juntar a comer pizzas, acepte ya que venían todos los chicos al departamento y nos juntaríamos a tomar y hablar de la vida.

Ese día esta de loca, haciendo las cosas hasta que escucho el teléfono del departamento y era Nicolás me estaba esperando abajo, agarre las llaves y baje, me había olvidado que el tenia que traer la harina para preparar las pizzas, entonces tenía que venir más temprano que los demás. Paso y sonríe al verlo lo salude y nos abrazamos cuando nos saludamos, fue incomodo el momento de subir el ascensor estábamos solos y no nos dirigimos ni una palabra hasta llegar al departamento, el dejo las cosas en la mesa y observaba el departamento, mientras yo agarraba las cosas para preparar las pizzas, hasta que el rompió el hielo hablando.

-Lindo departamento.

-Si es hermoso –sonreí un poco- ¿Me ayudas con las pizzas?

-Si, si obvio.

-Fíjate en la heladera que esta la levadura, alcánzame la sal que está en la segunda puerta del aparador de arriba.

-El ayudaba y buscaba las cosas-

-Gracias. –Mientras ponía las dos harinas en un vols- Me hacen cocinar, hace rato que no hago esto par aun batallón, digo porque comen como loco.

-Si es verdad. –Suena el celular de Nicolás-

-Creo que te suena el celular.

-Suspira-Santina, permiso.

-Está bien –suspiro sabiendo quien era-

Veía como hablaba con Ella, y me puse de los pelos estaba celosa de algo que no era mío ya. Escuchaba ya que el celular de Nico lo tenía al volumen bastante alto, su voz era fina y lo único que le decía era que lo amaba que lo extrañaba y que no le gustaba mucho que se junten con los amigos sabiendo que podría estar tal persona, sabía perfectamente que esa “Tal persona” Era yo. Nicolás se dio cuenta de mi incomodidad ya que cuando me pasa me altero, estaba haciendo la masa mientras le pegaba contra la mesada, de los celos que estaba teniendo y de la envidia que le sentía sin conocerla, hasta que luego corto y no dijo nada, ya que se había dado cuenta de mi incomodidad en ese preciso momento.

-Emm perdón no quería interrumpir la conversación. –dijo Nicolás.

-Está bien es tu comprometida tiene derecho. –Corro mi mirada tristemente-

-Celos, las mujeres son celosas.

-Los hombres también.

-No creo que superen los tuyos.

-Me reí un poco- No exageres.

-Si si te ponías de los pelos cuando hablaba con alguna mujer en aquel tiempo.

-Paso mucho tiempo.

-Yo creo que los celos te siguen matando.

-me reí- No, no-

-Si, si.

-No creo, enserio.

-Te volviste loca, lo notaba en tu mirada.

-tenes un hambre. –Mordiéndome el labio-

-Attias-

-Agarre un poco de harina y le tire en la cara- Ahora No.

-Te mato –agarra la harina y la corre tirándole.

-bastaaaa –riéndome a carcajadas-

-Vos empezaste –riéndose suena el timbre-

-los chicos –corro y abro la puerta-

-Llegue –dijo Mariana- En un ratito llegan los demás, que te paso ¿te peleaste con la harina?

-Algo así.

-Se acerca Nicolás a la puerta-

-Ah veo, y entiendo todos, siguen siendo unos niños ustedes –se ríe-

 

El sabia mis celos y se reía de ellos, nose si lo hacía apropósito pero esta noche me estaba peleando para enojarme y luego hacerme reír como en aquellos tiempos, por momentos me sentía una adolescente de nuevo, aunque sabía que ahora había otra `persona que haría que nada de eso pase, así que la estaba pasando bomba riéndonos y acordándonos todos de nuestros pasados, todos se fueron, Nico el se había quedado ultimo , según me quiso ayudar con las cosas, acepte, total sabia que nada pasaría, hacíamos cortado ese hielo y sentía que ahora éramos amigos, supuse que era eso, pero cuando todo estaba ordenado, y Nicolás se estaba yendo nada de eso paso.

 

-Me voy yendo.

-bueno Nico –te acompaño así que abro la puerta – bajamos en el ascensor y ya en la puerta de la planta baja-

-Vos… ¿Cuándo volves?

-Supongo que en unos 10 días, no más de eso.

-Suspira- Te voy a extrañar.

-Aguantaste 6 años y no vas a aguantar un año más, supongo que en las vacaciones del otro invierno volveré.

- ¿Por qué siempre invierno?

-Amo el invierno lo sabes.

-Amamos el invierno, ¿o no te acordas?

-Y entonces ¿Por qué preguntas?

-Quería hacértelo recordar.

-Me rio- Boe, discúlpame, suerte en tu casamiento, que seas feliz.

-No creo que pueda hacerlo como alguna vez lo fui con vos.

-Suspiro tristemente- Cosas del pasado –bajando mi mirada-

-Te lo dije siempre hasta el último día que nos despedimos.

-Nicolás no empieces ya esta paso, ahora tenes otra vida, sos feliz y punto.

-Solo te quería hacerte recordar que nunca voy a hacer feliz como lo era contigo.

-Bufo aguantándome las lágrimas, mientras movía mi boca para no llorar- Ok –abrí la puerta-

-Nos vemos, y nunca dudes lo que te ame.

-No dudo eso.

-Pareciera que sí.

-Listo Nico, no empecemos ya te lo dije.

-Se acerca a mí y me da un beso sin decirme nada, no fue ni largo y tampoco tan corto que un beso que no me esperaba y que deseaba que no terminara más.

-Se va sin decir nada-

-Me toque el labio viendo como se alejaba de mí, mientras mis lágrimas comenzaron a caer,-

¿Porque lo hizo, porque?

 

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3ra Parte

 

Saben, me dolió, ¿Por qué lo hizo porque? El sabia que eso podría revolverme el estomago y hacer que sufra en el momento de enterarme que él se casa y vive feliz para siempre, pero no va a vivir feliz para siempre conmigo, hay otra, otra metida en el medio, aunque ahora me siento que la metida soy yo, la que estoy metida soy yo ¿Soy la tercera? Sí, eso lo soy, soy la tercera la que va a traer discordia a esa pareja, somos ex que no nos olvidamos, por lo menos yo, y creo que con lo que me demostró el también no se olvida de mi.

Odio sus besos porque me enloquecían y me hacían viajar a otro mundo, lloro como una desconsolada sin dejar de pensar esto, tirada en la cama mirando a un punto fijo, aunque me tapo la cara, lloro, doy vueltas, abraso la almohada miro hacia la ventana, estoy desconcertada, quiero hundirme en el primer barco que pase en este preciso momento, pero no logro nada con eso, me siento ya hundida, ¿porque lo amo?, ¿Por qué? Siento su perfume por todo el departamento, puedo sentir su piel y tengo la sensación en mi labio de ese beso, ese beso que por lo cual estoy llorando y no dejo de pensar en él, en él, te odio Nicolás, pero a la vez siento que sos mío, que nunca pudiste despegarte, ya sos parte de mi, parte de mi cuerpo y no puedo aceptar que ya estas perteneciendo a otro cuerpo y ese cuerpo no es mío. Así estuve toda la noche hasta que logro quedarme dormida, tantas preguntas y una sola respuesta ya no es más mío, odio esto, lo odio pero lo amo con mi vida entera.

Después de varias horas, me desperté , y fue un dia de velorios por decirlo asi, me sentía muy vacía y andaba con ojeras, y todo en silencio, asi por varias horas, hasta que un mensaje llego a mi celular, por mi desgracia era él. Solo decía necesito llamarte hablar con vos, Di vueltas por todo el departamento y no sabia que hacer, responderle o no, después de casi dos horas me anime acepte su llamado le conteste con un Ok, no sabia que ponerle en el momento de contestarme mis manos traspiraban, temblaban, como si fuera una decisión de vida o muerte, eso sentí. A los cinco minutos mi celular comenzó a sonar, sonaba y sonaba no me anime atender, hasta que el segundo llamado decidí atender.

 

-Hola –lo dije no en un buen tono-

-Hola, Emi necesito que hablemos.

-Decime.

-No, no personalmente.

-Ok, ¿Cuándo?, antes que me valla.

-¿Mañana estas?

-Si, estoy.

-Mañana hablamos, llevo la comida yo, a la noche nos vemos, chau te quiero.

-Chau.

 

Ya me había dicho todo, vendría a cenar, y eso no me gustaba, tenia temor que, qué otras cosas puedan pasar, después de ese llamado decidí a hacer compras quería comprarme algo de ropa, quería distraerme un poco, hasta que en un local entre a comprarme ropa, y una chica no dejaba de mirarme, se acerco a mí y me pregunto.

 

-Hola, vos sos amiga de Rocío?

-Ehh, si ¿Por?

-Un gusto soy Santina, siempre veo las fotos en su casa y hay una tuya, te vestís genial, vos sos la viajera.

-Gracias por lo de la ropa, si antes viajaba mucho.

-Yo soy la novia, va futura mujer de Nicolás lo conoces?

 

¿Como no lo voy a conocer? , es la persona por lo cual entregaría mi vida, la tenía a ella una llena de rulos, media colorada, a la maldita Santina a la que ahora Nicolás es parte de ella, a la que me sustituyo, o no sé cómo decirlo, la tenía a ella al frente mío. Trate de esquivarle conversaciones hasta que Salí de ese local, parecía que me refregaba en la cara que era la futura mujer de Nicolás, maldita perra, la odio, como ella me debería odiar si supiera quién soy.

Llegue a mi departamento y solo pensaba en que podría pasar mañana, luego me cocine algo , mire una película y me acosté a dormir.

Al día siguiente, me desperté, me había despertado con una sonrisa, extraño eso de mi, estaba de muy buen humor, mis padres me habían llamado y mi hermana también, Salí a dar unas vueltas por las playas aunque hacia mucho frio, demasiado igual amaba el invierno, pero también me trae recuerdos que nose si olvidarlos o volver a repetirlos, estaba muy tranquila hasta que se hizo tarde y sonó mi celular con un mensaje, llegue te estoy esperando abajo.

Estuve varios minutos antes de bajar dando vueltas hasta que baje, estaba el con  la comida que iba a traer, lo hice entrar subimos en ascensor como si nunca hubiese pasado nada, hasta que entramos a mi departamento.

 

-¿Por qué tanta urgencia? De hablar digo…

-Dejando la comida en la mesada- Traje comida china, la que te gusta. –Esquivando la respuesta-

-Lo mire y suspire- Bueno.

-Agarra la comida y la pone en la mesa-

-Para que te ayudo –agarre los vasos y gaseosa y algunos tenedores- Hoy no tengo paciencia con los palitos.

-Ok –se ríe Nico-

 

Me sentí demasiada incomodo, hablábamos y dos minutos estábamos en silencio, no me respondía que pasaba porque me necesitaba, hasta que se volví a repetir una vez más, cuando ya habíamos terminado de comer.

 

-Nunca me respondiste, porque tanta urgencia de hablar.

-De lo que paso, antes de ayer el beso.

-Ah… -baje mi mirada- Si es eso, todo bien ya esta paso listo punto final, no quiero saber más nada ya esta Nicolás.

-No me dejas hablar.

-¿para qué? Para decirme perdón, te bese, sabes que odio esto Nicolás.

-Pero te bese porque lo necesitaba.

- ¿Lo necesitabas me decís? –Levantando nuestros tonos de voz- Me está haciendo mal, y odio que me hagas eso, detesto ser la tercera en discordia y eso sentía aquel día, me dejaste como una estúpida despechada llorando en la puerta del edificio.

-se acerca a mí y me toca la cara- Perdóname.

-Miraba sus labios con tristeza- Ojala fuera fácil, necesito irme de este país ya.

-Alejándote ¿Crees que mejor es arreglarlo así?

-Si Nicolás.

-Estoy confundido.

-Por eso mismo, tengo que irme ya, vos tenes que casarte y ser feliz.

- Pero siento que voy a hacer feliz hoy en día a tu lado.

-Se me comenzaron a caer las lágrimas- Basta Nicolás –bajo mi mirada, y siento como Nico me agarra del rostro haciendo que lo mire-

-Con los ojos llorosos- No llores por favor –mientras se acercaba a ella y le daba un dulce beso cerca del labio-

-Estaba hipnotizada, con solo sentirlo cerca de mí

 

Después de eso nos besamos y todo se fue de nuestras manos, revoleábamos nuestras cosas mientras no dejábamos de besarnos, prendas tiradas en el piso, mientras solo mi mundo era él, escuchando esas palabras diciéndome te amo, esas palabras que creía que jamás las iba a escuchar después de irme de este País, así fue hicimos el amor.

Después de hacer el amor, y nos quedamos dormidos me desperté estaba a su lado abrasada luego me senté en la cama tapada con mis sabanas blancas lo veía a él dormido y comencé a llorar, me sentía lo peor y a la vez me sentía la mujer más feliz del mundo, esto era horrible, comenzó a sonar su celular, eso hizo que se despierte y tenga que atender rápidamente, quien era, la otra, la que sentía que era mi usurpadora pero la usurpadora ahora era yo, acostándome con mi ex.

Comenzó a hablar con ella, y yo escuchaba le decía donde estaba, que lo extrañaba que lo quería a su lado, que quería dormir con él, el se dio cuenta mi incomodidad y como lloraba que se alejo y salió del cuarto, fue lo peor , saber que aunque haga lo que haga con él , se iba a casar con otra mujer , después de unos minutos volvió al cuarto yo estaba desconcertada el se sentó a mi lado y no nos dijimos nada, solo me veía llorar, y vi como a el también se le cayeron algunas lagrimas, los dos nos estábamos dando cuenta que nos estábamos haciendo daño mutuamente, hasta que me hablo.

 

-Emi… -me lo dijo tristemente-

-Que –lo mire- No digas nada, está bien, sabía que todo esto podía pasar.

-Perdóname…

-Esta bien –entre lagrimas, el me abraza-

 

Así fue nos abrazamos durante bastante tiempo, estábamos desconcertados hasta que el se fue, si se fue la otra lo esperaba en su casa, y yo acá quede llorando como siempre como lo mejor que hacía en ese preciso momento.

Saben después de eso, creí y me esperaba que el corra y no suba a ese avión, nada de eso paso volví a buenos aires, sin ganas de nada fui por un trámite y me termine arruinando la vida peor.

El día que llegue un martes, me tire a la casa y sabia que todo había terminado, sentí que ese viaje había sido una gran despedida, no llore mas, había caído que tendría que ser fuerte y rehacer mi vida, aunque solo pensaba que mi vida era Nicolás.

 

 

 

4ta Parte

 

 

Nuevamente los meses comenzaron y una noticia llego, llego maldita noticia, hubiese deseado que esa noticia jamás llegara a mí, pero era inevitable. Nicolás se caso, la persona que era mi vida entera se caso, se caso con esa maldita perra ¿Qué tenía que yo no tengo? ¿Qué? ¿Qué? Nadie me responde nada, estoy tan triste, estoy tan perdida como en un hormiguero, quiero morir, solo quiero morir yo soñaba eso, lo soñaba día y noche y ahora solo es un soñar porque ahora él es de otra mujer.

El tiempo comenzó a pasar rápidamente, odie que el tiempo pase así, pero conocí, conocí a Marcos, una gran persona, me hubiera propuesto el rehacer mi vida, tenía que hacerlo aunque me costo, lo conocí a él, y estoy hace casi un año con él, saben que es lo que me confunde quiere casarse conmigo, acepte, pero estoy confundida siento que él no es mi  todo.

Hace casi dos años que me fui de chile, hace casi dos años que no veo a Nicolás, y cuando conocí a Marcos pensé que me iba a olvidar de él, pero es inevitable, Nicolás marco mi vida y marco todos los malditos inviernos de mi vida.

Ayer me probé el vestido de casamiento, y no me sentía feliz, me miraba al espejo una y otra vez pero nada me gustaba, en realidad no me gustaba la idea de casarme nose si quería esperar más tiempo, nose, nose se los juro, siento tanto odio por no poder ser feliz, no digo que soy infeliz pero me gustaría ser feliz como realmente se está en el momento de tomar un compromiso así de grande.

Los días comenzaban y solo faltaba un mes para ese casamiento, creo que ahí comprendí que me iba a casar y comencé a estar mucho mejor , nerviosa y podría decir que empecé a sentir muchas cosas más por Marcos, sinceramente me estaba haciendo feliz y Nicolás no estaba en mi mente, no tenia  presente su existencia, pero algo tenía que arruinarlo, algo estaba todo demasiado perfecto para mi gusto, estábamos sentados con Marcos mirando una película él me abrazaba mientras los dos estábamos recostados en el sillón.

 

-Mi Amor. –Dijo marcos sonriendo-

-¿Qué pasa gordo?- Lo mire extraña-

-Mañana viene mi familia de chile.

- Enserio –sonrió- Que bueno.

-Vas a conocer a mi hermana te vas a llevar súper, hace años que no la veo.

-Eso espero.

 

Todo iba bien hasta que pasaron las horas ya era ese día, y Marcos vino a buscarme, todavía no vivíamos juntos, cada uno en su departamento, fui al suyo ya que su familia iba a llegar. Estaba bien arreglada iba a conocer a mis suegros por decirlo así, había hecho varias cosas dulces para recibirlos así. Llegaron los padres, gran personas amorosas, y luego llegaba su hermana, llevaba una persona de lejos con rulos, odio los rulos por decirlo así.

Allá estaba su hermana, allí estaba la usurpadora, allí estaba Santina si era Santina tenía tanta mala suerte que su hermana era Santina, y estaba ahí con Nicolás, hermoso como siempre con esa sonrisa y ese perfume que lo podría sentir hasta una cuadra de distancia. Ella me miro asombrada y me saludo, sabia quien era, no sé si específicamente pero sabía que era “La viajera” Según ella.

Saben que incomodo momento íbamos a ser familia con Nicolás, pero no familia como alguna vez soñé con él, íbamos a ser concuñados, esto era horrible, era cuñada de la usurpadora, maldita e estúpida usurpadora, solo la odiaba con saber que ahora era de Nicolás con solo eso podría odiarla.

Nicolás se acerco a mí, y solo nos mirábamos con nuestros ojos apagados, los dos estábamos tristes, yo de verlo con ella y el viéndome que me iba a casar, nose como explicar, pero fue horrible, creí que me olvidaría de él pero siento que remo contra la corriente porque es inútil el destino nos quiere ver juntos de todas maneras. Nos contuvimos pero él me abrazo, me abrazo y fue lo más lindo de mi vida en ese momento, necesitaba tanto de su abrazo, el sentir su piel el ver sus ojos y escuchar su corazón cuando apoyaba mi rostro en su pecho, ellos miraron extraños, aunque no me importo, luego son sonreímos y ya comenzaron los comentario.

 

-¿Se conocen? –Dijo Marcos-

-Si  –Sonrió un poco, media emocionada- Digamos que mucho nos conocemos.

-Claro si vos sos la viajera –Dijo Santina-

-Si la viajera –Dijo Nicolás sin dejarme hablar-

-Claro –Asistí-

-Este mundo es un pañuelo, bueno –Suspiro Marcos- Vamos a brindar se ha dicho, te extrañe hermanita.

 

Ese “La viajera” Lo tenía como un eco en la cabeza, yo era más que eso, era mucho más, podría decir que fui parte de su vida.

Así fue ese día, los padres de ellos se fueron al departamento que había alquilado para estar este periodo de tiempo, al igual que la Usurpadora y Nicolás, me sentí incomoda, aunque Nicolás sonrió al saber que todavía no viva con Marcos, y me pidió para que le muestre un poco de Buenos Aires quería conocer, quería saber que era vivir aquí , asistí al encuentro aunque nunca me dijo que el encuentro iba a ser nosotros, nada mas ya que Santina se iría con Marcos a comprar ropa para la fiesta del gran casamiento, tan loco era esto, saben algo me olvide un pequeño detalle ERA INVIERNO, el invierno son sigue, ahora podría decir que tengo miedo a los inviernos se han hecho demasiado sorpresivos, llenos de encuentros y a la vez llenos de tristezas y de grandes despedidas para mí y Nicolás

Llego la tarde de un viernes, el día que Nicolás me pidió para conocer un poco de este país, nos encontramos en una plaza, hacia frio, yo estaba hasta con bufanda al igual que él, nos reíamos al vernos y caminamos algunos pasos.

 

-Están extraño esto –Sonrió un poco y sigo caminando-

-Y es invierno-

-Me reí- Así es, veni –Le agarre de la mano- ves allá –señalándole- Allí trabajo

-Woow, que bueno, vos y tu filosofía.

-Siempre me gusto. –Le solté la mano y seguimos caminando- Vamos en mi auto, te voy a llevar a conocer varios lugares.

 

Así fue, nos reímos toda esa tarde, la pasamos muy bien, aunque Santina lo llamo miles de veces, pero bueno no importo fue lo menos en esos momentos.

 

-Mira, veni allá esta mi hermana –le dije sonriendo-

-Woow, no lo puedo creer, como pasaron los años.

-Digamos que si Nico, veni –le agarre de la mano llevándolo hasta donde estaba mi hermana- Eugenia.

-Se da vuelta- Me jodes, Nicolás –sonriendo- ¿Cómo estás? Hay es raro verte y bueno verlos en realidad.

-Bien por suerte, si es raro verte pasaron tantos años.

-¿Quién es? –dijo la nena sin entender- Tía –sonriendo abraza a Emilia-

-Hola mi amor – El es un amigo de la tía…

-¿Tuviste una hija?

-Si Nico ¿vos no tenes hijos-

-No, no.

 

Así hablamos un rato, también vio a mis padres , lo quería mucho así que fue raro, cuando Nicolás se fue, mi hermana y mi mama me decía que jamás me vieron sonreír como había sonreído hoy, me dijeron que me veían tan feliz al lado de Nicolás , para no estarlo, siempre dije que Nicolás era mi vida entera, aunque él parece que no era todo eso, faltaba tan poco para casarme y con esto me sentía el doble confundida, me gustaba pasar más tiempo con Nicolás al lado que dos horas con Marcos, era horrible.

Faltaban 10 días para mi casamiento, y no estaba entusiasmada, y el hecho de saber que Nicolás iba a presenciarlo, me alteraba y no quería que este.

Llego el fin de semana, el último fin de semana que sería soltera ya que faltaba una semana para el casamiento, saben Marcos se fue, se fue con Santina a un cumpleaños muy importantes y lo peor que Nicolás se quedo, porque se sentía mal, supuestamente, así que iba a quedarse ese fin de semana solo, y a quien llamo, si a Emilia, como me iba a negar semejante propuesta, el me lo pedía y yo se lo acepte.

Le di la dirección de mi departamento y fue, y ya pueden imaginarse, sentía que lo tenía para mi sola y para nadie más.

 

-Es tan raro esto –

- ¿Por qué Nico?

- Te vas a casar.

-Lose –suspiro-

-¿Estás segura? -

- Es lo que creo.

-Es un compromiso bastante grande.

- ¿Vos a caso no te casaste?

- Me case pero me arrepiento, nunca me gusto la idea pero ya lo había asumido, después de que te fuiste, nos tomamos un tiempo, me sentí tan confundido no quería casarme, pero Santina quedo embarazada, luego lo perdió y crei que aceptar ese compromiso iba ser lo mejor para ella, pero yo no quería sacarme te lo juro, quería separarme de ella, vos fuiste mi confusión y siempre lo fuiste Emilia.

-Suspiro tristemente- No sabía que te había pasado todo eso, pero vos ya estas casado ya esta Nicolás.

-Nunca es tarde para nosotros.

- ¿Porque decir esto ahora? ¿Por qué? –Se me comenzaron a caer las lágrimas, estaba sentada en el sillón y siento como me abraza-

 

Saben me siento tan débil cuando estoy con él, débil en el sentido que él me dice algo y me muero, sabe que él puede hacer tantas cosas hasta que no me case.

Después de ese abrazo, solo nos miramos y nos besamos, va el me beso, fue tan lindo, hace mucho que nadie me besaba así, el tenia esa particularidad que podía moverme el piso con sus besos, nuestro amor es una locura, nos amamos con locura pero no estamos juntos.

El me propuso pasar esos dos días juntos una “Gran despedida” yo nunca lo tomo como despedida porque al fin a cabo siempre que vienen caigo en sus brazos, hicimos el amor esa noche y dormimos juntos.

Después de esa noche me levante extraña, el me abrazaba y yo lo abrace mas, pensaba  y pensaba, no dejaba de delirar con mis pensamientos que me perturbaban en la cabeza, no quería que ese día terminara, sabía que era nuestro ultimo día, sinceramente me carcomía la cabeza no quería casarme, quería que en ese altar cuando entre solo este él y no ver la cara de Marcos, odiaba esto, pero no quería que llegara ese día, sabría que me hundiría sola, en mi propio barco.

 Unas horas pasaron el me hizo el desayuno, y nos mimamos mutuamente como si fuera que éramos parejas y estábamos en el mejor momento, y ahora eras ex y concuñados ja, irónico lo nuestro.

 

-Ya me tengo que ir

-Lo mire tristemente- Esta bien.

-Eu, no te pongas así.

- ¿Y cómo queres que me ponga Nicolás? Decime y yo te contesto.

- Lose, me siento una basura.

-No digas eso.

- No te cases Emilia.

-Se me comenzaron a caer las lágrimas- ¿Por qué me decís esto a una semana de casarme? ¿Por qué Nicolás? ¿Por qué?

-Te juro que si vos no te casas dejo todo por vos.

-Me tape la cara en mar de lágrimas-

-Siempre te lo dije, siempre hasta el ultimo día que nos despedimos, que nunca dudes todo lo que te amo Emilia, y ya te lo dije dejo todo por vos todo. –Le toca la cara sacándole las manos de encima de la cara y la mira fijamente- No llores, estoy dispuesto a lo que sea si te casas listo feliz por vos y si decidís estar conmigo dejo todo por vos.

- Me siento confundida.

-Para, tengo algo –saca su billetera- Santina jamás revisa esto y sabia que venía quería entregártelo, -saca una foto doblada- La imprimí, la tengo en la computadora a todas esas fotos, pero son del baile de invierno ese día que nos conocimos quería que te quede algún recuerdo por eso te la traje, por si te encontraba no sabía que todo esto iba a pasar y menos que vos eras esa Emilia que tanto hablaba Santina, toma.

-Agarre la foto mirándola y sonrió un poco- Ya no me acordaba esa foto, éramos peques.

-Bueno tampoco estoy tan viejo che!.

-Me saco las lágrimas-

-Me tengo que ir, ya te dije pensalo y voy a estar esperando tu decisión. –Se acerca y le da un beso- Te amo –le toca la cara y sonríe y luego se va-

 

Se iba dejándome despechada, destruida y con la decisión más difícil de mi vida, temía de mi decisión temía de todo, ya tendría todo para mi casamiento y esa propuesta podría tirar todo a la bosta, no sabía qué hacer, miraba esa foto cada dos segundos y mis pensamientos volvieron a carcomerme la cabeza, lo amaba con locura, mi decisión era de vida o muerte, yo tenía que elegir mi futuro esta vez, pero temía de ellos.

 ----.

5ta Parte

 

Como decirles, estoy perturbada en mis pensamientos, estoy tan perdida en ellos, es horrible tener una propuesta así, cuando sabes que el fin de semana que llega es tu casamiento.

Al día siguiente, Marcos vino, vino a visitarme a mi departamento, y no fue muy agradable para mí ya que él me sonreía y me decía te amo y yo no me encontraba feliz, como el día  anterior que Nicolás me lo decía y nos llenábamos de mimos.

Estaba segura que Nicolás era mi elección, pero a la vez me sentía una basura de persona, como iba a hacer esto sabiendo que faltan días menos de una semana para mi casamiento, siempre yo con lo mismo.

Aunque sentí que Marcos, sabía que algo me pasaba, no sentía nada, nada de NADA!, saben que horrible que es que alguien te diga te amo, que te bese y no sientas nada, es horrendo, tenía ganas de correr y irme lejos ya, estaba tan perturbada, como en un cuarto oscuros lleno de puertas , me sentía como Alicia en el país de las maravillas perdida sin saber qué hacer, buscando a un conejo blanco para poder tener alguna escapatoria.

Después de varios minutos se fue, y respire hondo, ahora me sentía mejor se había ido, no me sentía tan agobiada, era tan horrible eso, nunca pensé sentir o decir estas cosas, maldito y estúpido Nicolás, ¿Por qué volviste a aparecer? ¿Por qué? Te odio invierno, te odio, sos la época del año que más odio, porque te convertiste en lo peor en el sentimiento mas brusco en mi vida, el que siempre está el que te perturba la cabeza eso te volviste, cada vez que llegas temo de él, porque tengo encuentros y desencuentro y me termino lastimando y lastimando a los demás.

Después de que él se fue, se me dio por buscar fotos, fotos de mis pasados con Nicolás de cuando era toda una adolescente todavía, mire y mire cada foto y observe cada detalle de ella, y solo me daba cuenta que mi sonrisa estaba allí, una sonrisa en particular que se podría observar que estaba feliz, que en ese momento creía que él iba a ser mi futuro y que pensaba que iba a casarme y tenes muchos hijos con él, pero ahora estoy acá, teniendo una gran propuesta de mi futuro y no sé qué opción elegir.

Al día siguiente, volviste, volvió Marcos llego de su trabajo, el trabajaba en una comisaria era subcomisario un detalle que me había quedado pendiente de contar, el llego y  se suponía que teníamos que pasar nuestra última semana de noviazgo ya que bueno, ahora vendría un compromiso más grande en nuestra vida “Nuestra” Esa palabra de demasiada brusca un eco que no deja de escucharse en mis oídos , una palabra que definía que ahora no era uno tendrían que ser dos, y no quería, no quería nose que hacer, por momentos pienso que tirarme de un noveno piso solucionaría todo, pero al contrario termino lastimando a los demás asi que nose, nose que hacer, no sé qué va a pasar de mi vida en unos días.

Pero algo paso algo que estaba predestinado a pasar, algo que me olvide, un pequeño detalle que deje sobre el mueble, y Marcos la vio, era predecible el destino quería eso, y lo único que me llenaría era de preguntas sin saber cómo responder.

 

-Emilia. –Lo dijo en un tono brusco- ¿Y esto?

-Eh… -Lo miro- ¿Qué haces con eso?

-¿Qué haces con Nicolás?

-Ah, una foto, -miro la foto haciéndome la desentendida- Es hace muchos años.

-¿Por qué apareció ahora? ¿Por qué te abraza? ¿Por qué sonreís tanto? ¿Por qué?

- Te dije que es hace mucho años, vos sabias que conocía a Nicolás, éramos mejores amigos.

- ¿Solo mejores amigos?

-Si

- ¿y porque nunca me hablaste de el? ¿Se besaron alguna vez? Por favor quiero que me respondas.

- ¿Desde cuándo te interesa?

-Si vas a ser mi mujer quiero saber.

-suspire- No empieces Marcos.

-Mira la caja que estaba atrás de la puerta y la abre-

-Marcos –Lo dije enojada- Deja mis cosas.

-Abre la caja y saca la primera foto que ve- ¿Y esto?

-Enojada le saque la foto de las manos y corrí la caja- No interesa esto ahora.

- ¿Eran novios?

-Paso mucho tiempo.

- No me respondiste Emilia.

-Si eramos novios, pero era una pendeja Marcos.

-¿Cuánto tiempo?

-Ahora no importa.

-A mi si me importa Emilia.

-Un año, ¿listo contento?

-Un año y cuando?

-Marcos –Lo dije enojada- Nose no estoy pendiente de eso.

-¿Te acostaste con el?

-Marcossssssss!!!! –Le grite- Que mierda te importa.

-Listo me lo confirmaste.

 -Así que ahora, mi cuñado es tu ex.

-Te dije que era un pendeja.

 

Enojada, busque las cosas y me entre a bañar, otro gran detalle había olvidado, me olvide el celular en la mesa, que podría imaginar que Marcos en ese preciso momento estaría leyendo los mensajes de mi celular y se estaba enterando que algo paso ese fin de semana mientras él no estaba, me seque, me cambie rápidamente y Salí al comedor ahí estaba Marcos con un arma en la cabeza llorando desquiciada mente.

 

-Marcosssssssssss! –Grite intentando de sacarle el arma de la cabeza-

-¿Por qué? –Llorando- ¿Te encontraste con él? ¿Tuvieron una”Despedida”?

-Se me comenzaron a caer las lagrimas- perdóname.

-Yo me muero –Sin dejar de apuntarse la cabeza- Me muero si no te tengo más a vos.

-Me tape la boca sin parar de llorar- Basta marcos. –Le bajo el arma de la cabeza-  

-¿Hiciste el amor con él? ¿Te acostaste con el Emilia?

-No dejaba de llorar-

-Contéstame Emilia –Le grita-

-Asistí-

-Marcos se vuelve a apuntar-

-Nooooooooo –grite desesperadamente sacándole el arma-

-Me mato, me mato si no te tengo a vos.

-Basta por favor, fue una confusión, perdóname, perdóname.

-Soy capaz de perdonarte la vida entera con tal de tenerte.

-No dejaba de llorar mientras me tire al suelo a llorar-

 

Me siento tan mal, la persona más mierda en esta vida, pero por primera vez le estaba haciendo sincera y lo único que encontré una respuesta era que si no me casaba con el yo iba a cargar con su muerte toda mi vida, así que decidí decirle que lo amaba que me perdone y el acepto dejo esa arma, y me abrazo, me sentía horrenda, estaba aceptando un futuro que no quería imaginar, un futuro que si podría escaparme lo aria, pero estaba encerraba como si fuera un preso en una cárcel sin escapatorias, así me sentía con esa decisión.

El acepto no decirle nada a la hermana ya que sería un gran dolor para ella, aunque a la larga o a la corta de una manera u otra ella se iba a enterar que Nicolás era mi vida entera y que si podríamos elegir nos escaparíamos juntos.

El se fue, temía de el todavía aunque ya estaba bastante tranquilizado , tuvo que quedarse conmigo toda esa noche, ya era miércoles a la mañana y tenía que decirle a Nicolás de lo que había sucedido así que decidí llamarlo y contarle que lo paso.

 

-Nicolás –Llorando-

-Tranquila, por favor Emilia.

-Perdóname.

-No tenes que pedirme perdón, pero vos tampoco podes casarte por obligación.

-Ya te dije Nicolás, se iba a matar al frente mío, perdóname pero lo nuestro se termino.

-No podes decirme eso, ahora más que nunca quiero estar con vos.

-Basta Nicolás -Quebrada del llanto-

 

Después de esa llamada, sentí que fue para peor, Santina, Santina otra víctima se había enterado, nose como llego su noticia, al parecer también reviso el celular de Nicolás, estaba a los gritos golpeándome la puerta del departamento, y lo primero que hizo fue abrir la puerta golpeándola y decidida a matarme, yo haría exactamente lo mismo no la juzgo, sabría que eso iba a pasar en cualquier momento, nos agarramos de los pelos y no dejaba de gritarme.

 

-Puta de mierdaaaaaaaaaaa! –Agarrándome de los pelos-

-Hice lo mismo con ella-

-Zorra, puta, porque te metiste con mi marino, gata de mierda.

 

Ahí llego Nicolás intentando de separar la situación.

 

-Bastaaaaaaaa! –Gritando Nicolás-

-Puta de mierda, zorra de mierda –Gritaba Santina- ¿te acostaste con esta mierda?

 

Como moño de la torta llego Marcos también en ese preciso momento.

 

-¿Qué paso? - Mirando que las dos se miraban-

-Tu novia, es una puta de mierda, se acostó con mi marido, con esa mierda te vas a casar.

-Basta Santina, problema mío. –Respondió Marcos.

-Vas aceptar a eso, ¿estas loco? , ¿Te vas a casar con una puta?.

-estaba llorando desconsoladamente-

-Se acerco hasta mi Nicolás-

-No me jodan –Dijo irónico Santina mirando la situación-

-Marcos saco el arma del bolsillo y apunto a Nicolás-

-Nooo –grite poniéndome delante de el- Si lo matas a el mátame a mi también.

-Se apunta luego  el-

-Santina grita- No Marcos, Noooooo!

-Marcos vuelve apuntar a Nicolás-

-Yo me ponía en frente de el a cada rato pero Nicolás me sacaba de allí.

 

Hasta que un disparo salió, el ruido retumbaba en mis oídos y cayó la bala sobre alguno de nosotros.

6ta parte (ultima)

 

Así Parecio, pero no había caído en nadie, casi me infarto porque la bala iba directo a Nicolás y a mí y logro tirarme al piso rápidamente, estaba asustada, mi corazón latía a mil, luego levanto mi mirada y estaba Marcos asustado con el arma en mano que luego se le cae. Nicolás, me levanta rápidamente.

 

-Ándate Ya, pero yaaaaaaa! –gritándome-

-Desesperada- Pero, per.. Pero ¿vos?

-Quédate tranquila.

 

Salí de allí rápidamente, estaba terriblemente asustada, fue horrendo y temía de Nicolás a la vez, aunque fue un quilombo ya que a los minutos vinieron la policía y todo lo demás, yo ya no estaba, tenía que hacer mis maletas ya! 

Agarre lo más importante y fui a la casa de mi hermana rápidamente.

 

-Euge, Eugenia.

-sale de la casa y la abraza- ¿Estás bien?  -le toca la cara- Me entere que paso y pensé que te había pasado algo , veni pasa.

-Solo tengo 5 minutos. –Entre a la casa-

-Me voy, me tengo que ir ya de acá.

- ¿Y adónde vas a ir?

-A mar del plata, no me quiero ir muy lejos tampoco, aparte me gusta el invierno allá.

-Está bien –suspira- ¿Estás segura?

-Sí.

-¿Lo amas mucho no?

-Con los ojos húmedos- Mucho, demasiado para mi gusto –sonrió un poco-

-Entonces, ándate ya no pierdas tiempo, no había duda que Nicolás era el hombre de tu vida.

-La abrace fuertemente-  Cuídate mucho, voy a tratar de venir cuando puedo, pero anda vos, yo no puedo aparecer por acá por algunos meses, mándales muchos besos a mama y a papa y explícale.

-Te van a entender –sonríe y la vuelve a abrazar- Cuídate, te quiero mucho.

-Yo también.

 

La abrace por un largo tiempo, y me fui, me fui rápidamente, agarre mi auto y me fui a mar del plata, tenia largas horas de viaje, pero estaba feliz y a la vez extraña por la decisión que había tomado en la vida , jamás me había arriesgado a esto.

Luego de largas horas, llegue fui a una inmobiliaria y pedí el departamento, esta a una cuadra del mar, mejor no podía ser.

Luego llegue al departamento, deje las cosas por el living que era lo primero que se encontraba en el departamento, y mire mi celular y no había ningún mensaje, ninguna llamada perdida, no había nada de nada!. Me desesperaba también, camine por el departamento todo el día, estaba nerviosa, hasta que al fin sonó, sonó mi celular y atendí rápidamente.

 

-Hola

- Hola Emilia.

-¿Euge, que paso?

-Nicolás, perdió el celular en el transcurso, en media hora llega allá, recién se tomo el vuelo así que anda a buscarlo, eso cuídate.

-Sonreí felizmente- Gracias, ya voy.

 

De la emoción y todo mezclas de sentimientos lo único que agarre fue un saquito, si y hacia -2 grados, agarre las llaves cerré el departamento, baje cinco pisos corriendo, subí al auto y me fui rápidamente al aeropuerto.

Llegue y me compre algo para tomar, luego me senté y no sabía que hacer estaba esperando su llegada, escucho como decían que había llegado el vuelo 986 , y era el vuelo que llegaría Nicolás, me comencé a comer las uñas, movía mis piernas, me sentía toda una adolescente.

Después de unos minutos, miraba cada gente que salía y no había nada, hasta que… el el estaba ahí, con su valija extraño, mirando para todos lados, hasta que logra verme y comencé a correr hasta el, mis lagrimas comenzaron a caer, era tanta la alegría mi futuro estaba al frente de mis ojos. Cuando llegue lo abrace fuertemente, no podía dejar de sentirme tranquila, como que tenía un peso menos encima mío, estaba tranquila mi felicidad había llegado, nos besamos y luego no dejábamos de sonreírnos mutuamente.

 

-¿vamos? –Le dije a Nicolás mientras me limpiaba las lagrimas-

-Si –sonríe y le da un beso en la mejilla-

- ¿Ya hiciste el trámite para el departamento?

-Sí, si, estamos a una cuadra del mar.

-Le agarra la mano- que raro –se ríe- ¿no tenes frio?-

-Mucho, bueno Salí volando para acá y me olvide de abrigarme.

-Qué raro –se saca el saco- toma, no quiero que te enfermes amor, ya bastante para hoy.

- ¿Y qué paso?

-Shhh.. Olvídate de lo que paso, ahora somos nosotros.

-Sonreí un poco- está bien –lo abrace bien tras caminábamos hacia el auto-

 

Comprendí a Nicolás y no hablamos sobre el tema me había olvidado con el tiempo de ese tema estaba siendo tan feliz día a día que eso era lo menos que me importaba.

Pero a lo largo del tiempo, me entere que la que ayudo de parte de mi familia a avisar sobre la suspensión de mi boda fueron mis padres, mi padres comprendían que mi felicidad era al lado de Nicolás. Santina… , Santina se habría ido a Chile por información de Rocío, estaba bien, me había contado que la había visto con otra persona de la mano y por varias lenguas estaba de pareja. Y Marcos… marcos me  extrañaba pero sabía que nunca iba a amarlo como amo a Nicolás, el estaba bien, Nicolás no se presento a su contra así que no perdió su trabajo en la policía, seguía creciendo en su profesión.

Y yo… yo estoy con una pancita de 4 meses pasando otro invierno mas con Nicolás después de lo que paso, otro invierno, tanto me había marcado los inviernos, temía antes de ellos y ahora los recibo con una gran alegría. La llegada de un hijo venia en camino,  y me entere este invierno, así que a partir de ahora me daba cuenta que los inviernos me marcaban la vida, pero me los marcaba con Nicolás.

 

Amor, amor.

-¿Qué pasa mi vida? –lo mire sonriendo-

-mira esto. –mostrándome ropita de bebe-

-Hay compraste mas, pero amor.

-No me digas el sexo por favor.

-me ríe- prometí no decírtelo.

-Bueno, mira esta camisetita de river la mejor, mi campeón va a ir a ver a river conmigo, todo, mira, mira –mostrándole todo ansiosamente-

- ¿y si es porotita no la vas a amar?

-Es porotito, y si la voy a amar como te amo a vos. –se acerca y le da un beso-

- y a mi papito –haciendo voz de bebe-

-Te amo más porotito o porotita-

-Sonrió mirándolo felizmente.

 

Me encantaba volverlo loco, era un varoncito, pero Nicolás negó ver la ecografía ya que quería que sea varón a toda costa.

Mis padres estaban feliz por la noticia, y con Nicolás mas que bien, aunque lo más extraño es que comenzaron a conocerlo recién después de tantos años, entendieron porque amaba tanto a esa persona, porque se llevaba muy bien con él y la espera de un nieto para ellos estaba más que chochos.

Los padres de el… se sorprendieron estaban perdidos por todo lo que había pasado, pero se pusieron felices era su primer nieto que venía a la familia, y por Martha feliz por la nuera que tenia, así parece no toleraba a Santina.

Y mis amigos ni hablar, se sorprendieron cuando se enteraros, pero ellos sabía que a lo largo de la vida podría pasar esto.

Pero lo mas importante de todo esto, es que a mi lado estaba Nicolás, la persona que valía más que millones inviernos, para mí.

 

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