Primera Parte.

Hace doce años decidí irme a vivir a Estados Unidos, donde comencé una carrera Universitaria y años luego me recibí de Arquitecta.

Mi carrera de Arquitecta comenzó en una pequeña oficina y luego mis proyectos comenzaron a avanzar y termine trabajando en una gran compañía de arquitectos, la mejor de Estados Unidos. En ese tiempo al dedicarme tanto de mi carrera, no pude establecer una relación estable, Salí dos años con Esteban un arquitecto y luego por “compromisos mayores” que no quise asumir decidí que la relación ya no siguiera.

Conseguí todo lo que una mujer establece de proyectos de vida, tenía mi casa, mi auto, pero no tenia lo más importante, una familia, algo que alguna vez proyecte y luego se derrumbo, y por eso me fui del país.

Ahora después de tantos años decidí tomar la decisión de por unos meses volver a mi país legítimo, para reencontrarme con mi familia, que no veía hace cinco años, ya que por motivos no podían visitarme, y yo tampoco podía viajar para Argentina.

 

Departamento de Emilia en Estados Unidos.

 

Anne- Amiga , te voy a extrañar tanto.

Emilia- ¡Yo también! –La abrazo- Pero solo son tres meses.

Anne: Lose, ¿no te emociona saber que mañana vas a ver a tus hermanas y tus padres?

Emilia: Obvio! –Sonriendo- Pero bueno, lo importante de acá ahora, es que sabes que este departamento va a hacer tuyo por estos tres meses, cuídalo, y disfrútalo.

Anne:  Lo voy a cuidar como si fuera mío, bueno vamos, agarra tus valijas así vamos para el aeropuerto.

 

Fuimos al aeropuerto y nueve horas y media después llegue a Buenos Aires, todo era tan raro, a pesar de que vivía en Miami y muchos hablan en español, estaba extrañando irremediablemente mi lengua natal, ya casi estaba perdiendo mi tono, de tanto que hablaba en ingles.

 Casi dos horas luego llegue a mi viejo y olvidado departamento, al que ni disfrute porque no soporte la idea de que todo hubiese terminado.

 

Emilia: Tienen que estar aca –sacando las llaves mientras subía al Octavo piso por el ascensor- Aca están! –salgo del ascensor- Por dios, cambiaron las cosas del pasillo –voy hasta la letra B y abro la puerta- Puuff! ¡Que olor a tierra! –enciendo la luz, dejo las valijas en un costado , cierro la puerta y comienzo a abrir las ventanas- Todo esta tal cual lo deje, -comienzo a sacar las sabanas que tapaban algunos muebles para que no se cubran de tierra- ¡Mi sillón! –me tiro encima- Te extrañe tanto –me rio un poco- Bueno, voy a bañarme y luego a visitar a mis padres.

 

Casi siendo las once de la mañana, luego de bañarme me tome un taxi y fui a la casa de mis padres. Ellos no sabían que había vuelto por tres meses, ya que si lo hubiesen sabido me iban a buscar al aeropuerto, pero quería que todo fuera una gran sorpresa.

 

Emilia: -pago al taxista y bajo del auto- ¿Qué hicieron con mi casa? –me rio un poco- esta tan cambiada. –Toco el timbre y me doy vueltas dando la espalda a la casa-

Graciela (madre de Emilia): -abre la puerta-  ¿Si?

Emilia: Vino la mas linda.

Graciela: ¡Emiliaaaa! –gritando de la emoción- Mi nena! –abre el portón rápidamente y la abraza- Mi bebe! Lo que te extrañe.

Emilia: yo también mama.

Graciela: ¿Por qué no dijiste que venias?

Emilia: Quería que sea una sorpresa.

Carlos: ¡Hija!

Mariana: Hermana –sale corriendo y la abraza- Lo que te extrañe por favor.

Emilia: yo también a ustedes.

Graciela: Por favor Raúl llama a Eugenia y decile que venga, no le digas que vino Emilia.

Carlos: ¡Ya la llamo!

Emi: Mi hermana mas linda de todas ¿Cómo esta?

Mariana: Muy comoda, Sigo viviendo con los viejos –se rie- bueno tengo veinte uno, no es tan grave.

Emi: obvio que no.

Mariana: Eugenia, ya sabes vive con el marido y aun no me hicieron tia che, a ver si aflojan con Eugenia ¡que ya las dos están en la tercer década!

Emlia: ¡Eu! Te voy a matar a vos.

Mariana: -se rie- Sorry lo tenia que decir, bueno pasemos a casa que tenemos mucho de qué hablar.

 

Hablamos sin parar durante dos horas, mientras papa de la emoción comenzó a hacer un asado de bienvenida, y Eugenia venia en camino.

 

Eugenia: ¿Qué paso mama? Papa me dijo que venga ya.

Emilia: Porque llego la mejor.

Eugenia: ¡Emiliaaaaaaa!

Emilia: -corro y me subo tipo koala-

Eugenia: -se emociona- Te extrañe pendeja, voy a llorar, bueno estoy llorando.

Emi: No llores –bajándome- yo también te extrañe tanto, pero me tenes por tres meses para disfrutarme.

 

Horas más tarde.

Eugenia: Bueno como ya te dije, todo normal, estoy trabajando como profesora de Historia , vivo ahora con Diego y nada mas. Y sigo siendo la mayor.

Emilia: Obvio, -me rio-

Mariana: ¿ni uno de turno tenes?

Emilia: No Marian, hace dos años que estoy trabajando demasiado, por eso decidí descansar y al fin volver aca.

Eugenia: Ayer vi al licenciado de administración, mi cuñadito.

Emilia: ¿es licenciado tu novio Marian?

Eugenia: Hablo del ex cuñado.

Emilia: Ah… Me había olvidado de eso.

Eugenia: ¿No queres saber que es de el?

Emilia: No creo que sea necesario.

Eugenia: Bueno si necesitas ir al banco, seguro lo vas a ver, trabaja ahí, y gracias a él ni hago cola para hacer tramites en el banco.

Emilia: -me rio- ¿Cómo está el? Si queres que te haga esa pregunta te la estoy haciendo.

Eugenia: -sonríe- Radiante, un poco viejo, pero sigue con esa carisma que te hacia mover el piso. Tiene un poco de barba.

Emilia: -me rio- Siempre quiso dejársela y me negaba a eso.

Eugenia: Hace un tiempo, me pregunto por vos, estaba con…

Emilia: ¿sus hijos? Dale decímelo.

Eugenia: Si, -suspira- Estaba con su hijo, se que solo tuvo un hijo con esa colorada que tiene de esposa. Creo que se llama Mateo, bueno en fin me pregunto, y le dije que seguías en estados Unidos y que no tenía idea cuando ibas a volver, pero no le di detalles de nada.

Mariana: Pensar que a mi edad te casaste con él.

Emilia: Eran otros tiempos.

Mariana: Dale háblanos de el, dale que mama se fue a dormir un rato la siesta con papa.

Emilia: Me enamore de el cuándo tenia diecisiete años, tuvimos proyectos de vida, trabajamos casi cuatro años para hacer nuestra casa, la hicimos, nos casamos y todo se acabo.

Mariana: ¿Pero porque?

Emilia: Queríamos tener hijos, y yo no se lo podía dar, después de la operación de urgencia nos dijeron eso, lo anhelo, luego el me engaño y todo se acabo. Eso fue todo. Pero bueno eso no es tan importante, el pudo rehacer su vida, tuvo a su hijo, y yo… hace poco me hice estudios y todo salió muy bien.

Eugenia: -sonríe- ¿Enserio Emi?

Emilia: Si, todo avanzo y hice un largo tratamiento en este tiempo, pero puedo tener hijos, no va a hacer cosa rápida, pero puedo, ahora necesito al padre.

Mariana: -se ríe- Búscalo a Nicolás, seguro que si te ve lo hermosa que estas ¡te hace un hijo!

Emilia: ¡Mariana! No seas desubicada –me rio- Que atrevida que estas eh! . Les

Hago una pregunta. ¿La casa?

Eugenia: sigue viviendo ahí, bueno en realidad va los fin de semana, se fue a vivir a otro lado , pero cuando pase hace un mes, lo vi, lo salude y le dije, que raro verte por aca, y le me dijo, solo los fin de semana vuelvo a esta casa.

Emilia: Ah…

Mariana: La casa que quisieron vender y el la compro y con la mitad del dinero te compraste el departamento y la otra te decidiste ir.

Emilia: Ya pasaron doce años Marian, ya todo cambio, dejen de delirar, olvidemos el pasado de una vez por todas.

 

Una semana pasó de mi regreso, y cambie mi departamento, en realidad estaba haciendo lo que nunca hice, vivir allí y remodelar muchas cosas. También visite a muchas amigas, y era inevitable, también trabajaba en una oficina que cree en el departamento en una de las tantas habitaciones que tenia vacía, era un dúplex el departamento, contaba con cuatro habitaciones dos baños, un comedor, una living y una cocina radiante, quería que mi departamento tenia todas las mismas comodidades que la casa donde viví solo un tiempo.

 

Una Tarde.

Emi: -saliendo de bañarme suena el timbre- Ya voy! –grito me tapo con la bata y atiendo-

Mariana: Vino la mejor hermana.

Emi: -Me rio y la saludo- ¿Qué paso?

Mariana: Necesito que me acompañes a comprar ropa, tengo una fiesta este finde.

Emi: Pero yo tengo mil de ropa.

Mariana: Ya se hermana, pero quiero comprarme algunos zapatos, dale vamos, ponete linda y vamos.

Emi: Bueno, espera que me cambie y vamos.

Mariana: Vine con el auto de papa así que vamos en el auto, vos manejas por favor.

Emi: Bueno.

 

Me cambie rápidamente, me puse un jean, una camisa y unos zapatos altos, me maquille rápidamente y salimos a comprar con Mariana.

 

Mariana: ¿Podemos pasar por el banco así saco dinero?

Emi: Si ¿vamos al de acá a la vuelta?

Mariana: No, ese no, prefiero que vayamos el de acá a diez cuadras.

Emi: Bueno vos guíame mazo menos, porque cambio todo el centro de acá.

Mariana: Seguí todo derecho.

Emi: Bueno. –siguendo manejando-

Mariana: Ahora dobla, es la otra esquina.

Emi: Ok. –Doblo, y luego estaciono rápidamente-

Mariana: ¿Bajas conmigo?

Emi: Bueno, espera que me pongo el saco, que hace demasiado frio, sacrifique mi verano de Miami por ustedes.

Mariana: Pero te podes quedar el verano también.

Emi: Tengo que trabajar.

Mariana: Bueno, dale vamos.

 

(Por Nicolás)

 

Nicolás: Si ya estoy saliendo del banco, ¿Dónde estacionaste el auto? Bueno ahora voy. –Corto el teléfono, sale del banco y mira el auto estacionado- Debe andar Carlos por acá –sigue caminando-

Mateo: Papii! –Corre hacia Nicolás-

Lucrecia: (mujer de Nicolás) Quiso venirte a buscarte, y como dejaste el auto en el mecánico bueno, decidimos buscarte.

Nico: Esta bien, ¿todo bien mi amor?

Mateo: Si pa, la niñera estuvo todo el día conmigo y mama recién la vi. (Hablando entre cortado, tengan en cuenta que tiene dos años)

Nico: Lo sé hijo, vamos suban al auto.

Lucrecia: -se sube al auto-

 

(Volviendo a Emilia)

Emi: Dale, listo, vamos.

Mariana: -ve a Nicolás que estaba por subir al auto-

Emi: ¿Vamos? , dale subí al auto.

Mariana: Mira hacia atrás.

 

Corrí mi mirada, y de repente nuestros ojos se cruzaron y hasta me olvide de cómo se respira. Mi corazón se aceleraba, mis manos traspiraban y solo pude sonreírle, lo veía más grande, pero con el mismo amor que alguna vez le entregue, el me miro y me sonrieron hasta sus ojos, que me tembló hasta el alma.

 

Nico: -Sonriendo la saluda con la mano-

Emi: -le devuelvo la sonrisa y también lo saludo con la mano y subo al auto rápidamente y apoyo mi cabeza en el volante del auto-

Mariana: -sube al auto sonriendo- ¿Seguís viva?

Emi: Sos una hija de su madre.

Mariana: -Se ríe- Estas viva, me quedo tranquila, Eugenia nos espera a dos cuadras viene con nosotras.

Emi: ¿Cómo? No me diga que esto fue un verso para que lo vea.

Mariana: necesitaba dinero, pero quería que se vean, en realidad queríamos con Eugenia, dale arranca que nos espera.

(5 Minutos después)

Eugenia: -sube al auto- Decime que lo vio.

Mariana: ¡Se vieron!

Emilia: Las odio.

Euge: ¿y que mas? Dale Conta por favor!           

Mariana: Tenias que verle la carita a Emilia, pero la de Nicolás, no la supero.

Emi: -les pego con los cd del auto-

Mariana: ¡Dale Emi afloja!

Emi: -me enrojo- Estaba tan lindo, listo no más que decir ¿vamos sí o no?

Euge: Dale vamos a comprar!

 

Después de esa tarde de comprar, volví a mi departamento y era inevitable recordar a Nicolás, realmente era doce años que no lo volvía a ver, y fue muy raro y extraño porque un sentimiento de cosquilleo comenzó a habitar en mi cuerpo y no me gustaba ni un poco.

 

(Mientras Nicolás)

Lucrecia: ¿Quién era esa mujer que te saludo?

Nico: Una amiga de años, que no la veía hace años.

Lucrecia: ¿y porque no fuiste a saludarla?

Nico: No quería que te pongas celosa.

Lucrecia: Aunque sea una rubia de ojos claros no me iba a poner celosa, aunque sea más flaca que yo.

Nico: ¿ves? –me rio- Vamos a hacer la comida mejor.

 

Aquella noche no pude casi ni dormir, lo único que pensaba era en la imagen de Emilia saludándome con la mano y una sonrisa hermosa que hizo que recordara todo mi pasado con ella.

 

Al día siguiente. (Por Emilia, en el supermercado)

Emi: -haciendo la fila-

Martha- Me jodes –sonriendo- ¿Emilia?

Emi: -me doy vueltas- ¿Martha?

Martha: Me muero! –La abraza- Dios mío, tanto años –deja de abrazarla y le toca la cara- y seguís tan hermosa.

Emi: -Sonrió- Gracias Martha ¿vos como estas?

Martha: Tenes un tono raro.

Emi: -me rio- Es que vine por tres meses , hace doce años que vivo en Estados Unidos.

Martha: Woow, por favor veni a casa, si Roció te ve se muere, ella está en casa, por favor.

Emi: -Sonriendo- Muero por verla también, pero no quería ir a su casa y molestar.

Martha: ¡Por favor! Vos seguís siendo una hija para nosotros ¿estás de pareja?

Emi: No, estoy trabajando muchísimo, soy Arquitecta.

Martha: No lo puedo creer, encima de linda inteligente.

Emi: -me rio-

Martha: ¿viniste en auto?

Emi: Si, mis viejos me prestaron su auto, como tienen uno cada uno, me prestaron el auto para que me manejara durante el tiempo que este acá.

Martha: ¿vamos a casa? Por favor.

Emi: Bueno, si me lo pide así, obvio que voy.

 

Con Martha siempre tuve una muy buena relación, y a pesar de cuando nos separamos seguíamos en contacto, pero el día que me fui decidí perder todo tipo de contacto con ellos, aunque era unos suegros incondicionales, nos ayudaron con todo, y sin dudas cuando nos separamos estuvieron de mi lado y se enojaron mucho con Nicolás, pero ya no había mas por hacer.

 

Media hora luego.

Martha: Raúl mira a quien traje.

Raúl: ¡Emilia! –sonríe y la abraza-

Emi: Están, tan grande, los extrañe.

Raúl: y nosotros! Lo que peleamos con Nicolás, que lindo es verte acá.

Roció: -baja la escalera rápidamente y abraza a Emilia- Amigaaa , cuñada! Te extrañe tanto!

Emi: -sonrió  abrazándola- yo mas a vos.

Roció: ¿Cuándo volviste? ¿Por qué no avisaste?

Emi: Volví hace una semana, es que fue todo muy rápido.

Roció: Bueno, te quedas a comer, a merendar y si es posible a dormir como antes, ay estoy tan feliz –le agarra los cachetes- vos vas a ser mi cuñada por siempre.

Emi: –me rio- esta difícil la cosa, medio que ya tenes otra cuñada, pero si acepto quedarme a almorzar.

Martha: Marcha entonces unas buenas pastas, ñoquis caseros, te voy a amasar porque son tus favoritos.

Roció: Llego su hija adoptiva y le hace hasta ñoquis.

Martha: Obvio.

Emi: -miro las fotos de la pared- Que lindas fotos –miro la foto del hijo de Nicolás- Es tan igual a él.

Roció: ¿ya lo sabías?

Emi: Si me dijo Eugenia ¿Cómo se llama?

Roció: Mateo.

Emi: Lindo nombre

Roció: Ahora pregúntame su segundo nombre.

Emi: ¿Cómo es?

Roció: Uriel.

Emi: No!, no , así no.

Martha: Reclama! –Grita desde la cocina-

Emi: Obvio Martha, así se iba a llamar si yo tenía un hijo con el –me rio-

Martha: Lo más extraño de todo esto, es que él lo llama Uriel, se tatuó Uriel y bueno, creo que fue la discordia entre él y Lucrecia, porque Lucrecia quería llamarlo diferente y el dijo que su hijo varón debería llamarse así, y bueno. Bueno Emi, ahora véngate Ponele Isabella a tu hija.

Emi: obvio –vuelvo a reírme- No puedo creer que todavía te acuerdes de eso. –voy para la cocina-

Martha: Es que Mateo se iba a llamar,  Isabella si era mujer. Me hubiese encantado que vos seas la madre de Mateo, no te imaginas lo desastre que es Lucrecia como madre.

Emi: Bueno, su hijo eligió a esa mujer.

Martha: Pero la erro terrible. –Suena el timbre- ¡Me olvide!

Emi: ¿Qué paso?

Martha: Nicolás venia a comer, le prometí ñoquis, viene solito eh –le guiña el ojo- Lucrecia se fue con Mateo a un cumpleaños del hijo de su amiga y el no quiso ir.

Emi: Me las va a pagar! –poniéndome un poco nerviosa-

Roció: Algo se tramaba mama.

Emi: Cubrime de esta por favor. –suspire y fui hasta e living nuevamente-

Roció: Tranquila Emi.

Nico:-entra a la casa- Así que bueno mama, vine a comer los mejores ñoquis de la tierra –entra al living y ve a Emilia y sonríe-

Emi: -sonrió mirándolo-

Nico: ¡Pero no me dijiste que había una rubia acá!

Emi: -me rio un poco- y a mí tampoco me dijo que venía un barbudo, Estas viejo che!

Nico: -se ríe- Pero sigo tan irresistible como siempre.

Emi: -vuelvo a reírme y me acerco a él-

Nico: -la abraza y le da un beso en la mejilla-

Martha: Pensé que me iba a morir sin ver esa imagen.

Emi: ¡Martha por favor!

Martha: ¡Ya me pongo a hacer los mejores ñoquis!

Roció: ya vengo!

Emi: -la miro a Roció con ganas de matarla-

Nico: No puedo creer que te vuelva a ver ¿Cómo estás? Contame de vos por favor.

Emi: Estoy muy bien, pero veo que vos mejor.

Nico: Algo así, con quilombos de gente todos los días en el banco, pero bien.

Emi: ¿Tuviste un hijo?

Nico: Si Uriel, el amor de mi vida.

Emi: Si yo tuve a Isabella.

Nico: Ah..

Emi: Mentira, sos un chorro de nombre. –lo empujo un poco-

Nico: -se ríe-  Ya lo sé, siempre dije que mi primer hijo con vos iba a llamarse así, pero bueno, de todas formas te tuve presente.

Emi: Que tarado sos.

 

Comimos juntos y solo había risas y tras risas en esa mesa, ni que fuera una mentira, parecíamos un familia de nuevo cenando, pero nada de eso era verdad, éramos una pareja de divorciados cenando como si nada hubiese pasado entre nosotros.

 

Nico: Woow, no puedo creer todo lo que construiste. –en la mesa sentados uno al lado del otro-

Emi: ¡Yo tampoco! –me rio- Ahora en dos meses vuelvo ya que tengo un grande proyecto en la empresa.

Nico: Perdón que pregunte, pero ¿tu pareja vino con vos?

Emi: No, porque me separe hace años, no quise asumir compromisos mayores, no quiero volverme a casar.

Nico: Bueno pero por las dudas conmigo por iglesia seguimos casados.

Emi: y ese es difícil de romper. Hablando de casamiento, ¿te casaste de nuevo vos?

Nico: No, Lucrecia quería casarse por iglesia y civil todo junto, el problema es que por iglesia ya me case una vez y no hay vuelta atrás, no le gusto un poco, igual, jamás voy a estar arrepentido de que me haya casado con vos, de eso estoy seguro. Y bueno por civil no se quiso casar, así que no estamos casados ni nada de eso, solo tenemos a Mateo, aunque las cosas no están bien.

Emi: ¿Por qué? Perdón si te moleste con la pregunta.

Nico: No Emi, está bien, cuando ella quedo embarazada estaba a punto de separarme, estábamos muy mal como pareja y bueno Mateo fue como la salvación de la pareja, pero es complicado, hace dos años que mateo nació y todo sigue muy mal, ella es enferma de los celos, y no cuida como se debe a Mateo, digamos que toda la mañana se la pasa con la niñera hasta que llego yo, pero también tengo miedo que el crezca sin un padre.

Emi: Que difícil situación.

Martha: -se acerca a ellos- miren lo que encontré –pone un libro de fotos en la mesa- Es tuyo Emilia, te lo guarde, es hora de que hagas lo que quieras con las fotos.

Emi: -la miro- Gracias por guardarlas, sabía que podía confiar en vos.

Nico: ¿Por qué me mentiste mama? –mira a Emilia- me dijo que lo tenias vos.

Emi: -me rio- Yo le pedí que no te las diera, que se yo, mira si rompía las fotos del casamiento.

Nico: -abre el libro de bodas-

Emi: No por favor –comienzo a reírme- Me había olvidado que me case con ese vestido tan raro y vos –lo miro a Nicolás- con jean, te pasas.

Nico: -se rie- estaba de moda, el jean y arriba el saco, mira la cara de pendejos que tenemos por favor. (Es la 1er foto de entrada, para que se imagen mejor)

Emi: No supero tus zapatillas –riéndome- está bien yo me clave ese cinturón blanco en el vestido, pero vos te pasaste.

Martha: -se ríe mirándolos-

Nico: ¡Mira mama como besaba a tu hijo!. –Mostrándole la foto-

Emi: ¡Nicolás! –poniéndome colorada, le tapo la cara con mis manos- te voy a matar eh!

Martha: -larga una carcajada- yo te doy permiso.

Emi: -me empiezo a reír- a ver cuando su hijo va a madurar.

Martha: Esta difícil la cosa.

Nico: ¿Puedo quedarme con una foto?

Emi: Si Nicolás.

Nico: esta –sacando la foto del álbum-  Si la ve Lucrecia ¡seguro!

Emi: -comienzo a reírme con Nicolás- –Suena el timbre-

Martha: Se acabo la diversión, pero llego el mejor nieto de todos.

Emi: -un poco incomoda- Es momento de irme.

Nico: No, quiero que conozcas a Mateo. –Guarda la foto en la mesada del living de la casa-

Emi: Esta tu mujer, va a incomodar la situación, bueno que este acá eso.

Nico: Por favor Emilia.

Mateo: -entra y corre hacia Nicolás-

Nico: Enano, no corras que aun sos chiquito –lo sube a upa- Te presento a Emilia.

Emi: -le toco la carita a Mateo y sonrió- Tan igual a  vos –lo miro a Nicolás-

Lucrecia: De que me perdí… -mirando la situación-

Martha: -contemplando la imagen sonríe- Nada, de nada Lucrecia, ella es Emilia amiga de la familia, mi segunda hija.

Lucrecia: Ah, y recién la conozco.

Emi: Estuve doce años en Estados unidos, vivo allá, eso es lo que pasa. Bueno es hora de irme. –agarro el libro de fotos de boda y mi cartera- Cualquier cosa ya tenes mi numero Martha, cuídese, y por este tiempo podes venir a mi departamento las veces que quiera.

Martha: Lo sé, y vos también, te quiero mucho –la abraza de costado-

Roció: -baja las escaleras rápidamente- Nos vemos pasado mañana así hablamos tranquilas, porque mi hermano ocupo mi lugar hoy.

Emi: -sonrió- Esta bien. Chau Mateo –le doy un beso en la frente y luego saludo a Nicolás- Que linda familia formaste barbudo.

Nico: -se ríe- Nos vemos rubia teñida.

Emi: -le saco la lengua y luego miro a Lucrecia- un gusto conocerte ¿Lucrecia?

Lucrecia: Si, igualmente –la saluda-

Emi: Bye... perdón adiós.

 

 

Salí rápidamente de esa casa, y arranque el auto sin saber dónde ir, realmente lo único que hice es poner la radio fuerte y cantar para no llorar, fue el momento más incomodo de mi vida, y de pronto el tema remember when de avril lavigne comenzó a sonar, y comencé a llorar, ese tema decía todo lo que sentía en ese momento, realmente me había dado cuenta que yo no lo había olvidado y temía que el si lo allá hecho. 

Segunda parte.

(Mientras Nicolás)

Martha: ¿se quedan a cenar?

Nico: No ya vamos a casa mejor.

Martha: ¿estás bien hijo?

Nico: Si –suspiro y subo a upa a Mateo-

Lucrecia: Necesitamos hablar en casa Nicolás.

 

Media hora después.

Lucrecia: Realmente no me di cuenta, pero ahora que caí en la cuenta.

Nico: ¿Qué pasa? Mateo se durmió.

Lucrecia: Ella es no?

Nico: ¿Qué?

Lucrecia: Juro que no me voy a poner celosa, quiero saber si ella es tu ex mujer.

Nico: No es necesario.

Lucrecia: Lo sabía, sabía que la había visto en algún lugar, y era tu ex mujer. Ahora entiendo porque tus padres y tu hermana estaban tan feliz, hasta que llegue yo.

Nico: No hables tonterías, Emilia tiene su vida, yo hice la mía con vos y fin de la historia. No quiero hablar más sobre el tema.

 

 Mi historia con Lucrecia no fue nada romántica, la conocí ya que iba habitual al banco, luego nos comenzamos a ver en los boliches y una relación comenzó, no fue nada que ver a mi relación con Emilia, realmente quería olvidarla y sentí que ella pudo ocupar aunque sea un pequeño lugar, aunque las cosas se fueron complicando a través del tiempo, y cuando realmente nuestra relación estaba por terminar, ella quedo embarazada de Mateo y es así que no nos separamos, me daba miedo que mi hijo crezca lejos de su padre.

 

-Dos semanas luego-

Nico: Rubia queres tomar un café conmigo?

Emi: -se da vueltas mientras caminaba dirigiéndose a su departamento y sonríe al verlo-  Si, pero con facturas por favor!

Nico: -se ríe- Subí.

Emi: -sube al auto y lo saluda- ¿Qué haces por acá?

Nico: Acabo de salir del trabajo, y compre muchas cosas porque Lucrecia se fue este fin de semana al campo de sus padres, entonces debo cocinarme, se llevo a mi hijo, y como trabajo no puedo faltar ya que bueno, se fue hoy jueves y viene el lunes.

Emi: Ah…  -mira para el costado- Se viene una fea tormenta.

Nico: Compro facturas y vamos a casa ¿no te molesta no?

Emi: No, está bien.

 

(Por Emilia)

Realmente si me molestaba y si me sentía completamente incomoda, pero tenía que aceptarlo, solo éramos una pareja que en algún pasado se amaron tanto y se casaron, ahora intentan retomar una amistad y hacer como si nada paso.

 

(10 minutos después)

Nico: Ya compre las mejores medialunas.

Emi: ¿Adónde vamos?

Nico: Vamos mejor a la casa del country, donde vivimos alguna vez.

Emi: -me rio, haciendo la que no sabía nada- ¿Seguís viviendo ahí?

Nico: No, hace como cinco meses que no vamos, solo vamos algún fin de semana o cuando hacemos asado familiar, pero no, no vivo ahi.

Emi: Ah bueno. –Entrando al contry-

Nico: -para en la entrada- Gustavo tanto tiempo ¿todo bien?

Gustavo: (seguridad del contry) Si… ¿Emilia?

Emi: -Sonrió- Acá estamos.

Gustavo: No puedo creer verlos juntos.

Emi: Es que quiero controlar que mi vieja casa siga en condiciones.

Gustavo: -se ríe- Muy bien señorita, pasen tranquilos, y vayan rápido porque se larga la lluvia.

Emi: Así parece –Nico arranco- No sabía que seguía trabajando.

Nico: Si, sigue trabajando hace tiempo, ahora es el jefe de seguridad.

Emi: se lleno de gente, recuerdo cuando éramos unas de las pocas casas.

Nico: Si, menos mal que nos fuimos bastante al fondo, hay más tranquilidad, sabes a tu hermana la vi por acá, creo que vive una amiga.

Emi: Ah, no me dijo nada –haciéndome la que no sabía-

Nico: Y se largo la lluvia. –Estaciona el auto-

Emi: pensé que nunca más la iba a ver.

Nico: -la mira-

Emi: Sigue tan linda, sabes… -lo miro a Nicolás- De todos los planos que hice de casas, jamás copie esta, quería que nadie tenga una casa parecida a esta.

Nico: Recuerdo cuando decidiste a hacer el plano.

Emi: Si…

Nico: ¿bajamos así entramos?

Emi: Bueno.

Nico: a correr –baja del auto rápidamente-

Emi: -bajo del auto rápidamente al igual que Nicolás y comienzo a reírme-

Nico: -abre la puerta- ¡Que frio dios!

Emi: Demasiado, ¿Enciendo la de la chimenea?

Nico: Si… , yo voy a poner el agua para unos mates.

Emi: -miro para todos lados- Esta todo tal cual la deje. –Enciendo la chimenea- Ahora mucho mejor.

Nico: Ya puse el agua.

Emi: ¿No hiciste nada nuevo?

Nico: No, porque sigue siendo tu casa.

Emi: ¿eh? –lo miro extraña-

Nico: Si Emilia, nunca la puse en venta, fue mentira, decidí averiguar el presupuesto de la casa y darte la mitad para que te quedes tranquila, nuestra habitación no se uso más, y las veces que venimos acá, nadie sube a los cuartos, solo usamos el jardín de invierno  las habitaciones de abajo y el quincho. Yo hice muchas cosas horribles con vos, y por eso nunca vendí la casa ni la auto compre, solo te di el dinero para cubrir un dolor que te hice, esta casa aun esta a tu nombre y mi nombre.

Emi: -sorprendida- Eu, no tenes que hacer eso, si queres vender esta casa esta a todo tu derecho y no me tenes que dar nada.

Nico: No pienso nunca vender esta casa, fue nuestro sueño, no quiero olvidar de mi pasado, lo que nos costó poder tener esta casa.

Emi: -suspiro tristemente- Nico no hace falta que revolvamos al pasado, de enserio. Miremos al presente y mira la hermosa familia que tenes, tenes a Mateo, el amor de tu vida.

Nico: Uriel , mejor decile Uriel.

Emi: -sonrió- Esta bien. ¿Vamos a tomar mate a la cocina por favor?

Nico: Esta bien.

Emi: -dirigiéndome a la cocina- Mi hermosa y bella isla –abrazando la mesada-

Nico: -se ríe-

Emi: No pude evitar, en casa construí la misma, adonde vivo en Miami.

Nico: Me imagine –Enciende la tv-

Noticiero: Alerta Meteorológica!

Emi: ¿Qué?  -mirando la Tv- No lo puedo creer, vengo a Buenos Aires y traigo la tormenta para acá. –me rio- Me fui a un lugar donde hay muchas tormentas, y odio las tormentas le tengo terror.

Nico: Entonces ni loca vas a salir de acá, y hoy dormís en tu casa después de doce años.

Emi: No, no quiero tener problemas.

Nico: Emilia, le tenes terror a las tormentas, y hay alerta meteorológica no quiero que te pase nada, y me importa un carajo lo que digan los demás, nadie sabe que estamos acá por tomar mates por favor.

Emi: Esta bien –no tan convencida- ¿Entonces que me vas a cocinar de rico?

Nico: Aflojamos rápido.

Emi: -me rio- muero por comer unas pizzas tuyas, por favor.

Nico: y adivina, compre champiñones para poner arriba, bueno menos mal que hice la compra para estos días, porque acá nose que hay.

Emi: Cosas vencidas –vuelvo a reírme- 

Nico: Vos tenes que hacer tu salsa para la pizza, por favor.

Emi: Esta bien, trato hecho.

Nico: Voy a comprar unas cervezas acá a la vuelta, no podemos comer pizza sin cerveza por favor!

Emi: Anda, pero cuídate que llueve mucho.

Nico: Quédate tranquila. –Agarra las cosas rápidamente y sale de la casa-

Emi: Voy a chusmear. –subo las escaleras y voy a nuestro cuarto- Sigue todo igual, espera –abro la puerta del costado, que era un guardarropas enorme- Me jodes, todavía están mis cosas –comienzo a buscar y entre eso estaba hasta el vestido de novia- Y yo que no me acordaba donde había dejado el vestido, esta todo tal cual lo deje hace doce años, -sigo buscando- Mis pijamas, gracias dios –saco un par y vuelvo a bajar-

Nico: Volví, ah veo que subiste.

Emi: todavía están mis cosas. –Bajando las escaleras-

Nico: Si, Deci que Lucrecia jamás entro a ese cuarto, y mucho menos sabe que hay un guardarropa, porque tira todo.

Emi: Yo haría exactamente lo mismo, están mis pijamas.

Nico: -se ríe- cierto que no podes dormir sin eso. Bueno mejor tomemos unas cervezas y dejemos el mate, y voy a  amasar, ya saque las cosas del auto.

Emi: Bueno, dale.

 

Seguimos en la charla y realmente las horas pasaban y solo había recuerdos y muchas risas, comimos y seguimos tomando cerveza. El recuerdo del pasado en ese momento no, nos consumía, si no nos alegraba a ver pasado por todo eso juntos.

 

Emi: Estaría no viendo bien –me empiezo a reír- nos tomamos siete cervezas y somos dos!

Nico: Ya aflojaste.

Emi: No puedo más, yo tome más que vos!  -me vuelvo a reír-

Nico: ¿Queres ir a dormir?

Emi: ¿con vos?

Nico: -se rie- ya estamos en pedo.

Emi: es tu culpa, me hiciste tomas cuando no debía –me levanto y me mareo y comienzo a reírme-

Nico: Para Emilia! –la agarra riéndose-

Emi: Pensar que nunca te deje que te dejes esa barba, pero te queda tan lindo.

Nico: -riéndose- Me encanta verte así, total mañana ni te vas a acordar.

Emi: No me importa. Quiero vomitar.

Nico: Pff… agarrándola- Vamos Emi. –Llevándola al baño-

Emi: -se pone a llorar- No quiero vomitar tus pizzas.

Nico: Bueno, tranquila.

Emi: Porque me las hiciste vos con mucho amor.

Nico: Bueno, después te voy a hacer mas, pero estas mal, y prefiero que vomites.

Emi: ¿me prometes que me va s a hacer más pizzas con mucho amor?

Nico: Te lo prometo.

Emi: -le toco la cara- ¿sabías que Cupido vino a visitarme?

Nico: -larga una carcajada- ¿Cupido? No, no sabía.

Emi: Si, y me dijo, volvete a enamorar de Nicolás y mira –comienza a llorar- I love you.

Nico: Ahora me empezas hablar en ingles, mira que no entiendo tanto.

Emi: te dije que te amo. –Me doy vueltas y comienzo a lanzar en el inodoro-

Nico: -le sostiene el pelo-  Tiene que haber –agarra una colita que había en el baño y le ata el pelo- ¿Estas mejor?

Emi: Un poco –vuelvo a lanzar y me largo a llorar- ¿Por qué tuviste un hijo con ella?

Nico: No lo sé.

Emi:  Yo quería ser la madre de tu primer hijo.

Nico: Lo intentamos Emilia, pero la vida no nos dio esa oportunidad.

Emi: -vuelvo a lanzar- ¿Por qué me engañaste? –sin dejar de llorar-

Nico: Te jure que fue solo una calentura y toda mi vida voy a estar arrepentido de haberte engañado

Emi: ¿me lo juras?

Nico: Te lo jure mil de veces.

Emi: Me costaba entender como te acostaste con esa mujer, cuando todas las noches que hacíamos el amor me decías que mi cuerpo era único y irreemplazable –comenzando a llorar-

Nico: Perdóname.

 

 

Emi: ¿Por qué lloro?

Nico: Es parte del síntoma después de tomar tanto, Bueno –tira la cadena y Agarra una servilleta y le limpia la boca-

Emi: Gracias –sin dejar de llorar- era un lindo momento y yo la cague poniéndome en pedo.

Nico: No llores mas, Quédate acá sentada en el piso que busco agua así tomas.

Emi: Bueno.

Nico: -busca agua rápidamente y le da-

Emi: Gracias, sos tan lindo y bueno conmigo. –Me enjuago la boca y luego tomo un poco de agua-

Nico: -sonríe- Por mi mientras que me digas todas estas cosas lindas, vengo a cuidarte en pedo todos los días. –se sienta al lado de ella en el piso-

Emi:  -apoyo mi cabeza en su hombro- Después de nuestra separación hice muchos actos de estos con mis amigas de Miami, así que una vez me tocaba con vos.  Te extrañe.

Nico: yo hace doce años , desde el día que te fuiste te extraño. Creí que cuando naciera Mateo podía olvidarte, pero nunca te olvide.

Emi: -lo miro- Suena tan tierno lo que me decís. ¿No me das un beso?

Nico: te comería la boca hace rato, pero no quiero hacer nada mientras estés así.

Emi: Después me voy a olvidar, pero el amor que siento por vos esta acá –me toco el pecho- y eso no se va a borrar.

 

(Por Nicolás)

 Me acerque a ella y le di el beso más tierno que podía haberle dado, mientras sentí como ella tocaba mi rostro y luego apoyo su frente junto a la mía, y de ese momento me di cuenta que iba a ser la única mujer que iba a amar en esta tierra.

 

Emi: Me había olvidado que besabas tan lindo.

Nico: -me rio- Es mejor que te lleve a dormir.

Emi: Vamos a dormir, yo te doy el permiso.

Nico: Esta bien –me levanto despacio junto a ella- Vamos que tenemos que subir escaleras.

Emi: Bueno –caminando junto a él-

Nico: despacio –subiendo las escaleras- dale que ya llegamos.

Emi: -entrando a la habitación- ¿me ayudas con mi pijama?

Nico: cierto que no podes dormir sin pijama, si que te voy a ayudar.

Emi: -se saca las zapatillas y como puede la ropa- No tengas vergüenza, me viste muchas veces desnuda y completa, ahora solo voy a quedar con ropa interior.

Nico: -me rio- ¿este pijama que dejaste acá en la cama está bien?

Emi: -Asiste-

Nico: Bueno, vamos con el short –ayudándola a vestirse- listo, ahora la remera del pijama –le pone la remera- ¿Ahora si?

Emi: Si, gracias seguís siendo todo un caballero. ¿No te vas a acostar conmigo?

Nico: Si, para –me saco las zapatillas-

Emi: No te avergüences, dormí en bóxer como dormías siempre-

Nico: Obvio –me rio y me quedo en remera y bóxer y entro a la cama-

Emi: hace frio. –Entrando a la cama-

Nico: ¿enciendo el aire para que caliente el ambiente?

Emi: Si un poco, pero, abrázame.

Nico: Esta bien.  –la abrazo-

Emi: -apoya su cabeza en el pecho de Nicolás y lo mira- ¿tenes algo para decirme?

Nico: I love you.

Emi: -se rie- yo también, muy buen ingles.

Nico: -le doy un beso en la frente-

Emi: -cierra los ojos y se queda dormida-

Nico: Sos tan linda.

 

(Por Emilia)

Horas más tarde me levante con mucho dolor de cabeza, pero cuando vi a Nicolás abrazándome todo eso se me olvido, y lamentablemente me acordaba de todo lo que había pasado aquella noche, así que decidí aprovecha un rato mas el momento y seguir durmiendo.

Hasta que volví a levantarme y Nicolás ya no estaba más a mi lado, así busque alguna ropa en el armario, realmente cuando me fui de esta deje todo, lo único que me lleve fueron mis documentos y pasaporte, y lo que tenia puesto.

Termine y encontré mis jeans favoritos, mis zapatillas y mi remera favorita, estaba todo tal cual había dejado, bueno casi igual, Nicolás dejo todo tan bien guardado que nada tenía olor a humedad, hasta el vestido de novia estaba guardado en una caja muy bien cuidado.

Luego de buscar mi ropa entre al baño de nuestra habitación y me di un largo baño, me seque un poco el pelo , me hice una colita de pelo y baje a desayunar.

 

Nico: Te iba a llevar el desayuno pensé que no te podías levantar, te hice un café cargado. –Sin dejar de mirarla- Te ves tan… como antes.

Emi: Gracias –me empiezo a reír- Aproveche y me bañe, ¿no te molesta?

Nico: Te dije que es tu casa.

Emi: Bueno… gracias y me puso algo de ropa .

Nico: tus jeans y remera favorita.

Emi:–sonrió- ¿todavía te acordas?

Nico: Fue unos de los últimos regalos que te hice.

Emi: Si… voy a tomar el café porque aun me siento horrible y  no me acuerdo de nada –mintiéndole-Perdón, no te salude, Buen día –le doy un beso en la mejilla-

Nico: y también, era obvio.

Emi: ¿Qué te dije?

Nico: Nada grave, quédate tranquila.

Emi: No puede volver a pasar, estoy muriéndome de vergüenza. ¿Después me llevas a casa?

Nico: Si obvio. Me olvide lo calentita que sos en la cama.

Emi: -Poniéndome colorada- Nicolás!!

Nico: Pero no estoy mintiendo, es mas me dejaste todo tu perfume.

Emi: -bajo la mirada y luego vuelvo a mirarlo- Báñate antes que te huela tu mujer y quiera matarme de los celos.

Nico: Mazo menos –se ríe-

 

Desayunamos juntos, hablamos una hora más y decidí ya volver a mi departamento, esto de estar con Nicolás me debilitaba las cien por ciento.

 

Emi:  -saliendo de la casa- Bueno, es hora de…. –miro al frente- ¿Mariana y Eugenia? –Vuelvo para atrás y me doy vueltas-

Eugenia: ¡Nicolás! –sonríe- ¿Cómo estás? –gritándole de la vereda de enfrente-

Nico: Muy bien Eugenia, hoy es el día del bancario así que no trabaje.

Mariana: -saluda con la mano y vuelve a mirar sorprendida- ¿Emilia? –dándose cuenta lo dice mas fuerte- Rubia, teñida.

Eugenia: No digas asi a la piba.

Mariana: Hermana de sangre, podes darte vuelta.

Emi: -me doy vuelta y sonrio-

Eugenia: -se queda sin palabras-

Mariana: ¿Adonde van?

Emi: Iba a llevarme al departamento.

Mariana: Deja Nico, que la llevamos Nosotras, subi al auto Emi, que ya íbamos para alla.

Emi: -Lo miro a Nicolás- Ahora me van a hacer un cuestionario de preguntas, -me rio- Gracias por bancarme una vez mas en pedo.

Nico: No me molesta, después quiero que hablamos de algo nosotros dos.

Emi: Esta bien –le doy un beso en la mejilla- Nos vemos.

Nico: Que se repita.

Emi: y antes de que me vuelva –cruzo al frente y subo al auto, y mis hermanas suben rápidamente.

Euge: ¡Ya contas todo! –arrancando el auto-

Emi: No paso nada.

Mariana: Claro se juntaron a tomar mates tan temprano.

Emi: Bueno, fue asi, ayer, y … con la lluvia me quede a cenar y luego.

Euge: ¿un reencuentro apasionado?

Emi: Me puse en pedo.

Mariana: -empieza a reírse- Me jodes, entonces ni te acordas.

Emi: Lo peor es que me acuerdo de todo.

Mariana: ¿Entonces que paso?

Emi: Le dije que lo amo –me tapo la cara- y el también me lo dijo.

Mariana: ¡Eso es amor! ¿Qué mas?

Emi: sabes lo que me dijo, el piensa que yo no me acuerdo de nada… me dijo “hace doce años pensé en olvidarte, nació Mateo y eso no sucedió”

Eugenia: Me muero de la ternura.

Emi: Me beso, cuando termine de vomitar.

Mariana: ¡Eso es amor! –se rie- besarte después de haber vomitado, si que es amor.

Emi: -me rio- me lave la boca antes igual.

Eugenia: ¿y que sentiste?

Emi: Que lo amo –me vuelvo a tapar la cara- No quiero ilusionarme con esto, pero después de lo que paso, solo sueño en que todo sea como antes, pero hay un hijo ahora , una mujer.

Mariana: Pero te ama a vos, y su hijo nadie se lo va a sacar, ahora todo volveria a ser como antes, pero solo que Mateo no es tu hijo, pero eso no importa, el es muy chiquitito no va a entender nada aun, están a tiempo Emilia, no dejes que esta oportunidad pase de largo.

Emi: ¿Pero mi trabajo?

Mariana: Hay trabajo en todos lados, pero el amor pasa una sola vez en la vida!

Euge: Jugatela hermana.

 

Pasaron algunos días, y Nicolás me envió un mensaje preguntándome como estaba, y casi ni hablamos, realmente fue todo muy de golpe necesitaba despejarme y pensar , porque otra manera no habia de pasar el momento.

 

(Por Nicolás)

 

Lucrecia: Estoy harta de todo esto, me agota y te quejas, realmente me agota por eso no puedo cuidar a Mateo.

Nico: Es lo único que tenes que hacer!

Lucrecia: Pero tengo que ir al Gym y luego a terapia a yoga.

Nico: Quiero que terminemos la relación.

Lucrecia: ¿Qué Nicolás?

Nico: Si, no soporto mas vivir asi, esto tenia que haber pasado mucho antes de que Mateo naciera pero yo no puedo vivir asi, vivimos discutiendo, y no quiero que mi hijo cresca con los gritos de los padres.

Lucrecia: Perfecto, pero vos te vas a tu otra casa, y después vemos que hacer con Mateo.

Nico: No le va a faltar nada, voy a pasar el dinero que sea necesario.

Lucrecia: Se termino, podes buscar tus cosas y irte ahora… pero antes, arréglatelas, porque como asi se termino, quiero irme una semana de vacaciones con mis amigas, asi que hacete cargo de tu hijo.

Nico: Sabes que este fin de semana tengo el viaje de trabajo.

Lucrecia: Nose querido arréglatelas.

 

(Al día siguiente, por Emilia)

 

Emi: -levantándome suena el timbre- ¿Quién viene tan temprano? Ya voy –busco las llaves y atiendo- Nicolás.

Nico: Perdón, necesitaba hablar con alguien, traje tus medialunas favoritas.

Emi: -sonrió- Pasa tranquilo. ¿Cómo hiciste para subir?

Nico: Alguien entro y me mande… y me sigo acordando perfectamente en que piso estabas.

Emi: Esta bien, ¿tomamos un café y hablamos? –yendo a la cocina-

Nico: Si dale –siguiéndola-

Emi: Justo ya había puesto el agua a calentar –comienzo a preparar los cafes- perdón por mi cara lavada y mi rodete de mañana.

Nico: Vivimos tres años juntos Emilia por favor aca no tengas vergüenza.

Emi: -le doy su taza de café y me siento en frente de el y apoyando mi taza en la mesa- ¿Qué paso?

Nico: Me separe.

Emi: -sorprendida- ¿Cómo? ¿Por qué?

Nico: Ya no daba para más esa relación, me fui a vivir a casa de nuevo.

Emi: Tranquila todo se va a arreglar Nico, es cuention de tiempo.

Nico: No Emilia –mirandola- esto debería pasar antes que nazca Mateo… pero ahora el problema es mayor.

Emi: ¿No entiendo? ¿Cuál es el problema?

Nico: se va de vacaciones con amigas mañana y yo mañana tengo un viaje de trabajo este fin de semana, y mis viejos se van de vacaciones y Mateo.

Emi: ¿Cuál es el problema?

Nico: No se lo va a llevar, no le interesa ni un poco su hijo… debo suspender mi trabajo.

Emi: -agarro sus manos- Eu, no suspendas nada, a mi me encantaría cuidarlo.

Nico: ¿Qué? –Sorprendido- No Emilia, no quiero que seas la niñera de mi hijo.

Emi: Te hablo enserio, se que ese viaje es un aumento de puesto y demás, enserio es un favor que te estoy haciendo, aparte me encantan los chicos, te hablo de enserio, déjamelo a mí lo voy a cuidar como si fuera mío.

Nico: ¿estás segura? Son solo dos días, viajo mañana y pasado vuelvo, solo dos noches tenes que estar con mateo.

Emi: Nicolás te hablo de enserio.

Nico: entonces quédate esos dos días en casa, por favor, yo te voy a dejar todo lo que sea necesario la plata.

Emi: Esta bien, no te preocupes.

 

Hablamos una hora mas y el se fue a trabajar. Quien iba a decir que la ex mujer estaría aceptando cuidar un hijo de la actual, o ex actual. Realmente no me salía ser mala con él, se lo que anhelo ese hijo, y por lo tanto lo amo tanto, que daría lo que fuera por él.

Tercera Parte.

(Siguiente día)

Emi: -toco timbre-

Nico: Pasa Emi

Emi: -entro a mi vieja casa-

Nico: Mira quien vino Mateo Uriel.

Emi: -sonrió- Hola bombon.

Mateo: -sonríe-

Emi: Mi vida –sonriéndole- venís a upa.

Mateo: -asiste-

Emi: Lo subo a upa –Come muy bien mateo , porque esta pesado.

Mateo: shii…

Emi: -lo lleno de besos-

Nico: Emi, te deje todo preparado, las mamaderas en la heladera, compre todo, te deja todas las ropitas.

Emi: tranquilo Nico, dale anda que se te hace tarde para el vuelo.

Nico: gracias, enserio.

Emi: De nada, cuídate vos y ojo con mirar chicas que recién te separaste.

Nico: -se rie- Un beso a papa.

Mateo: -le da un beso-

Emi: -Sonrio- Nos vemos.

Nico: -agarra su bolso, saluda a Emilia y se va-

Emi: Bueno Mateo te quedaste conmigo ¿Jugamos? –bajandolo-

Mateo:- Asiste- ¿Memi?

Emi: -sonrio- Si me llamo Emilia.

Mateo: Memi veni –le agarra la manito-

Emi: si para vos soy Memi, me encanta la idea.

 

Para ser clara en menos de una hora me había enamorado completamente de ese nene, el sueño de mi vida con Nicolás estaba en frente de mis ojos, con sus mismos ojitos, labios y pestañas, como iba a no querer era criatura, si era él en pinta, me sonreía y sentía que lo hacia Nicolás, todo de Mateo Uriel me enamorada cada minuto mas y mas, y a pesar que no era mi hijo, por ese momento lo sentí propio.

Ese día jugamos toda la mañana y luego le hice de comer, lo ayude a comer, Mateo tenia solo dos añitos recién cumplidos y no entendía nada aun, pero era muy tranquilo y muy cariñoso. A la tarde Sali con el y por primera vez en mi vida me sentí madre, el sueño de mi vida,  toda esa tarde, le compre ropa y lo llene de besos, volvimos a la noche y el acto de amor mas puro, fue cuando me pidió dormir conmigo. Quien iba a decir que doce años después estaría en mi vieja habitación durmiendo con Mateo Uriel el hijo de Nicolás.

 

6 Am (siguiente día)

Mateo: Memi…

Emi: -despertándome- ¿Qué mi amor?

Mateo: Quiero la leche.

Emi: Bueno veni –levantándome lo alzo a upa- Marche una mamadera.

Mateo: -se ríe- Memi… ¿no queres ser mi mama?

Emi: -le toco la carita a Mateo- Amaría y desearía serlo, pero vos ya tenes una mami, pero puedo ser la postiza por este tiempo ¿te gusta?

Mateo: -asiste y sonríe-

Emi: -le doy un beso-

 

Después de darle la mamadera me pidió que me siente con el mirando dibujitos, al ratito Mateo se volvió a dormir y lo lleve a dormir, así que aproveche y hice algunos arreglos en la casa , me bañe y luego me acosté un ratito mas con él.

Cuando volvimos a levantarnos, le hice otra mamadera y aproveche a desayunar junto a él, luego salimos de paseo y decidí pasar por la casa de mis padres ya que debería llevarle algunas cosas que me habían pedido.

 

Emi: -entrando con mateo a upa- Llegamos.

Graciela: ¿y esta hermosura? –mirando a mateo.

Emi: Largo de explicar. Pero el es Mateo.

Graciela: -le da un beso- Es tan hermoso… tan parecido, no es cosa de locos.

Carlos: Hija –mira a Mateo- ¿Qué hace este campeón?

Mateo: Calos –pronunciando mal su nombre-

Carlos: Veni a upa con el abuelo postizo –agarra a Mateo- ¿Qué hacen con Uriel?

Graciela: -sin entender- ¿Uriel, no era Mateo?

Emi: De las dos formas, el lo mismo.

Carlos: ¿Qué esta Nicolás acá? –Mirando para todos lados-

Emi: No… se fue de viaje, largo de explicar, pero por ayer y hoy Mateo se quedo conmigo.

Graciela: -sonríe- ¡Dios me escucho! , cuando lo vi era tan igual.

Mariana: -baja-  Porque Qué tanto escándalo-. Ah mira que Madrastra se volvió mi hermana, me gusta la idea.

Mateo: No, ella es Memi.

Mariana: Me muero, ahora sos memi ¿vamos a comer ricos caramelos que tengo en la cocina?

Mateo:  -Asiste-

Mariana: -lo agarra a upa y se lo lleva-

Emi: No sabia que seguías hablando con Nicolás papa.

Carlos: Si los domingos comimos algunos asados con los del club, mejor las dejo –se va-

Emi: Mira este papa, se pasa.

Graciela: ¿Ahora me podes contar? Digo cuidando un hijo de tu ex marido no es cosa de locos.

Emi: Nos vimos con Nicolás un par de veces y nada, tenía un viaje de trabajo muy importante y como se separo y se fue la madre de Mateo de viaje “con amigas” –haciendo las comillas- dejo a Mateo solito, y nada me ofrecí a cuidarlo, somos amigos.

Graciela: Claro… entiendo todo –le guiña el ojo- Cualquier cosa siempre vas a tener el apoyo a tus decisiones, pero Nicolás acá es más que bienvenido, y no lo podes disimular, el amor que tenes por él, nadie cuida un hijo ajeno Emilia –le toca la cara- Mateo, mejor dicho Uriel era su sueño, sé que no es fácil asimilar que no es tu hijo, pero es de el, y los años pasaron y mira la cara que me pones cuando te hablo, te morís porque Uriel te diga mama por todos lados y por volver a hacer tu vida con Nicolás.

Emi: -me enrojo un poco y me apoyo al hombro de mama- Claro que me muero –la miro- ¿tanto se nota?

Graciela: Un poquito –haciéndole con los dedos-

Emi: -sonrio un poco- Bueno te voy a tener al tanto con todo, tomamos unos mates y después ya vuelvo que tengo que bañar a Mateo, le compre ropita.

Graciela: Bueno, dale.

 

Estuve una hora y volvimos con Mateo a casa, cocinamos juntos y en el momento de risas mi celular comenzó a sonar y conteste.

 

Emi: Nico ¿Cómo estás?

Nico: Ya esperando para que salga el vuelo ¿Cómo esta todo por alla?

Emi: Perfecto –sonrió- esperara que te paso con el.

Mateo: Papi

Nico: Hola mi amor ¿Cómo te estás portando?

Mateo: Re bien con Memi jugamos un monton.

Nico: Bueno me pone muy feliz, mañana ya estoy en casa.

Mateo: Bueno papi te quiero mucho.

Nico: Yo te amo mi amor.

Mateo: Toma memi –dandole el celular-

Emi: Acá volvimos ¿lo escuchaste?

Nico: Si veo que esta muy feliz, gracias Emi, gracias.

Emi: No me tenes que agradecer nada.

Nico: Mañana nos vemos y hablamos.

Emi: está bien,  espera ahí te mande la foto por whatsapp .

Nico: No me poder hacer esto, están hermosos los amo.

Emi: -sonríe-

Nico: ¿Seguís ahí?

Emi: Si, nosotros también te queremos.

 

(Por Nicolás)

Después de varias horas de viaje, llegue a las ocho de la mañana a mi casa, entre despacito y ya con solo entrar sentí que todo era como antes, el olor de Emilia por toda la casa, ordenado todo tal como le gustaba. Deje el bolso y subí al cuarto , supuse que Mateo dormía en algunos de los cuartos de arriba, pero cuando entre me sorprendí con el cuarto que Emilia anhelaba que sea para nuestro hijo decorado tan como ella le gustaba, todo eso era para Mateo, realmente me sorprendí ya que no esperaba todo lo que podría hacer, pero su cuna estaba vacía así que decidí ir al nuestro viejo cuarto y ahí fue donde la imagen más hermosa del mundo se presento frente a mis ojos, Emilia durmiendo con Mateo al lado, quien hubiese dicho que doce años después iba a ver esa hermosa imagen, la que alguna vez soñé cuando estaba con ella, así que me saque los zapatos y me acosté al lado de ellos.

 

Emi: -despertándose, mateo al medio de ellos- Nico llegaste.

Nico: Shh… dormí que debes estar muy cansada.

Emi: -sonrio un poquito-  Dormí vos que estas cansado.

Nico: ¿te molesta si duermo aca?

Emi: No, dormi.

Nico: -agarre la mano de Emi y le di un beso-

Emi: -sonrie y le toca la cara- Dormi ¿si? Mateo ya le di la mamadera se despertó a las seis de la mañana –hablando bajito- Asi que hasta las diez no se levanta.

Nico: Ya te volviste toda una madre.

Emi: Algo, un poquito nada mas.

 

(Por Emilia)

Nos miramos unos segundos y nos dormimos. Dos horas luego me desperté y Mateo junto a mí, así que él le di un besito a Nicolás dormido y bajo conmigo a desayunar.

Luego puse dibujitos y nos pusimos a cantar con Mateo.

 

Mateo: -riéndose- Otra vez!

Emi: Espera que vuelvo a ponerlo –retrocedo con el control remoto la tele y imito la voz de Micky Mouse me pongo a bailar- ¡octurussssssssssss! 

Mateo: -se ríe-

Nico: A lo que llegamos.

Emi: -me empiezo a reír-

Mateo: Papa

Nico: Hola campeón –lo alza a upa-  Buen día –mirando a Emilia-

Emi: -sonrió- Buenas –le doy un beso en la mejilla- Ya te deje para que tomes tu café, asi que ya te deje todo preparado es momento de volver al departamento.

Mateo: No memi.

Emi: Si mi vida, tengo que ir a mi casa.

Mateo: Esta es tu casa.

Emi: -le toco la carita- No mi amor es tuya.

Nico: Vi la habitación, me sorprendí, quedo hermosa, tal cual como dijiste alguna vez que la ibas a hacer.

Emi: -vuelvo a sonreír- Que bueno que te gusto, bueno ahora dejo que pases los días de padre e hijo.

Nico: Espera, cuando pase por el aeropuerto imprimí la foto que te sacaste con Mateo, y una es para mi , y esta es para vos –dándole la foto-

Emi: Gracias, salimos hermosos –mirando a Mateo-

 

Me fui de esa casa y Nicolás estaba en la puerta junto a Mateo saludándome, y me di vueltas mirándolo y el aun seguía con su mirada firme en mi saludándome, demasiadas cosas pasaban por mi cabeza y al salir del barrio privado no pude evitar llorar, tuve que frenar en la esquina porque mis lagrimas cada vez eran mas y mas fuertes, nose realmente porque lloraba, había dos opciones o porque me estaba yendo de un sueño que no era mío, o porque me quedaban días y volvía a Estados Unidos, pero cualquiera de las dos opciones se relacionaban y si no había duda una vez más me había enamorado completamente de Nicolás.

 

(Por Nicolás)

 

Nico: Si hijo quédate tranquilo –suena mi celular y atiendo-

Roció: Hermano, ¿Qué paso?

Nico: ¿Eh? –sin entender-

Roció: ¿Emilia estuvo con vos?

Nico: Si largo, pero hace un ratito se fue.

Roció: Pasaba por la puerta del country y la vi, freno en la esquina y lloraba, lloraba como una mujer enamorada.

Nico: ¿Puedo dejarte a Mateo con vos?

Roció: Ni lo dudes.

Nico: Llama a Lucrecia y decile que lo busque allá, hoy vuelve del viaje.

Roció: Bueno dale no lo dudes, veni ya.

 

Busque las cosas rápidamente de Mateo y fui a la casa de mi hermana donde lo deje, luego con el corazón acelerado de varios sentimientos encontrados me dirigí al departamento de Emilia, había gente subiendo al edificio así que entre junto a ellos y subí de la desesperación rápidamente corriendo hasta el octavo piso.

 

(Por Emilia)

Apenas llegue a mi departamento llorando comencé a hacer mis valijas ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué volví? Esas preguntas iban y venían a mi cabeza, me sentía mal por amarlo, pero mucho peor me sentía cuando me daba cuenta que esa familia se estaba destruyendo por mi presencia. Pero ¿Cómo se puede dejar de amar? Esa misma pregunta me hice el mismo día donde se termino todo y me fui del país, y doce años después me hacia la mismísima pregunta sin tipo de respuestas.

 

(Por Nicolás)

Toque el timbre y Emilia me atendió, tenía sus ojos verdes rojos de tanto haber llorado y esa misma imagen me rompía el corazón una vez más, era la misma imagen de la valija atrás de ella y su corazón destrozado, la misma de hace doce años atrás.

 

Nico: ¿Qué es eso? –Mirando y señalando su valija-

Emi: Es momento de irme.

Nico: Aun te quedan dos semanas Emilia.

Emi: No puedo –comenzando a llorar- Perdón.

Nico: No te vayas.

Emi: Debo volver, no , nos teníamos que haber visto, mírate, por mi culpa tu matrimonio esta mal.

Nico: -le toca la cara- Emilia por favor mírame –con los ojos llorosos- ese matrimonio que ni siquiera es un matrimonio nunca empezó , nunca hubo amor ¿entendes? A la única mejer que ame toda mi vida fuiste vos

Emi: -lo miro-

Nico: Te amo –se le caen algunas lagrimas-

Emi: La misma imagen –chocando las frentes- de hace doce años, es la misma por favor Nicolás no llores me estas rompiendo mas el corazón. Yo también te amo, pero… vos.

Nico: Vos y mateo son mi vida. La mejor imagen del mundo me la lleve esta mañana y fue la tuya junto a Mateo, nadie hubiese sido mejor madre que vos, perdón, perdón, pero yo te amo a vos, la misma sensación de hace doce o más años atrás ¿entendes Emilia? –tocándole la cara- Yo te amo a vos y no quiero que te vayas, no quiero volverte a perder.

Emi: Yo tampoco –diciéndoselo casi sin voz mientras mis lagrimas caían una tras otra-

 

 

Luego de decírselo, Nicolás me beso, y me dio el beso más tierno del mundo, ese lo que se demuestran pero te dicen todo sin palabras, el mismo beso que nos dimos cuando nos casamos, ese mismo beso entre lágrimas me estaba dando y luego nos llenamos de esos besos cortos entre sonrisas y nos unimos en un largo abrazo.

Tercera Parte.

Foto de instagram Nieloxvazattias - vazattias_existe
Foto de instagram Nieloxvazattias - vazattias_existe

Nico: -deja de abrazarla y le limpia las lagrimas a Emilia- Ahora vas a desarmar esas valijas y volver a comenzar una nueva vida en tu país.

Emi: -sonrió- Deseó fuerte que sea así de fácil.

Nico: Es que va a hacer así, de acá no te me vas mas.

Emi: No puedo no ir mas, soy arquitecta y como profesional tengo que ir explicar mi situación, pedir mi traslado a Argentina y mi departamento mis cosas, tendría que vender o al menos alquilar nose.

Nico: -la agarra la mano a Emilia y se sienta en el sillón y hace que se siente en su falda- Aca a vos no te va a faltar nada.

Emi: -le toco la cara y le doy un beso y apoyo mi frente con la de el- Que lindo es tenerte así –lo abrazo un poco-  Nico, yo sé que esto no va a hacer fácil, pero quiero que pase un tiempo.

Nico: ¿Tiempo? No entiendo.

Emi: Acabas de separarte hace unos días y… ya sabes cómo es la gente.

Nico: No me importa, el mundo sabe que vos fuiste mi mujer y ahora lo volver a ser ¿Cuál es el problema?

Emi: -sonrió y lo miro- ¿Soy tu mujer? Hace años que no escuchaba eso.

Nico: -sonríe y le da un beso en el cuello- Creo que la gente al contrario, diría ¡al fin volvió con Emilia!

Emi: -me rio- Por mi le contaría al mundo, pero por lo menos un tiempo, por el respeto a la mama de Uriel.

Nico: ¿Qué no te enteraste?

Emi: ¿Qué paso?

Nico: Pensé que te dijo mama, estaba de viaje y me mandaron una foto de Lucrecia con un hombre.

Emi: ¡Que atorrante!

Nico: Pobre mi hijo, la madre que le toco.

Emi: si –suspiro un poco triste-

Nico: Pero ahora tiene una madrastra hermosa.

Emi: -me rio un poco- No es gracioso.

Nico: Para el sos su Memi, te fuiste y me decía ¿va a volver?

Emi: Mi vida.

Nico: -le da un beso- Ustedes dos son ahora mi vida y pronto seremos mas y mas. Quiero que comiences el tratamiento Emilia –le toca la cara- Por favor.

Emi: Después hablemos de eso ¿si?

Nico: Esta bien.

 

Después de largos mimos Nicolás se fue a nuestra casa ya que tenía que hacer varios trámites y al siguiente día trabajar y para eso necesitaba descansar.

Yo en ese momento me sentí a la mujer más feliz del mundo, y sobre el tratamiento no quise decirle a Nicolás que ya lo había hecho y mis estudios daban bien. Por lo tanto al siguiente día me dedique a hacer varios llamados a Estados Unidos y finalmente me solucionaron y me dieron el traslado para poder trabajar en Argentina. De todas formas el retomar iba a tardar unas semanas más ya que había mucho tramite que hacer. Por lo tanto mi regreso con Nicolás nadie lo sabía, no quise contárselo a Nadie, quería ocultarlo al menos por unos días más.

 

Una semana luego

 

-Llamado telefónico-

 Nico: Buenos días.

Emi: buenas –despertándome ¿Qué hora es?

Nico: Hora de levantarse mi amor.

Emi: -sonríe sentándome en la cama- ¿Mi amor? Me voy a emocionar desde temprano.

Nico: -Se ríe-

Emi: Si me vas a levantar todos los días diciéndome eso, no me molesta ni un poco.

Nico: Son las diez de la mañana y acabo de entrar a trabajar.

Emi: ¿y Mateo?

Nico: Hoy va a estar con la madre, mañana sábado nos toca.

Emi: Buenísimo –sonrió-

Nico: ¿Hoy salimos a comer?

Emi: Obvio!

Nico: Bueno salgo a las tres del trabajo, me acuesto un poco, me baño y tipo ocho ando por alla.

Emi: Esta bien.

Nico: te amo nos vemos.

Emi: yo te amo mas, nos vemos.

 

Luego de varias horas me bañe, me vestí linda para él, y vino buscarme nos dimos un largo beso y salimos a comer, charlamos hasta gastarnos la voz, risas y recuerdos había en esa mesa. Después de tantos años, no la pasaba tan bien hace rato.

 

-En frente del edificio donde vive Emilia estacionado-

Nico: -en el auto de Nicolás- Hace tantos años no la pasaba tan bien.

Emi: yo tampoco, ya son las tres de mañana como pasó el tiempo. ¿Mañana nos vemos?

Nico: Si, Mateo está ansioso por verte.

Emi: -Nos damos un beso largo con Nicolás y luego fueron varios besos cortos-

Nico: -sigue y le da un beso largo-

Emi: Mi amor –entre besos, deje de besarlo y le hablo al oído- y si subimos.

Nico: me gusto mucho mas esa ida.

Emi: Vamos. –Bajo del auto-

Nico: -saca las llaves y baja rápidamente, luego pone la alarma al auto-

Emi: - abrí la puerta del edificio y le agarre la mano a Nicolás y luego subimos al octavo piso y abrí la puerta de mi departamento camine unos pasos por el pasillo de entrada- ¿Podes cerrar?

Nico: Si –cierra la puerta del departamento con llaves y traba la puerta y vuelve a mirarla-

Emi: -me rei , tire mi cartera al piso y corri hacia él y me subí tipo koala y le di un largo beso- son 60 kilos que ternes Que llevar al cuarto –riéndome-

Nico: -se ríe un poco y luego entra al cuarto de Emilia y caen en la cama- Ay como te amo mujer.

Emi: -me vuelvo a reír y lo miro y le doy un beso mientras intentaba sacarme los zapatos con las piernas y también los de él.

Nico:- Le saca la campera a Emilia y luego le desabrocha la camisa-

Emi: -le saco la campera y luego la remera rápidamente-

Nico: -le da un beso en el cuello-

Emi: sabes que me dan cosquillas –riéndome intentando desabrochar el pantalón a Nicolás- pero a vos si te gustan –le doy unos besos en la cara y luego el cuello-

Nico: Amor mas ajustado no podías tener el jean.

Emi: pero me lo puse porque a vos te gusta.

Nico: -sonríe un poco-

Emi: Porque tengo una cola hermosa –comienzo a reírme y luego lo vuelvo a besar , mientras podía sentir como Nicolás me había saco todo mi jean y desabrochaba mi corpiño y lo miro fijamente- Te amo.

Nico: yo te amo más de lo que imaginas.

Emi: -sonrió casi emocionada y nos volvimos a besar.

 

La luz de la habitación estaba apagada, pero una luz de nuestro interior comenzaba a encenderse de nuevo, de apoco ya no había nada que habituaba en nuestro cuerpo, solo éramos nosotros que luego de muchos años unos cuerpos se volvían a unir y la luz más hermosa que podía existir volvió a encenderse doce años después.

 

-A la mañana de ese día-

 

Emi: Nico, mi amor arriba –le empiezo a dar besos en la cara- Tenes que ir a buscar a Mateo.

Nico: Mujer estoy destruido.

Emi: -me empiezo a reír- es que hay mucha piel entre nosotros, pero ahora tenes que buscar al gordito.

Nico: Ya se, cinco minutos más.

Emi: Esta bien, voy a hacerte un café como tanto te gusta y un té para mí.

Nico: Esta bien mi amor.

Emi: -Le doy un beso, ya tenía mi pijama puesto así que me fui a hacer el café y el té para nosotros-

Diez minutos después

Nico: -ya vestido- Estoy fusilado –entrando a la cocina-

Emi: -me rio mirándolo- ¡Que flojito sos! Dale Nico, que Lucrecia te dijo que lo busques a las once y media y ya son las once.

Nico: Bueno mi amor, llego rápido a la casa.

Emi: -me acerco y le doy la taza de café y luego lo beso-

Nico: Tengo tu perfume en toda mi piel, que más le puedo pedir a la vida.

Emi: -vuelvo a reírme- Que tomes eso rápido y busques a Mateo.

Nico: Ya va mi vida.

Emi: Es que no lo veo hace una semana, desde que volvimos, y lo extraño.

Nico: Esta bien mami, ya voy.  –Toma largos tragos de café y deja la taza en la isla-

Emi: Así me gusta.

Nico: Bueno, ahí voy ¿la llave del auto?

Emi: la deje en la mesada del living, estaban tiradas en el cuarto

Nico: Bueno ahí voy –le da un beso a Emilia – paso por casa, busco algo de ropa de Mateo  y  venimos.

Emi: Esta bien. –sonriendo-

Nico: -le da otro beso y se va-

 

Veinte minutos luego –suena el timbre-

Emi: ¡Que se olvido este Nicolás! Vaa! –Grito y abro- ¿Ustedes?

Mariana: era hora, trajimos medialunas –mirando un poco de desorden-

Euge: ¿Qué paso acá?

Emi: Nada, vamos a la cocina.

Euge: Bueno –yendo a la cocina se sientan en los banquitos donde estaba la isla-

Mariana: Venimos a aprovecharte, porque sé, que te nos vas en unos días.

Emi: Si ¿hago mates o quieren otra cosa?

Mariana: Unos mates por favor. -mira la taza de café-

Emi: Justo estaba tomando el té.

Mariana: Agarra la taza de café y la toca y ve que todavía estaba un poco caliente-

Emi: -poniendo el agua-

Mariana: -mira la taza de té y luego la de café- ¿Estabas sola?

Euge: -la mira a Marian sin entender-

Emi: Eh.. si, no hay nadie.

Mariana: Claro, porque estas tomando o estabas tomando una taza de té y justamente en la mesa hay una taza de café y esta tibia.

Emi:-me enrojo un poco y me doy vueltas-

Eugenia: ¿Qué? –mira a Marian y luego a Emilia?

Mariana: Me parece que hubo un encuentro carnal.

Emi: -comienzo a reírme-

Eugenia: ¿De qué me perdí? –Mira el mueble y ve la foto de Emilia con el hijo de Nicolás- Emilia habla por favor.

Emilia: No digan nada por favor.

Eugenia: me está por bajar la presión si escucho lo que quiero.

Emi: Hubo mucha piel anoche… con Nicolás.

Mariana: ¡Omg! –se levanta rápidamente de la silla con Eugenia y gritan! ¡No lo puedo creer!

Emi: -comienzo a reír un poco colorada-

Eugenia: ¿Pero cómo llegamos a eso? Conta por favor.

Mariana: es obvio, cuando hay piel, no hay duda.

Emi: No soy amante de nadie quiero aclarar. Nicolás se separo.

Mariana: Me voy a emocionar.

Emilia: voy a llorar –le hago aire con la mano- Estamos juntos.

Eugenia: -sorprendida-

Emi: me quedo en Argentina.

Eugenia: -emocionada la vuelve a abrazar- Voy a llorar boluda, ayer estuvimos llorando con Mariana, no queremos que te vayas.

Emi: No va a pasar, pero no le digan nada a mama por un tiempo, ya se lo voy a contar, es que es todo muy reciente.

Mariana: estoy tan feliz, no puedo creer que hayan vuelto, nose no los veo a ustedes juntos desde que tengo once años, y ahora todo esto me emociona.

Emi: y a mí – a punto de llorar- Un sueño hecho realidad.

 

Después de larga charla y de contarles a mis hermanas como fue que volvimos, ellas desayunaron conmigo y una hora después se fueron. Entonces comencé a ordenar el departamento, y una vez que termine de limpiar escuche que Nicolás estaba abriendo la puerta, ya que se había llevado las llaves.

 

Nico: -bajándolo a Mateo- ¿y Memi?

Emi: -Me limpio las manos y voy hacia la entrada- Mateo –sonriendo-

Mateo: -corre hacia Emilia-

Emi: Mi vida –lo subo a upa y lo lleno de besos-  

Mateo: -Se ríe-  Basta Memi.

Emi: Es que tus cachetes me pueden –lo miro a Nicolás- ¿Qué queres comer mi vida?

Mateo: Milanesas.

Emi: Bueno –lo siento en la silla- Espera que te desabrigo un poco, porque aca hace calor y te va a hacer mal.

Mateo: Bueno.

Emi: -lo desabrigo- Nico, anda a comprar que hago milanesas con papas fritas.

Mateo: Sii –sonriendo-

Emi: A alguien le gusto la idea, y… cómprate un kilo de helado, espera que busco la billetera.

Nico: No, no estas loca, ahora voy ¿y si vamos?

Emi: Entonces vamos, y no te desabrigo, busca ¿tenes las llaves?

Nico: Si –mostrándole-

Emi: Vamos entonces.

 

Salimos a comprar como una pequeña familia, luego compramos las cosas y volvimos, pero antes nos quedamos un ratito en la plaza junto a Mateo.

Después de ese largo día, Mateo llego a la hora de las seis de la tarde y se quedo dormido mientras nosotros aprovechamos para poder hablar.

 

Emi: Tendríamos que comprar un guardarropa para el cuarto de Mateo.

Nico: -la mira- ¿y que mas? –acercándose-

Emi: Creo que nada mas, yo compre varios juegos de sabanas porque no había nada en tu casa.

Nico: Nuestra cosa.

Emi: -sonrió un poquito- Bueno nuestra casa.

Nico: -se acerca y le da un beso- Que lindo es verte tan madre. Hablando de madre, discutí esta mañana con Lucrecia.

Emi: ¿Qué paso?

Nico: Esta viviendo con alguien en su casa.

Emi: ¿tan rápido? Bueno, no somos el mejor ejemplo pero, las mujeres hacemos un poco de duelo, bueno algunas. Yo creo que esa casa que compraron deberías dejársela a ella porque Mateo también vive ahí.

Nico: Si Emi, ya la deje, a lo que vamos es que ya hablamos con el abogado, yo le deposito la parte de sueldo para mantención, pero no es responsable, si esto sigue así, voy a pedir la tenencia.

Emi: -suspiro- va a hacer lo mejor, pero hay que darle tiempo, mientras que no le haga nada a Mateo, no hay problema.

Nico: Si, obvio quiero lo mejor para él.  Hoy cuando veníamos en el auto me dijo que su madre tenia novio pero que lo trataba bien, y sabes que me dijo.

Emi: ¿Qué?

Nico: Ahora tenes que ponerte de novio con Memi.

Emi: -sonrió- Mi vida. Pobre su cabecita no debe entender nada.

 

Después de ese día largo, Nico fue a su casa junto a Mateo ay que al siguiente día se quedaba a comer en lo de sus padres.

Para ser clara el tiempo comenzaba a pasar casi un mes y cada vez el amor era mas y mas fuerte, nadie sabía de nuestra relación, pero digamos que el nuestra familia no lo sabía, pero ya podía sentir que nuestros corazones estaban radiante por tanta felicidad.

 

En el departamento de Emilia –suena el timbre-

 

Emi: Ya voy –atiendo- ¡Roció!

Roció: y al fin pude venirte a visitarte, llame a tu hermana y le pregunte si todavía seguías acá.

Emi: Si por mucho tiempo mas , veni así tomamos un té, porque sé que odias tomar mates.

Roció: De apoco me comencé a amoldar, y empecé a tomar, pero prefiero un té.

Emi: Buenísimo –ya en la cocina-

Roció: -mira la foto de Emilia con Mateo- ¿y esa foto?

Emi: Me la regalo tu hermano, me la saque hace un largo tiempo, cuando cuide a mateo esos dos días.

Roció: -agarra la foto y la mira para arriba y ve otra foto- No me muero –mira la foto de Emilia con Nicolás y mateo- ¿y esa foto? Pero esa camisa le regale a mateo hace una semana –mira a Emilia-

Emi: -sonrió un poco sirviendo los te- Justo hoy compre medialunas.

Roció: Emilia, deja de lado por favor de soy la hermana y la tia de esa hermosa criatura, y podes contarme ¿paso algo? ¿hubo piel? ¡habla!

Emi: -empiezo a reírme- acá tenes. –dándole la taza-

Roció: ¿un beso algo?

Emi: y si te digo que dentro de poco voy a ir a presentarme como nuevamente tu cuñada a la casa de tus padres.

Roció: -se sorprende y se tapa la boca con la mano-

Emi: -sonrio- ¿sigo siendo la mejor cuñada?

Roció: -se levanta del banco y la abraza y grita- ¡Hija de su madre! –la mira y le toca la cara- te voy a besar boluda, no, no lo puedo creer, me hiciste el día. Mama se llega a enterar se tira del balcón, de tanta felicidad.

Emi: -empiezo a reírme- Me tenes para rato en el país.

Roció: voy a llorar boluda –se sienta de nuevo- ¿Cómo fue todo? ¿Qué se siente volver a estar con alguien después de tantos años? y no me digas ¡sos la hermana! Porque ya somos grandes boluda.

Emi: -me rio- Boluda, es algo que no se explica, parecieran que las manos saben cada paso. Viste como siempre nos dijimos ¡las primeras veces son una mierda! Pero no, fue asi, habia mucha química.

Roció: Dios mio –se rie y comienza a comer- me voy a morfar todas las medialunas hasta que no me cuentes todo, todo. Para ¿el día que llorabas? Claro, después yo no le pregunte, porque no me dijo nada Nicolás.

Emi: ¿vos le habías dicho?

Roció: Si yo te vi, y lo llame ¿paso algo?

Emi: Bueno, ese día me quede y nos besamos, solo eso ¡eh! Y bueno termine quedándome y aca estoy.

Roció: pero eso ya paso hace como un mes.

Emi: Mañana se cumple un mes, un mes de novios –comienzo a reírme- boluda parezco cuando teníamos diecisiete años y te dije.

Roció: “cumple mes con tu hermano” –se ríe- Que grandes tiempos . Hablando de encerio, si vos estarías con mi hermano sin haber pasado toda la separación, ya estarías casada hace trece años.

Emi: woow. No lo había pensado. Parece todo muy rápido, pero capas que vuelva a nuestra casa.

Roció: ¿rápido? No boluda, que van a  decir, ustedes pasaron todo juntos, es mas ya me hubiese instalado si fueras vos.

Emi: Bueno. Brindemos con las tazas entonces –choca la taza con Roció-

 

Al día siguiente.

 

Emi: -estaba cocinando y siento que abren la puerta-

Nico: Soy yo mi amor no te asustes –gritando desde la puerta de entrada, se dirige a la cocina-

Emi: -cortando cebolla-

Nico: Es para vos –con un ramo de rosas-

Emi: Me muero del amor, pensé que te ibas a olvidar. –sonriendo-

Nico: Un mes con vos, es como toda una eternidad mi amor –le da un beso-

Emi: -le sigo el beso y le toco la cara- Te deje con un olor hermoso a cebolla –me rio un poco- Estoy haciendo ñoquis que tanto te gustan.

Nico: -la abraza por atrás y le da un beso en el cachete- Mi amor, tenemos que hablar.

Emi: ¿Qué paso? –me doy vueltas mirándolo-

Nico: Quiero que vayas a casa como mi novia, todo el mundo sabe que Lucrecia se separo de mi y tiene nueva pareja, ahora es tiempo de nosotros.

Emi: Me encanta la idea, pero primero esta Mateo, creo que es momento de que el lo sepa.

Nico: -sonrie- ya lo sabe.

Emi: ¿Qué?

Nico: Se lo explique antes de ayer, porque sabes cómo es el tema de Lucrecia, es muy chiquito pero al menos no quiero marearlo mas, le dije que mama y papa se separaron y que ahora tienen otra pareja y que nunca lo vamos a dejar de amar, el no entendió y mas cuando el dije que eras su mama suplente cuando estaba con nosotros.

Emi: -sonrió un poco- y… -un poco nerviosa- ¿Cuándo queres hacer eso?

Nico: Los de mis viejos, mañana.

Emi: ¿Mañana?

Nico: te pones como una nena de diecisiete años, si amor mañana

Emi: Obvio que me pone nerviosa, pero esta bien

Nico: Mañana es el cumpleaños de mama y va a ir toda la familia.

Emi: ¿Mañana es? Ya es mañana, me había olvidado de eso, ¿pero toda la familia?

Nico: -se rie- Tranquila, todos saben que nos separamos con Lucrecia, tanto que ya saben que tiene otro, viste como son entre familia, todos chusmas.

Emi: Bueno, está bien.

 

Aquella noche Nicolás se quedo a dormir conmigo, como lo hacía a menudo los fin de semana, luego nos despertamos y el fue a Buscar a mateo mientras ordene y prepare el desayuno para los tres.

Luego el llego junto a Mateo y desayunamos, el con su mamadera y nosotros con nuestra taza de te y café. Más tarde comimos juntos y al final fui abañar a mateo había jugado toda la mañana con nosotros y se había ensuciado así que lo bañe, luego me bañe yo, y al final Nicolás, nos cambiamos todos para ir al cumpleaños de Martha la mama de Nicolás.

 

(Mientras Martha)

 

Martha: Si Roció quedate tranquila ya compramos todo, faltan que venga la gente. Y tu hermano y su novia.

Roció: -sonrie- ¿viene?

Martha: -bufa- Si, paso un mes y medio, pero bueno esta bien, mucho no me gusta la idea, se que Lucrecia ya tiene otro y que la vida sigue.

Roció: Claro, tampoco tiene que estar solo el toda la vida.

Martha: Si, pero de todas formas, de nuevo acoplarme a la nueva, y después de Emilia tu hermano la pifio muy mal, asi que vamos a ver al mamarracho que trae.

Roció: -se rie-

Martha: No entiendo porque están tan tranquila, porque cuando trajo a Lucrecia te volviste loca, no querías saber nada.

Roció: Uno se tiene que amoldar, no queda otra. En este tiempo ya nadie se fija en un hombre que tenga un hijo, asi que admiro a esa mujer.

Martha: ¡pero si miran los bolsillos! Debe ser una arrastrada.

Roció: -tentada-

Raul: -entra a la cocina- Martha te estaba escuchando desde el comedor, por favor.

Roció: -sigue riéndose- es terrible papa. –suena el timbre- Debe ser el, anda a atender.

Martha: Pff… justo el día de mi cumpleaños, indignada. –se dirige a la puerta-

Roció: Papa tapate los oídos.

Raúl: ¿Por qué?

 

(Por Emilia)

Mateo: -Vuelve a tocar el timbre- Dale abu.

Emi: -nerviosa- Me voy a desmayar de los nervios, mi corazón va a mil por horas.

Nico: -sosteniendo a mateo en brazos- Tranqui.

Martha: -abre la puerta- Pasen –mira a Emilia- NO PUEDE SER! –gritando- No dios mio! Voy a desmayarme de tanta alegría –sin dejar de gritar-

Emi: -riéndome-

Martha: -la abraza fuerte a Emilia- y yo diciéndote ahí viene con una cualquiera!

Emi: ¡Que feo Martha! Feliz cumpleaños.

Martha: -deja de abrazarla y le toca la cara- Esto tiene que ser doble festejo, Raul veni por favor –gritando-

Raul: -se acerca rápidamente- No lo puedo creer –sonríe- ¡Que alegría! Mi nuerita volvió.

Roció: -los mira riéndose-

Martha: Roció no lo puedo creer ¿crees lo que ves?

Roció: Si ya lo sabia.

Martha: ¡y no me dijiste nada maldita-

Nico: Entramos ma, feliz cumpleaños.

Mateo: feliz cumple abu.

Martha: El mejor cumpleaños del mundo –lo alza a upa a Mateo- Hola el nieto mas hermoso de todos.

Mateo: Soy el único –se ríe-

 

Ese día fue inolvidable, quien me ubiese dicho que parecían que los años no hubiesen pasado, la familia comenzó a llegar y cuando me veian me abrazaban y estaban felices, jams pensé que después de tantos años me iban a seguir recibiendo de la misma manera. Horas mas tarde Mateo se durmió en mis brazos asi que con Nicolás después de haber terminado todo decidimos volver. Fuimos a nuestra casa , y solo nos fuimos a dormir por el largo día.

 

Una semana luego.

 

Emi: Bueno Mama y papa vine por algo.

Carlos: ¿Ya te volves? –un poco triste-

Emi: No, pero espero que no se lo tomen a mal, se que pasaron muchos años desde que me fui de este país, y jamás hubiese imaginado que un día iba a volver y mucho menos iba a quedarme.

Graciela: ¿Cómo? –sonriendo-

Emi: Si voy a quedarme, pero eso no es lo importante, hay otra cosa mas.

Graciela: ¿Qué pasa hija? No me preocupes.

Emi: comencé una relación con alguien en este país.

Carlos: Esta bien hija, me parece que estas muy sola y es momento de que estes de pareja, sos grande y sabes lo que haces.

Emi: -a punto de llorar- ¿no se van a enojar no?

Graciela: Hija ¿que pasa?.

Emi: Esa persona, es la misma persona que me case hace trece años.

Graciela: ¿Qué?

Emi: Si –cayendome las lagrimas y sacándomelas rápidamente- Es Nicolás.

Carlos: ¡Que bueno hija! Te lo dije Graciela, te lo dije –sonriendo- Que felicidad hija, esto merece una celebración ¿Por qué no viniste con el?

Emi: Es que no sabia como lo iban a tomar.

Graciela: si a vos te hace feliz a nosotros el doble.

Carlos: Hija, el nunca dejo de venir a esta casa, no te lo decíamos porque no queríamos que sufras, pero el día que Nacio Mateo a los primero en traérselos fue a nosotros, jamás tuvimos rencor por el, y la relación siempre fue tan buena que cada domingo nos juntábamos en el club a tomar y a jugar. Lo supe desde el día que te fuiste y te vino a buscar el, ¡no soy tonto!

Emi: -me rio un poco-

 

Ya estaba todo aclarado entre familias, que más se podía pedir.

Después de esos encuentros entre familias el tiempo había comenzado a pasar, tanto que volvimos a vivir juntos en la casa que alguna vez vivimos juntos, todo esto tardo alrededor de casi nueve meses.

Nuestra relación se iba amoldando, estábamos muy bien como pareja, pero estábamos transitando un camino nuevo, a pesar de que vivimos casi tres años juntos, y salimos de noviazgo cerca de siete años, las cosas eran diferentes, no pensábamos nada parecido a ese tiempo, teníamos otras prioridades en nuestra vida.

 

Una tarde.

 

Emi: Nicolás , Nico.

Nico: -bajando las escaleras - ¿Qué pasa amor?

Emi: No me siento bien. –me toco debajo de la panza sintiendo un dolor fuerte-

Nico: -la mira- Mi amor estas sangrando. –desesperándose-

Emi: -comienzo a llorar del dolor-

Nico: La alza rápidamente y la sube al auto- Tranquila.

Emi: -llorando de dolor-

Nico: -comienza a llamar por teléfono- Papa por favor anda a mi casa Emilia se descompuso estamos yendo a la clínica de urgencia.

Raúl: - Ya voy!

Nico: -corto y manejo rápidamente saliendo del country- Por favor miran mi casa, estamos saliendo de urgencia, ahora va a venir mi padre.

Seguridad del country: Si Nicolás ahora mandamos a que miren.

Nico: Gracias –manejando rápidamente-

 

Cinco minutos después.

Nico: Urgencias por favor, mi mujer está sangrando.

Emi: Tengo miedo.

Nico: Tranquila –le toca la cara mientras la sentaba en una silla de ruedas- yo voy a estar acá.

 

Para ser clara lo que me había sucedido fue la pérdida de un embarazo, un embarazo ectópico, lo que hace es que el ovuló se fecunda fuera de útero. Esto era algo que me pasaba regularmente cuando intentábamos tener hijos con Nicolás hace años atrás.

 

Nico: ¿Cómo estas?

Emi: Como puedo –a punto de llorar- Esto es lo que vivíamos –comienzo a llorar- me hace acordar tanto a años atrás.

Nico: Ya vamos a tener miles de hijos.

Emi: yo hice el tratamiento Nicolás en estados Unidos y se suponía que esto no iba a pasarme mas, y mírame estoy postrada en la cama, un embarazo mas frustrado, me muero por darte un hijo, se que con Mateo somos la familia mas linda del mundo, pero Entendeme, yo deceo que este acá dentro mio que sea mi cara y tu cara junta, y eso nunca va a suceder, y me siento mal por todo esto, porque me siento la peor persona del mundo.

Nico: no Emilia, vos sos el amor de mi vida, con hijos sin hijos voy a estar con vos el resto de mi vida, y esto no va a ser una razón para una separación, tarde años en recuperarte y no pienso perderte nunca mas.

Emi: Me hace mal todo esto.

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Cuarta Parte.

(Unas horas luego)

 

 

 

Martha: ¿Cómo esta hijo? –sentándose al lado-

Nico: -suspira- Mal, hemos pasado por esta situación cinco veces, y está en la sexta.

Martha: ¿Qué? –Poniéndose mal- ¿Perdió un embarazo?

Nico: -asiste- Si mama, otra vez.

Martha: ¿Pero estaban intentando?

Nico: No mama, Emilia estaba bien, se descompuso de golpe y acabos de enterar que fue lo que paso, casi no le quise preguntar pero Emilia solo me dijo que ella no estaba esperanzada y mucho menos sabia de que podría estar embarazada ya que le habia venido en el mes, según los doctores esto es algo normal.

Martha: ¿se puede entrar?

Nico: Si, esta Graciela.

Graciela: -sale de la habitación- ¡Martha tanto tiempo! –la saluda- mejor lugar no nos pudimos reencontrar.

Nico: -sonríe un poco mirándolas-

Martha: Bueno voy a entrar

Graciela: pasa, que yo me quedo con Nicolás ¿tomamos un café?

Nico: dale, porque por unas horas mas hay que estar despierto. –se van-

Martha: Permiso –entrando a la habitación-

Emi: -sonreí un poco- No hacía falta que venga. –Acostada en la cama-

Martha: ¿Cómo que no? Sos mi nuera favorita –sentándose al lado-  no es momento de preguntarte como estas, pero quiero que piensen que esto es algo que ustedes no lo esperaban y que algún día va a llegar.

Emi: -suspire- Ya no hay esperanzas, vamos a hacer esta familia despareja, no quiero sufrir más, sufrí en el tratamiento en Estados Unidos, sufría cuando lo intentábamos con Nicolás, y el también lo sufre, intentando todo el tiempo, en este momento solo pienso en eso, recuerdo cuando Nicolás se sometió también a todos los tratamientos, que busquen los mejores espermatozoides, y yo ni hablar de la cantidad de pinchazos , agujas que pasaron por mi cuerpo, estoy comenzando a asumir que soy yo el problema, mira el nieto hermoso que tenes –a punto de llorar- el va a ser toda mi vida el hijo que nunca tuve.

Martha: -la abraza-

Emi: -comienzo a llorar

Martha: Llora que te va a ser bien.

 

 

 

Después de dos días me dieron en alta y estuve en casa hice solo un día mas de reposo y comencé a hacer mi vida normalmente. A medida el tiempo de nuevo comenzó a pasar, pero cada vez que hacíamos el amor con Nicolás decidíamos cuidarnos más de lo normal, no quería que pasemos por la misma situación nuevamente.

 

 

 

(Una madrugada)

Mateo: -grita- ¡Memi! ¡Memi!

Emi: -despertándome- ¿Qué paso?

Nico: -se despierta-

Mateo: ¡Mamaaaa! –grita fuerte.

Emi: -mi corazón se aceleró y corrí hacia el cuarto de Mateo- Acá estoy mi amor. –lo alzo a upa-

Mateo:  -llorando- tenía miedo mamita, tenía mucho miedo.

Nico: -los mira desde la puerta-

Emi: ¿Qué paso mi amor?

Mateo: Tuve pesadillas.

Emi: Vamos a dormir los tres juntos así no te asustas ¿sí?

Mateo: -asiste-

Emi: -me dirijo con mateo a upa hasta el cuarto y lo acuesto en el medio de la cama y luego me acuesto al lado de el- Papa ahora va a apagar la luz, pero estas con nosotros sí. 

Mateo: está bien mamita –le da un beso en la mejilla la abraza un poco y cierra los ojitos-

Emi: -emocionada-

Nico: -sonríe y apaga la luz y se acuestan nuevamente-

      

 

Horas después.

Me desperté primera como siempre y prepare el desayuno para Mateo que siempre se levantaba primero que Nicolás, luego me senté en los banquitos y me quede mirando a un punto fijo, me quede pensando en esta madrugada, en como Mateo me decía mama, era la primera vez de tantos meses que me lo decía, y eso me llenaba de felicidad y de angustia a la vez, era algo inexplicable.

 

 

 

Emi: -con algunas lagrimas-

Nico: -la abraza por atrás- Buen día –le da un beso y le limpia las lagrimas- ¿Qué pasa mi amor?

Emi: Tonterías.

Nico: No, si te conoceré, que anoche pude ver la desesperación cuando mateo te grito y ni hablar cuando te dijo mama.

Emi: tengo miedo.

Nico: ¿Miedo? ¿Por qué?

Emi: No quiero usurpar ningún lugar Nicolás, el tiene una madre, y no quiero que piense que yo quiero remplazarla.

Nico: El sabe que tiene una mama, y ahora el esta eligiéndote como su madre cuando no está la biológica. Es algo hermoso, no tenes que ponerte así, él quiere que seas su madre cuando la otra no está, y no sabes lo feliz que me hace a mí.

Emi: -sonrió un poquito-

Mateo: -rascándose los ojitos- Mami.

Emi: ¿Qué mi amor?

Mateo: ¿Quiero hacer pipi?

Emi: Corramos entonces –lo agarro rápidamente-

Mateo: -se ríe-

Emi: -ya en el baño- muy bien, como aprendimos, de cambiarte los pañales a correr al baño.

Mateo: -sonríe- Ya está-

Emi: Muy bien, vamos a lavarnos mas manito y nos cepillamos los dientitos que ya Memi hizo la leche.

Mateo: Mama hizo la leche, memi no.

Emi: -me agacho a su altura- Mi amor, vos sabes que tenes…

Mateo: A mama Lucrecia, y a mama Memi.

Emi: -sonrió- te voy a morfar esos cachetes.

Mateo: -se rie- te amo.

Emi: pero me lo morfo –llenándolo de besos lo alzo a upa y vamos a la cocina-     

 

1 semana luego.    

 

Emilia: Chau mi amor, nos vemos pasado mañana.

Mateo: -le da un beso y baja del auto-

Nico: -alzando a upa a Mateo-  Acá esta Lucrecia, ya esta bañado y ya desayuno, bueno te dejo porque tenemos que ir a trabajar.

Lucrecia: Ok -agarra a Mateo- Entra a casa hijo

Mateo: -entra a la casa-

Lucrecia: -se acerca a la ventanilla donde esta Emilia -

Emi: -bajo la ventanilla y la miro-

Lucrecia: Mateo es mi hijo, si queres que alguien te diga madre que sea tuyo, tus hijos, no agarres ajenos, pero por como veo… ahora entiendo hasta inútil para tener hijos.

Nico: Eu –la agarra a Lucrecia- ¿Qué decís Lucrecia? No te agarres con mi mujer, porque te denuncio, y no vas a ver más a Mateo. ¡y nadie le obliga nada! El lo dije porque siente que Emilia se hace cargo, ¡lo que vos no haces! –Levantando la voz- Mejor me voy. –Sube al auto enojado y arranca-  Mi amor perdón.

Emi: Vamos al trabajo mejor Nicolás –mirando por la ventanilla-

Nico: -suspira tristemente y sigue manejando-

 

-Minutos después-

 

Emi: -bajando del auto-

Nico: ¿y mi beso?

Emi: -le doy un beso corto y bajo rápidamente del auto-

Nico: -la saluda con la mano tristemente, notando que Emilia no estaba bien- La voy a matar a esta Lucrecia, la puta madre!! –Enfurecido arranca el auto y se va al trabajo-

      

 

-Horas luego-

Nico: ¡Mi amor llegue! –Entrando a la casa-

Emi: -llorando en el baño, lo escucho y me saco las lagrimas rápidamente-

Nico: ¡Acá estas! –la mira y nota que estuvo llorando- Eu –le toca la cara- Mi amor –le da un beso- No puedo verte mas así –a punto de llorar- me rompe el alma verte así –la abraza- 

Emi: -comienzo a llorar-

Nico: -se le empiezan a caer algunas lágrimas-

Emi: Perdóname, por no poder dártelo.

Nico: Shh –deja de abrazarla y le toca la cara- Un hijo no va a serme más feliz, ya soy feliz estando con vos ¿escuchaste? –Le da un beso- te amo y eso es lo que importa. –saca una cajita del bolsillo- hoy me di cuenta de muchas cosas, por eso quiero que nos volvamos a casar.

Emi: -comenzando a llorar más aun-

Nico: -casi arrodillándose- ¿te queres casar de nuevo conmigo?

Emi: -le asisto- si quiero.

Nico: -se levanta y la llena de besos y luego le pone el anillo- me importas vos y lo demás que se vaya al carajo.

 

 

 

Aquel día fue el más triste por la mañana, y por la tarde fue el día más feliz del mundo, Nicolás me demostraba que solo le importaba que este con él y nadie más. Después de esa declaración y pedido de matrimonio nos unimos en un largo beso que terminamos entre sabanas haciendo lo mejor que podíamos hacer juntos, para ser clara, hace mucho que no sentía que esa vez fue más especial que cualquier otra, y sobre todo porque no pensamos en lo que podría sucedes después.

 

Tres meses después.

      

 

Nico: Si Emi, todo está bien, la decisión va a ser que Mateo va a estar mas días con nosotros.

Emi: ¡Qué bueno mi amor! –sonriendo-

Mateo: Mama Memi, sabias mi mama va a tener un bebe.

Nico: -lo mira extraño- ¿Qué?

Mateo: Si, me dijo que esta de cuatro meses y que voy a tener un hermano ¿ahora faltan ustedes?

Emi: -suspiro tristemente-

Nico: -La mira- No es necesario hijo, ya te tenemos a vos… cuando dios quiera va a venir, pero no hay que obligar a Emi ¿si?

Mateo: Si, voy a mi cuarto.

Emi: Despacio con la escalera Mateo.

Mateo: Si –sonriendo subo las escaleras-

Emi: Algunas tan fácil y a otras tan difícil.

Nico: Por favor mi amor.

Emi: voy con Mateo –subo dos escalones y me mareo-

Nico: ¡Emilia! –La agarra- ¿Estás bien?

Emi: Si, ya paso –volviendo a intentar subir las escaleras-

Nico: tercera vez en la semana que te pasa mi amor, me preocupa.

Emi: Algo normal, no pasa nada, si no iría al médico, es la humedad el cambio de clima cuando llega la primavera me mata.

Nico: Bueno, si pasa otra vez vamos al medico

Emi: Esta bien.

      

 

En realidad sabia que las cosas no estaban bien, mi periodo no venia hace tres meses y tenía miedo, y mucho sabia que podría pasar, y no quería, mi miedo era inmenso, no quería ilusionarme con algo que solo iba a durar en mi vientre algunos días, y luego ¡Pom! Internación, raspaje y cuestionarle la vida de ¿Por qué a mí? Ya no tenia veintiuno años para hacerlo pasar de largo, ya tenía once años más.

Esa tarde como Nicolás se fue de compras con Mateo decidí hacerme un tes de embarazo que me había comprado en la mañana sin que Nicolás se diera cuenta.

 

 

 

Emi: -esperando- es hora –entro al baño y miro el tes de embarazo- POSITIVO , no, no –miro nuevamente-

      

 

Uno cuando pasa una situación seis veces en la vida, espera que pase eso nuevamente, así que guarde el tes de embarazo en la cajita y lo envolví con papel higiénico, mientras escuchaba que Nicolás llegaba a casa, asi que lo tire al tacho de basura y sali del baño como si nada hubiese pasado.

      

 

Nico: Llegamos mi amor! Compramos de todo.

Emi: Que bueno –bajando las escaleras-

Nico: ¿Paso algo?

Emi: No, nada.

Nico: Bueno, me ayudas a acomodar y sacar las cosas del auto.

Emi: si, dale.

      

 

Al día siguiente me volví a hacer otro tes de embarazo y nuevamente dio positivo, hice exactamente lo mismo sin hacerme ningún tipo de ilusión, otro día pasa y le dije a Nicolás que iba a lo de mi madre y me fui a hacer un estudio de sangre donde a los minutos el doctor me llama y entro a su consultorio.

 

 

 

 

Doctor: ¿Cómo estas Emilia? Sabes la historia clínica, y sabes cómo es esto.

Emi: ¿esto? –mirándolo-  sigo sin entenderte. Solo me siento mal, estoy yo triste sentimentalmente, es eso, me mareo, pero yo siento que estoy bien.

Doctor: Emilia, estas embarazada.

Emi: No! No lo esto ,Mi situación es esperando perder el embarazo.

Doctor: Emilia , te conozco hace mas de diez años te lo digo como amigo deberías ir a terapia relajarte y disfrutar.

Emi: Las terapias, los tratamientos me lo paso por el orto Juan Manuel, pague muchísimo dinero y vos mas que nunca lo sabes, pase tres veces por raspaje ¿Qué mas? Hemorragias, pinchazos tratamientos mas tratamientos, para que la boluda después de ilusionarse llegue a la casa y no hay mas bebe.

Doctor: Emilia estas de 14 semanas, es momento de darse su primer vacuna de maternidad.

Emi: felicidades, ah superado una semana anterior que la otra –comienzo a llorar-

Doctor: Emilia, por favor y eh tratado de que esto no te este pasando, pero te lo juro que tus estudios dieron perfecto, es momento de disfrutar, lo que vamos a hacer es que venga cada dos semanas para tratar tu embarazo, cuídate, toma estas vitaminas que estas anémica. Enserio Cuidate, y nos vemos en dos semanas, cualquier cosa me llamas.

Emi: Gracias juan Manuel, perdón pero estoy cansada de esto

 

 

 

Salí del consultorio, hecha trizas, realmente estar embarazada era un temor tan grande y les juro que tenía ganas de hacerme miles de tes para mostrarle al doctor que ya no lo estaba, pero lamentablemente todos daban positivos.

Me di mi vacuna de maternidad y fui hasta casa a trabajar con mi nuevo proyecto que tenia como arquitecta.

Otra semana paso, nada normal estaba distrayéndome con mi nuevo proyecto que tenia de arquitecta.

 

 

 

Nico: llegue! –deja las llaves en la mesa y va hasta la oficina que tenia Emilia en la casa- ¿Seguis trabajando amor?

Emi: -me saco los lentes- Si, si todo va como ahora en una semana ya esta terminado. Aprovecho en adelantarme en casa.

Nico: Esta bien, por lo que veo ni comiste, ahora cocino para nosotros.

Emi: ¿no comiste en el trabajo?

Nico: No, hoy fue un día de locos, lleno de gente en el banco, pero bueno es que hoy le pagan a los jubilados y es el día caótico –le da un beso- Estas muy linda amor –mirándola- tenes algo diferente.

Emi: Apenas me peine.

Nico: ¿te sentís bien?

Emi: Si, si prepárate algo que ahora que hablaste de comida me muero de hambre.

Nico: Bueno mi amor, a las cinco paso a buscar a Mateo, gracias a dios la casa se extraña sin sus gritos.

Emi: Si obvio –vuelvo a ponerme los lentes y sigo leyendo-

 

 

 

Horas después.

Mateo:  Mama memi –entrando al cuarto sube a la cama-

Emi:  -despertándome-

Mateo: -se saca las zapatillas y entra a la cama-

Emi: Hola mi amor –lo lleno de besos y lo abrazo-

Mateo: Estas calentita.

Emi: -sonrio un poquito-

Nico: -entra al cuarto- Otra vez la dormilona ¿fuiste al médico Emi?

Emi: Si no es nada, me dijo que estaba un poco anémica, ya estoy tomando las vitaminas –miro a Mateo- ahora si queres cocinamos unos panqueques.

Mateo: Si! –sonriendo-

Nico: voy a comprar dulce de leche entonces –sale de la habitación-

Emi: -me siento en la cama- ¿estoy muy dormilona no? –mirando a mateo-

Mateo: Si –le da un besito en la pansa-

Emi: -lo miro extraña- ¿Por qué haces eso mateo?

Mateo: -sonríe- Es que tenes un bebe.

Emi: ¿Cómo?

Mateo: vamos a hacer los panqueques –sale de la cama-

Emi: Ponete las chancletas no estes descalso están aca.

Mateo: Bueno mamita.

      

 

Lo que me había dicho mateo me desconcertaba, si estaba a una semana de estar de cuatro meses y aunque lo negaba moría de ganas de disfrutarlo, asi que cuando comencé a cambiarme de ropa de dormir me di cuenta de que había algo extraño, asi que sin dudar mire al espejo y si definitivamente comenzaba a anotarse una pequeña pansa que quería salir.

 

 

 

Horas más tarde.

 

Nico: Que bueno que ya mañana es sábado, por fin debo descansar.

Emi: -acostada- Si amor, Mateo hoy se durmió temprano, es que desde que llego no paro de jugar.

Nico: -se acerca a Emilia y le da un beso largo-

Emi: Me parece que para algunas cosas nunca estas cansado. –comienzo a reírme-

Nico: Hace casi una semana que necesita un poco de acción mi cuerpo.

Emi: -riéndome le doy otro beso- ¿cerraste bien la puerta?

Nico: Si mi amor –apaga la luz de la mesita de luz y vuelve a besarla y le saca la remera del pijama- mi amor.

Emi: ¿Qué pasa?

Nico: me parece a mí o estas un poco más gordita.

Emi: -me rio- deja de tocar mis rollos.

Nico: -se ríe- me encantan igual –vuelve a besarla-

 

 

 

Aquella noche trate de ser lo más cuidadosa posible cuando hicimos el amor con Nicolás, sabia en el fondo de que ya había un bebe dentro de mí y aunque trataba de negarlo lo cuidaba con mi vida entera.

 

 

 

Cinco días después.

 

 

 

Nicolás se había ido a trabajar y yo tengo otra cita con el médico, así que fui a trabajar y Salí más temprano para ir a ver cómo iba todo.

 

 

 

Doctor: ¿Cómo te sentís Emilia?

Emi: Bien Juan Manuel, eh sentido cosas raras estos últimos cinco días, por eso estuve un poco preocupada.

Doctor: ¿Qué sentía?

Emi: Algo, nose como explicar, como si fuera que…

Doctor: ¿Qué su bebe se mueve?

Emi: Si eso.

Doctor: son sus primeras pataditas, a partir de la semana 12 a la 22 se comienza a sentir y eso es lo que sinto, recuéstese que vamos a hacerle la ecografía.

Emi: -me recuesto-

Doctor: ya sabes cómo es esto, vas a sentir algo frio –levantándole la remera- Me parece que el bebe quiere salir con todo pero hasta que la madre no lo acepte no va a salir esa panza.

Emi: Haga eso por favor.

Doctor: Aquí vamos –pasando la maquina- ¿lo escucha?

Emi: -a punto de llorar- Si

Doctor: vamos a verlo en 4D

Emi: oh mi dios –comienzo a llorar-

Doctor: esta todo perfecto ¿lo ve?

Emi: sus manitos, sus piecitos.

Doctor: ¿También ve lo mismo que yo?

Emi: ¿Qué doctor?

Doctor: Emilia vas a tener una nena.

Emi: -comenzando a llorar-

Doctor: -sonríe- ¿su marido?

Emi: El –sacándome las lágrimas- aun no lo sabe…

Doctor: ya es momento, lo que vamos a hacer es hacerte otra ecografía la semana que viene así viene con él, y porque sos mi paciente que más quiero ¿sí?

Emi: Gracias Juan Manuel.

Doctor: -se acerca y le da un abrazo- Mándale saludos a tu mama, y de nuevo felicidades.

 

 

 

Si tendría que decir que sentía era una felicidad enorme, así que no dude ni un poco más y fui a una tienda de ropa de bebes y decidí comprar dos ropitas las guarde y me dirigí a la casa de Roció la hermana de Nicolás mi cuñada y mejor amiga.

 

 

 

Roció: ¡Al fin yegua! Casi no podemos hablar, dije esta no va a venir y viniste –la abraza- Cocine algo rico para comer –la mira- ¿paso algo?

Emi: No, no –entrando a la casa dirigiéndose a la cocina- Tengo un regalito para vos.

Roció: ¿enserio? Pero falta mucho para mi cumpleaños todavía.

Emi: No importa –le doy una bolsita- Es un regalo adelantado

Roció: -se sientan en las sillas de la isla de la cocina-

Emi: -me siento-

Roció: a ver –sonriendo abre la bolsa- ¿Qué es? –mirándola-

Emi: Fíjate.

Roció: -termina de abrir y saca un bodi blanco que decía con letras a color rosa ¿Queres ser mi madrina? - ¿Emilia esto no es broma?

Emi: No.

Roció: -comienza a llorar y la abraza-

Emi: -sonrió emocionada- Tonta no me hagas llorar.

Roció: Es que la otra yegua no dejo que fuera la madrina de Mateo… y ahora ¿Cómo estas vos?

Emi: Esperando decirle a tu hermano que va a tener una nena hermosa.

Roció: ¿Qué? Como—como ¿es una nena? –Levantándose de la silla-

Emi: -asisto sonriendo- me acaban de decir –me levanto un poco la remera-

Roció: voy a desmayarme. -haciéndose aire con la mano-

Emi: -me rio- Nadie lo sabe –comienzo a llorar- siento que me saque un peso de encima

Roció: la abraza- ¿todavía no sabe Nicolás?

Emi: No… hoy se lo voy a decir. Hasta le gritaría a la otra yegua en la cara que voy a tener un hijo, pero no soy así. Hace unos días, Mateo beso mi pansa y me dijo que había un bebe me desconcertó totalmente.

Roció: yo si fuera vos le gritaría en la cara a la otra estúpida, pero no sirve para nada… y mateo tiene algo tan especial, que aunque no le digas nada el pareciera que lo sabe todo.

      

 

Camine a mi casa feliz, no podía evitar lo feliz que estaba, llegue a casa y Nicolás no estaba, vi una nota en la mesa que decía que había llevado a Mateo a la casa de su madre, pero al ratito escuche la puerta abrir.

      

 

Nico: Llegue. –Cierra la puerta-

Emi: -me acerco a el y le doy un beso y lo abrazo-

Nico: ¿Qué paso aca? –sonriendo-

Emi: -sonrió y comienzo a llorar y lo vuelvo a abrazar-

Nico: -Sin entenderla- ¿Qué pasa mi amor?  Esta con el periodo que sonreís, lloras.

Emi: -sacándome las lágrimas le agarro la mano y la apoyo a mi panza-

Nico: Emilia no jodas. –serio- deja de inflar tu pansa

Emi: mi amor –me levanto la remera mientras se veía como mi pansa asomaba-

Nico: Emilia –comenzando a llorar casi arrodillándose- decime que no es mentira.

Emi: me agacho abrazándolo y comienzo a llorar-

Nico: -en un mar de lagrimas-

Emi: Estoy de cuatro meses.

Nico: -la mira- ¿En que momento sucedió? ¿Cómo no me di cuenta?

Emi: esta semana lo note, y estaba asustada, trate de negarme de que era verdad –limpiándome las lágrimas- no llores más.

Nico: te amo tanto –la besa un ratito- y a vos mucho mas –le da varios besos a la pansa- Por favor Emilia no quiero que te esfuerces nada, no quiero que le pase nada por favor.

Emi: Quédate tranquilo –levantándonos- Hoy compre su primer ropita, y esto es para vos –agarro la bolsita que estaba en la mesita de entrada-

Nico: Todavía no lo creo –abriendo la bolsita- ay mi amor –sacando el bodi blanco-

Emi: Dalo vuelta

Nico: -Decía escrito “Papi me presento Soy Isabella- ¿Qué? –comenzando  llorar de nuevo-

Emi: Mi amor me estas matando –lo abrazo casi volviendo a llorar-

Nico: No sabes lo que soñé con ella –sin dejar de llorar- Ahora esperemos.. Para Emilia, Es… ¿Isabela?

Emi: -le asisto- si mi amor –se me caen las lágrimas- Es una nena hoy me lo dijeron, y no caía por eso estoy en shock ahora el viernes tenemos otro turno así la vemos juntos-

Nico: -chocando la frente con Emilia- Mi amor llego Isabela.

Emi: si

Nico: -le da un beso entre lágrimas de felicidad- Quiero gritar al mundo que viene Isabella-

Emi: -sonrió y le limpio la cara a Nico- Basta de lágrimas.

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios: 8
  • #8

    Emma (viernes, 19 enero 2018 19:14)

    Al fin actualizas, esta buenisima la novela �

  • #7

    Pia (domingo, 16 octubre 2016 00:15)

    No la dejes hací :c

  • #6

    Paz (jueves, 06 octubre 2016 23:09)

    Seguila, me re copo

  • #5

    Flor (jueves, 29 septiembre 2016 12:09)

    Todo muy lindo y tierno pero el final de la tercera parte... La maldad corre por tu venas, y parece que no te va a abandonar nunca.

  • #4

    Jacki (lunes, 26 septiembre 2016 12:28)

    Esta de buena , espero que la sigas

  • #3

    Giuli (lunes, 05 septiembre 2016 09:57)

    SEGUILA , esta buenisima

  • #2

    Angeles (jueves, 01 septiembre 2016 16:42)

    Amo tus novelas, me haces llorar reír emocionar gracias

  • #1

    Araa (miércoles, 31 agosto 2016 07:52)

    subiii que es genial