Primera Parte

 

Comencemos, a veces no sé cómo pensar, es que hasta el día de hoy, me cuesta el hecho de pensar y contar esto, todos los días lo supero día a día e intento no pensar en lo que me paso, pero me marco mi vida por completo.

Fui una chica conservada toda mi infancia, divertida, normal dentro de todo, pero siempre mis pensamientos fueron bruscos, solía pensar o imaginar cosas todo el tiempo, a veces me imaginaba que vivía en otro mundo cuando me encontraba sola en mi habitación y tapaba todo con sabanas, hacia como mi propia casa dentro de ella, les había pedido a mis padres que en el techo de la habitación este lleno de estrellas y una luna grande para poder recostarme y sentir que estaba en otro mundo, en otro planeta, y me hacia bien.

Mis padres cuando era niña se Vivian peleando, y creo que la pérdida de un embarazo los hizo más juntos, luego de algunos años nació mi hermana, yo tenía 6 años mas que ella, así que me sentía una mama mas cuando jugaba con ella.

En el colegio, tenía mi grupo de amigas, me divertía muchísimo, no era súper inteligente, dentro de todo me iba bien, creo que me iba bien porque vivía charlando con mis maestras y adoraban a EMILIA, si esa soy yo.

Después de varios años, comenzó mi adolescencia, y mi imaginación comenzó a agrandarse, seguía imaginándome cosas locas, a veces me tomaba el tiempo de escribirlas y contemplar mis escrituras y leerla una y mis veces, hasta que volvía a escribir, y sentía mis avances diario, luego deje un poco la escritura, creo que se me hacia mas difícil el colegio, y las materias no dejaban atravesar mi imaginación.

Enamorarme, me enamore, nose si fue loco, pero siempre me gustaba un chico en clases desde primaria a medida del tiempo, caí que ese chico no era para mí, que no se iba a fijar en mi ni aunque quisiera, yo no era como él. Pero eso no me afecto, es más me gusto porque conocí otro mundo de imaginación, cuando “imaginaba una vida con el” cosas de niñas.

La adolescencia había comenzado y otros nuevos sabor comenzó, Tenia 17 años, y comencé a salir a bailar, me gusta, pero me gustaba salir con mis amigos divertirme, odiaba el hecho que los chicos se me acerquen y quieran darme un beso, no era para mí, no, yo no podría estar con alguien que todos los sábados se chamuya a una nueva.

Hasta que en unos de esos días lo conocí a EL, no fue que me invito a bailar, o me chamuyo, no nada de eso, fue algo loco.

Ese sábado  había muchísima gente en el boliche para mi gusto, la gente te apretaba y ni siquiera se podía bailar, así que odiaba sentirme ahogada, así que decidí salir a tomar aire, me senté mire mi celular y todavía era temprano eran las 3:00AM , cosa que mis amigas se irían de aquí a las 6:30hs faltaba tanto para que terminara todo, así que suspire cansada, hacia un poco de frio, pero del calor que hacia adentro no lo sentí tanto, estuve como cinco minutos sentaba pensando , como me gustaba, pero esta vez los pensamientos solo eran “me quiero ir” “Me quiero ir”, pero era loco, me quería ir y hace dos horas había llegado, sentí que pague un entrada sin razón y Salir a bailar sin ganas.

Hasta que alguien se sentó al lado mío, no me importo mucho, aunque lo observe, hizo lo mismo que yo, miro la hora y suspiro, no me sentía la única, así que decidió hablarme y mirarme firmemente.

 

 -Mucho calor ¿no?

-Sí, me estaba ahogando –suspiro-

- Nicolás, me llamo Nicolás –extendiéndole la mano-

-Eh, Emi, Emilia –sonrió y le extendí la mano también-

 

Hicimos algunos minutos de silencio, los dos estábamos con las mismas ganas de irnos, lo veía en su rostro la energía no era muy buena, y miraba la hora cada  dos minutos.

 

–suspiro y pienso en voz alta- Ganas de irme inmensamente.

-Somos dos.

-Dándome cuenta que pensé en voz alta-

- ¿eres de acá?

-No, a media hora, es que aman este boliche.

- Esto no es nada, no te imaginas lo que son los de Madrid

- ¿Conoces España?

- Si, viaje el año pasado.

-Que genial –sonrió- Hace varios años que quiero viajar, pero todavía no puedo, Disney esta primero.

-Se ríe- Te entiendo, sueño de las mujeres.

- Pero amo Disney, aunque Todo lo que es Europa es mi cuenta pendiente.

 

Así fue, comenzamos hablando y no terminamos mas, nos dimos cuenta que las tres horas y media que faltaban se hicieron media hora con nuestras charlas, me reí a carcajadas, conocí y era un viajero de la vida, el tenia 20 años, era casi 3 años mayor que yo, tenía unos ojos envidiables y una sonrisa que podía llenar el vacío de tantas cosas.

Así  transcurrió, nos terminamos pasando nuestros números, para seguir viéndonos. Un sábado mas paso volví a ir a ese boliche el me había dicho que iba así que acepte ir con mis amigas, pero esta vez fue distinto estuve bailando toda la noche con él, mis amigas estaban enganchadas con otros chicos así que no les iba a molestar.

 Esa noche, nos besamos, bueno como suele pasar en todos  los boliches, pero yo no era de eso, así que fue extraño y lo más extraño de todo esto, es que él quería algo serio conmigo, pensé que era una ilusión de esa noche mágica, pero al despertarla siguiente día desperté con su mensaje diciendo que en tan poco tiempo amaba a esa persona de aquella noche, me morí de amor, era extraño al fin me había enamorado de alguien que también lo esté de mi.

Todavía iba al colegio, así que se había hecho habitual que me vaya a buscar y caminar esas 15 cuadras hasta casa junto a él. Después de dos meses, afirme mi relación con él, el me dijo que quería presentarme en su familia, así que era momento que también mi familia supiera que andaba con alguien. Costo pero se los dije, no se lo tomaron mal, y creo que mi madre se había dado cuenta antes de que se lo dijera, a los pocos días yo conocí a la familia de el, y el a  la mía, una familia adorable, viajera también, y divertida sobre todo, mostraron grandes afecto hacia mí y eso me hizo sentir bien, al igual que Nicolás con mi familia, venía a casa y mi padre ya comenzaba a hablar de futbol y cosas de la vida, mi hermana también se llevaba bien con todo iba muy bien con nosotros.

Dos, años dos años basto para juntar la plata y para que mis padres me dejaran ir, estaba feliz, iría a España con él, unas vacaciones hermosas, y sin pensar que con esa charla nos conocimos y nos amamos mutuamente.

Fueron ansias sabia que después de esas vacaciones todo se iba a volver algo nuevo entre nosotros, yo ya estudiaba, estaba estudiando periodismo y un poco de guion era algo que me faltaba amaba escribir con mis grandes imaginaciones que todavía seguían a diario y él trabajaba, era un gran empresario, así que teníamos buen futuro.

Aunque las cosas fueron inesperadas, viajamos a ese gran sueño, llegamos nos reíamos estábamos felices, una felicidad que sabía que podría acabar.

Aquel jueves 11 de marzo bailábamos fuimos a un boliche de allá como alguna vez hablamos y soñaba conocer, nos sonreíamos y no dejábamos de mostrar todo lo que nos amábamos, era nuestro viaje, era NUESTRO, nadie iba a interrumpir ese viaje por nada del mundo, después .

de tanto habíamos logrado viajar a España, un lugar que a los dos nos fascinaba. 

Habíamos decidido, salir a bailar a un gran boliche, como eran vacaciones no nos importaba nada que fuera jueves, habíamos perdido por completo la noción de los días durante esas dos semanas con Nicolás, pero nada termino como alguna vez quería. Todo iba muy tranquilo y tan bien que algo iba pasar, y así fue, de nada comenzó a encenderse en boliche, gritos, humo no dejaba de pasar, abrace a Nicolás lo abrazaba fuerte, mientras lloraba del miedo, mientras toda la gente se desesperaba por salir, y todo se encontraba cerrado, comencé a toser a ahogarme del humo, le toque la cara a Nicolás.

 

-Tengo Miedo –mientras mi cuerpo temblaba mis lágrimas no dejaban caer-

-Tranquila mi amor, tranquila.

 

Eso fue lo último que escuche ese día, me desvanecí del humo, me ahogue y perdí las fuerzas.

Amanecí en un hospital con oxigeno, y sin entender nada, me desespere los médicos no decían nada, estaba SOLA.

 Comencé a gritar, pidiendo por Nicolás, nadie me decía nada, y no tenía a nadie estaba sola, en un hospital sin entender nada.

A las horas un comunicado llego, mis padres estaban en camino, pero ¿Nicolás? ¿ Dónde está? ¿Dónde está? .

Todo el día desesperada sin respuestas, hasta que llegaron mis padres, estaban palidos, con una tristeza enorme, mi cuerpo comenzó a acelerar, sabía que esa cara no era una buena noticia.

 

-¿Por qué esas caras?

-Suspira-  Hija, vos sabes que tenes que ser fuerte para todo ¿no?

- ¿Qué paso papa?

-No.. –Hace un silencio y suspira- No, encontraron rastros de Nicolás.

- ¿y Nicolás?

-Hija, hija escúchame por favor –le toca la cara-

- ¿Y Nicolás?

-Mercedes la madre Lloraba mientras veía que su hija no reaccionaba-

-¿Dónde está papa? –sin reaccionar-

-Lloraba- Hija, escúchame, perdimos a Nicolás

-reaccionando de apoco comencé a llorar- ¿Cómo? –Gritándole- ¿Dónde está Nicolás? ¿Dónde?

- Nicolás hija, -sin dejar de tocarle la cara- No encontraron rastros de él.

-No, papa, no, Nooooooooooooo –gritaba desconcertada-

 

Sumando a la lista, listo un suicido, muerta entierro, descanso en paz y tengo a al amor de mi vida conmigo.

Fue lo primero que se me vino en la cabeza, me encontraba sola, SOLA.

Fue tan duro, tan duro, quería morir solo eso. Estuve todo el viaje llorando, pensé que iba a volver feliz, pero volvía con mis padres y sin él , estaba destruida por dentro, por fuera, por donde sea.

Llegue a mi casa, me encerré en mi cuarto, me encerré me acosté y seguí llorando, mis fotos con él era todo lo que tenia, ni siquiera despedirme de él pude, ya que su cuerpo nunca se encontró.

Durante ese cinco  meces no podía seguir viva, quería tenerlo de nuevo, me comencé a cortar, quería morir sangrada y tomaba pastillas, cuatro veces fueron los intentos  cuatro y por desgracia los cuatro intentos mis padres lograron salvarme, estaba cansada de la misma situación postrada en una cama, vendada con suero y los psicólogos hablándole seriamente a mis padres. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué me estaba pasando? .

Noches no dormía, sentía su presencia, los sentía, varias veces veía a Nicolás, hablaba con el ¿Qué me pasaba? , mis padres estaban extraños, mis padres estaban empacando mi ropa, mis padres me estaban encerrando en un lugar extraño, ¿Dónde estoy? Hay gente rara, la gente me mira, mi cuarto es todo blanco, hay médicos por todos lados ¿Qué es esto? ¿Estoy loca?

Si señores, me encontraba en rehabilitación en un loquero, ríanse todos y hagamos una fiesta ESTOY LOCA.

El tiempo comenzó a pasar y en mi no avanzaba nada, Veía a mis padres una vez en la semana, pero era horrible todo el mundo me trataba como una loca, hasta mis propios padres, tan solo con 19 años, estaba aquí, perdida en un mar de preguntas, con psicólogos, médicos que me vivían haciendo preguntas, en todas se encontraba una respuesta con Nicolás, nadie podía entender a una enferma, nadie, era obvio que solo quería tenerlo a él, porque él era mi vida, pero nadie captaba eso, nadie.

Siempre me puse en pensamiento a eso, nadie entiende a un enfermo, yo podría estar loca sintiendo la presencia de él, en cambio los psicólogos, no estaban viviendo eso, ellos creían las cosas fáciles, porque ellos no tenían esa gran perdida.

3 años, si hace 3 años estoy encerrada acá, nose si estoy loca, más de lo común, pero todo es extraño, los días parecen cada vez mas eternos encerrada acá, extraño a mi familia, extraño, no voy a mentirles , lo extraño a él profundamente cada segundo que paso acá adentro aunque lo siento cerca pero mi avance no evoluciona es al contrario , sigue igual.

Segunda Parte.

 

Miro para todos lados, tengo miedo, va a venir alguien a sacarme a Nicolás, no, no ¿Por qué lo veo? ¿Por qué? El no está muerto, no el está conmigo, el nunca me va a abandonar.

 

-Emilia, Emilia por favor. –la doctora calmándola-

-No me toques –grito- No me toques- Nicolás me está cuidando.

-Emilia por favor tranquila.

-No, noooooooo- gritando- No me lo saques –llorando- No, el esta sonriéndome, el se va a poner triste, el, el, me ama, el me dice que vamos a ser felices por siempre, el.

-Mirando desde la ventana de afuera la madre llorando-

-Perdóname. –Inyectándole un calmante la acuesta y sale de la habitación- Tranquila señora.

-Mi hija, mi hija –sin dejar de llorar-

-Esto es largo y duro, no sabemos si esto puede empeorar, o mejorar de apoco, pero las cosas están cada día más difíciles, su hija, está teniendo cada día más alucinaciones, y eso nos preocupa.

 

( Por Emilia Contando actual)

Por otra parte, ahora salimos de mi situación y vamos a lo que paso con mis padres. 

Ellos estaban en cierta parte, preocupados por mí, pero no estaba en sus planes, que me pueda recuperar, así que estaban con los preparativos de la fiesta de quince años, de mi hermana, pero algo paso y ahí comenzó todo.

 

-El teléfono mama –gritando Luz la hermana de Emilia-

-No puedo, Atende vos Luz. –Grita Mercedes, madre de Emilia-

-Dios, -atiende- Hola. -Inmediatamente, luz tira el teléfono asustada, lo vuelve a agarrar y corta- Mama.

-¿Qué paso Luz? –Asustada-

-No, -se agarra de la cabeza-

- ¿Qué pasa Luz?  No me preocupes.

-Mama, Nicolás está vivo.

- ¿Qué?, pero…. ¿Cómo?

-Me llamo el –casi sin hablar- Emilia Mama, Emilia –con los ojos llorosos vuelve a sonar el teléfono- Atende vos mama, Atende.

-Atiende el teléfono. Hola, Nicolás, dios mío –haciéndose aire con la mano-

-Mama tranquila.

-Pero… no puedo creerlo Nicolás, necesito que vengas a casa urgente, por favor.

 

Así sucedió un comunicado a mi casa que era el dando testimonio de que estaba vivo, mama estaba shockiada y mi padre cuando se entero más todavía, era algo loco ¿Cómo iban a decirles a su hija que estaba vivo? ¿Cómo? Como iban a decirle a Nicolás que su novia estaba loca, era obvio que todo iba a ser loco, para todos, más loco de lo que yo estaba en ese preciso momento.

Al día siguiente fue a mi casa, apareció con un ramos de rosas, que quedo en un cesto de basura.

 

-Wooow, es loco verte –luz lo miraba.

-Es loco no verte hecha una enana.

-Que malo eh –se ríe-

-¿Y Emi? ¿Dónde está ella?

-Traga saliva- Mama te va a explicar, antes quiero saber ¿Cómo es que estas vivo? No entiendo.

-Es largo, pero algo corto, estuve internado, tenía quemaduras bastantes elevadas, no podía hablar, pero hace unos meses, comunique a mi familia, así que estaba allá ayudándome, fue bastante dura la noticia ya que me entere que me dieron por muerto, pero acá estoy, igual no llame acá porque quería que tu hermana se de esta sorpresa, hace casi 6 meses moría por llamarla, pero el celular me salía invalido, luego me acorde de que allá se abra perdido todo, así que la única manera y mejor era venir hasta acá de nuevo.

-¿Quién te dijo que ella estaba viva?

-Ella salió en el listado de pacientes vivos, y luego mis padres me lo confirmaron.

-Ahh.

-Mercedes baja las escaleras mirándolo casi llorando, luego lo abraza- Estas vivo, es tan loco esto.

-Decímelo a mí, todos me miran como un muerto ¿y Emilia?

-Suspira- Luz, busca algo para tomar, esto es largo.

 

Mi mama le comunico mi estado, Nicolás lloraba, lloraba a mares, el se esperaba un rencuentro romántico, y se encontró con el infierno, que iba a poder imaginar que su novia lo veía en todos lados, que su novia estaba en un loquero, que su novia intento suicidarse cuatro veces por él, todo era tan loco para él. Así que decidió que quería verme, obviamente a través de los espejos que había en la clínica que solamente él podría verme y yo no a él.

 

(Por Nicolás)

Camine solo hasta casa, estaba desconcertado, tire el ramo de rosas en el cesto de basura ¿Qué iba a ser con eso? Nada, nada por eso mismo lo tire, me sentí decepcionado y una tristeza enorme, no entendí porque la vida nos había juzgado así, sentía que la había perdido, ella no era la misma, y eso me estaba perturbando la cabeza.

Después tantas horas de pensar decidí ir a la clínica me costó una semana estuve para ir, así que llegue, llegue dispuesto a todo, a renunciar cualquier tipo de cosas, con solo verla estaba feliz.

 

-Venga por acá –la doctora guiándolo-

-La segunda habitación, es solo por ahí puede mirarla, Emilia hoy está estable dentro de todo, estuvo llorando mucho , así que hoy tomo muchos calmantes, por eso mismo se encuentra tranquila.

 

Camine lo más lento posible, hasta que la vi.

¿Por qué? ¿Por qué? Estaba sentadita, estaba pálida, sus ojos estaban completamente rojos, hinchados, miraba a todos lados asustada, abrazaba a una almohada, y podía escucharla, llore, llore a mares, ella estaba diciendo mi nombre, ella estaba hablando sola, esto era perturbador, era detestable.

Después de dejar de llorar,fui al consultorio, ellos mismos sabían que quien era, y por eso mismo había un trabajo duro por hacer, pero Emilia no podría verme todavía, pero tenían miedo todos, porque la reacción de ella, podía ser muy buena o podría empeorar mucho más.

 

(Por Emilia hablando Actual)

Así era mi estado como Nicolás me veía, estaba tan encerrada en esa imaginación, todo era tan absurdo, verlo a el por todos lados, tenía conciencia de que el “estaba muerto” pero yo no quería aceptar eso, no, como iba a perderlo a él, todos los doctores estaban día a día sorprendidos por mi caso, y aun mas cuando se enteraron que Nicolás estaba vivo.

 

-Yo se que Sabes, la gente dice que te moriste –me rio- y creen que estoy loca, creo que ellos están más locos que yo, encerrándome acá con vos, este mundo está cada día peor ¿no amor?, me gusta cómo me sonreís, ya te dije Nicolás que cuando salgamos de este cuarto blanco lleno de almohadones nos vamos a casar y vamos a tener a nuestros hijos, que me lo decís todo el tiempo. –sonrió y suspiro- Nicolás donde te vas, mi amor no te alejes, Nicolás, Nicolasssssssss –gritando- Nicolassss mi amor –comencé a tirar almohadones a la pared- porque te vas, vos estas vivo, vos tenes que estar conmigo, Nicolassssss, mi amor –llorando-

-Emilia –entrando corriendo la doctora- Tranquila Emilia, tranquila.

-Nicolás me dejo sola.

-Tranquila –la abraza- Toma esto te va a ser bien.

-¿Otra pastilla más?

-La ultima del día.

-Bueno –me saco las lágrimas y tomo la pastilla- ¿vos no me vas a abandonar no?

-No Emilia –tocándole la cara- Estas conmigo.

 

Así eran mis reacciones contantes, no podía definirlas, pero de que estaba loca, lo estaba.

Tercera Parte

 

(Por Emi, hablando Actual)

Algunos días pasaron en la clínica, Nicolás me iba a visitar, va a verme a través de un vidrio, no recuerdo mucho que paso en ese transcurso de casi un mes, si bastante tiempo, ya había pasado, pero los médicos decían que todavía no era tiempo para que Nicolás se acerque a mí, no recuerdo nada, tengo la mitad de mis recuerdos perdidos internada allí dentro.

Otra parte, ahora eran mis padres, se acercaba la semana que festejaban los quince años de mi hermana, así que mi hermana quería que este ese día, era loco todo porque yo no salía de esa clínica hace dos años, los médicos en cierto modo, me habían preparado para que ese día, ese solo día pudiera salir, obviamente, que antes de poder salir tenía que tomar mis casi treinta pastillas, tenían miedo de todo, como si fuera una asesina criminal.

Llego ese sábado, yo no sabía bien, tenía mis días lucidos o otros días que estaba peor de lo que estaba, pero tenía que salir de allí, iba a ser tan extraño, me había olvidado hasta de cómo era el color del cielo.

 

-Hija –entrando a la habitación- Soy yo mama.

- ¿Mama?

-Si mi amor soy yo

- ¿Mama? –Mirando extraña-

-Si hija, soy yo mama, mercedes.

-Mire para todos lados- Cuidado –la abrazo-

- ¿Qué pasa Emilia?

-Creí ver a alguien, pero se fue, tiene miedo –me rio- te tiene miedo.

- ¿vamos a casa?

- ¿A casa? Pero si acá estoy bien con Nicolás.

-Es una visita.

- ¿Puede venir él?

-Si hija.

-Vamos –miro para un costado-  ¿Vamos amor?.

-Suspira tristemente agarrando a Emilia de la mano saliendo de la habitación-

-Se acerca una doctora- Emilia a tomar las pastillas.

-Agarro las pastillas y las tomo-

-Bueno pásala bien divertirte, mañana te veo de nuevo.

-La miro extraña-Bueno.

 

-Así salí de la clínica, en el periodo del viaje en el auto me quede dormida, esas pastillas me hacían dormir demasiado para mi gusto, así que después de casi una hora de viaje ya que la clínica quedaba bastante lejos, llegue a mi casa, tenía mis lucidez por tiempo, y ese día por suerte las pastillas me había hecho bastante efecto, después de esa hora de viaje me desperté.

 

-¿Mama? –Mirándola sonrió- Mama –la abrazo-

-Si mi amor soy mama.

- ¿Qué hago acá?

-Es casa mi vida.

-Nicolás –se me comenzaron a caer las lágrimas- ¿Por qué murió mama? ¿Por qué?

-Tranquila mi amor, hoy tenes que estar tranquila Luz cumple sus 15 años hoy.

- ¿Ya? –Me saco las lágrimas desorientada-

-¿Bajamos de auto?

-Bueno –baje del auto-

-Luz sale de la casa y corre y la abraza- Te extrañe –casi llorando-

-Luz despacio, tú hermana.

-Perdón mama ¿Cómo estas Emi?

-Bien –camino media pérdida-

-Te compre un hermoso vestido como a vos te gusta para que uses hoy.

-Sonrió un poco- Gracias.

 

Así comenzó a transcurrir el día, estaba lucida por suerte pero perdida a la vez muchas cosas no entendía, lo importante es que estaba calmada en ese momento. Las horas pasaron y me puse el vestido que me había comprado Luz, mis padres lloraban, y aunque seguía perdida y desorientada ahí no sabía bien porque lloraban, y ahora que lo cuento me doy cuenta que ellos lloraban porque veían a su hija arreglada y no con un camisón blanco. Mi hermana estaba hermosa, por parte sabia que eran sus quince y por otra parte no sabía ni donde estaba.

Fue incomodo, ya que la gente me miraba mucho, claro ¿Quién era esa loca que estaba sentada en la mesa principal? Así me veían los compañeros de mi hermana, muchos estaban convencidos, de que ella era hija única, o si sabían quién era, me tenían miedo, se alejaban de mí, claro era la hermana la loca.

Después de esas horas, volví a casa, me acoste, pero algo que mis padres no tenían en cuenta es como podría levantarme, como podía reaccionar, era obvio creo que pretendían levantarme y luego tirarme a la clínica y fin problema, pero eso no paso.

Me levante, estaba lucida, pero era temprano, no tenia bien el tema de los horarios ya que no había noción en la clínica de que hora era, busque por toda la habitación una foto de Nicolás, hasta que debajo de mi cama encontré, la encontré, había un cuadro que yo estaba con Nicolás.

 

-No, no –comencé a llorar desconsoladamente- ¿Por qué mi amor ¿Por qué? –Salí de la habitación corriendo y fui a la cocina, comencé a revisar todos los cajones que había, no encontraba, no encontraba absolutamente nada para cortarme, mire hacia arriba y había otro cajón, claro habían cambiado todo de lugar lo abrí y saque un cuchillo, comencé a cortarme mientras lloraba a mares y no dejaba de nombrar a Nicolás- ¿Por qué? ¿Por qué?

-Corriendo entra mi padres a la cocina- Emilia por favor.

-Mercedes lloraba- Hija, tus manos.

-¿Por qué mama porque?

-Emilia solta eso!.

-Agarre la parte de arriba del cuchillo apretándolo y me estaba lastimando-

-Hija –grito El padre de Emilia mientras la sostuvo y le saco el cuchillo-

-No, no –cayéndome al piso- Quiero a Nicolás, porque-

-Luz entra a la cocina y lloraba mirando a Emilia-

-Luz trae ya alcohol, algodón, gasa lo que sea tu hermana está sangrando mucho-

-Corre a buscar las cosas luz-

- ¿Me van a matar?, ¿qué pasa? ¿Quién son ustedes? –Comencé a gritar- Me quieren matar asesinos, sos un hombre malo –señalando a mi padre-, tengo miedo, salgan de acá.

-Llamando a la clínica desesperado el padre-

-No, nooo –sin dejar de gritar- Salí bruja –diciéndole a mi madre-, no, no es mío, Nicolás es mío, es miooo!

 

Así fue podría cambiar mi estado rápidamente, estaba lucida algunas horas, pero otra vez venían mis alucinaciones y me ataque de locura, me dieron para tomar calmantes y eso me tranquilizo, me curaron mis brazos cortados, y me llevaron a la clínica, no había caso mi estado estaba de peor en peor.

Después de esa semana, los médicos comenzaron a hacer un trabajo conmigo, el encuentro con Nicolás se estaba acercando pero antes tenían que comunicarlo, fue la decisión que propusieron ellos, avisarme que él estaba vivo, ese día Nicolás solo podría ver mi reacción desde la ventana que solo él podía verme y yo no a él, solo eso podía hacer por ahora.

 

-¿Qué pasa? –Estaba dibujando recostada en el piso de la habitación-

-Tenemos que hablar hoy Emilia –La psiquiatra-

-¿Qué paso?

-Es largo. –Se sienta al lado de ella- Tenes que dejar de dibujar un cachito.

-Deje mis cosas, estaba bastante lucida- No me asustes.

-Shhh… tranquila es una buena noticia.

-¿Voy a salir de acá?

-No, eso no algo mucho mejor.

-¿Qué?

-Nicolás.

-Mis ojos se entristecieron- Dejen de decírmelo, ya sé que está muerto –se me comenzaron a caerme las lagrimas-

-No, no es eso.

-¿Entonces?

-Hubo algo que nos conmovió a todos, es difícil, pero… a Nicolás lo encontraron.

-Llorando- ¿encontraron su cuerpo?

-Emilia  escúchame –tocándole la cara- Encontraron a Nicolás vivo.

- ¿Qué? ¿Qué? –Desesperada- ¿Por qué me mienten? –gritándolo ¿Por qué? –Comencé a tirarles las almohadas a la psiquiatra- Los odio, los odio. ¿Qué haces acá? ¿Quién sos vos? –asustada alejándome- Salí de acá, Salí de acá –gritando-

-Emilia cálmate por favor soy tu psiquiatra.

-No vos sos una malvada, saliii, deja de mirarme con esos ojos oscuros, saliiiii, ayuda, ayudaaa –gritándome- Hay una loca en mi habitación, me quiere matar-

 

Otra vez, pastillas tranquilizándome, así constantemente, mientras Nicolás veía la situación y no pasaba de llorar, era la primera vez que me veía así, cambiando de estado rápidamente, era obvio estaba asustado, el amor de su vida estaba Loca, completamente loca.

 

+Aclaro algo antes que lean, cuando dice (Habla actual) es cuando está contando, y cuando es (Por Emilia), es en ese momento que está pasando.

 

Cuarta Parte.

(Hablando por Emilia Actual)

Bueno, mi reacción al no ser muy buena comenzaron a tardar los proyectos para que Nicolás pueda verme surtirme en cierto modo, porque verme me podía ver, pero no tener algún contacto físico.

En ese momento Nicolás también estaba haciendo tratado pos psicólogos, claro que a él le estaba afectando mucho emocionalmente, después de todo lo que a él también le había pasado y verme así.

Después de casi dos semanas los doctores me volvieron a  repetir que Nicolás estaba vivo, yo dentro de todo, lo tomaba como chiste pero cuando sentía que me lo decían de verdad, no dejaba de llorar y otra vez las alucinaciones venían parecía que todo era al pedo.

Otra semana más paso y creo que ya era momento, así dijeron, era momento que vea a Nicolás, querían ver mi reacción, estaban preparados para todo, había más de diez médicos detrás del vidrio para ver mi reacción y sobre todo por miedo de cómo también podría hacer, pero antes que me olvide, tenían todo fríamente calculado, hace varios días que no tenía tantas alucinaciones, así que buscaron que este fresca de pensamientos, así que ese día me encontraba normal, sin alucinaciones.

 

(Por Nicolás)

 Me transpiran las manos, tengo miedo pero a la vez una alegría inmensa, la voy a ver, la voy a poder tocar, necesito tanto de ella, la extraño, aunque la vea, la extraño en todos los sentidos, necesito escucharla, y sobre todo escuchar sus palabras diciéndome cuando me ama.

 

-¿Nicolás Estas preparado?

-Si –suspiro-

-Tranquilo, todo tranquilo acá todo el equipo médico esta por precaución, no sabemos como puede reaccionar, pero si reacciona mal, acá estamos no te preocupes.

-Si, confió en ustedes.

-Suerte.

-Gracias

 

Camine varios pasos, y entre, entre a ese lugar ella estaba en un costado con su cabeza baja y abrazando sus piernas con sus brazos.

 

(Por Emilia)

Mis oídos retumban, no dejan de decir NICOLÁS, ¿DONDE ESTAS? TE EXTRAÑO, y sobre todo lloro, no puede ser que lo extrañe tanto, lo necesito, lo quiero conmigo ¿Por qué no lo tengo más?, estoy acá pérdida en una habitación blanca esperándote, o mejor dicho, queriendo dejar de vivir, para por fin rencontrarme con vos.

 

-Emi –Nicolás dijo despacio-

-Me tapo mis oídos llorando- No te quiero escuchar.

-Emilia.

-Cerré mis ojos fuertemente- Ándate!

-Mi amor soy yo.

- ¿Por qué te escucho? ¿Por qué? –sin mirar-

-Acercándose a ella, sentándose al lado-

-Mírame.

-Negaba con la cabeza y no dejaba de taparme los oídos, comencé a tararear- No te escucho, no te escucho.

-Mi amor, escúchame, mírame por favor, soy yo Nicolás, Emilia.

 

Despacito me comencé a destapar mis oídos, y abrí mis ojos lentamente, corrí mi mirada para el lugar que sentía su voz, lo mire, y me aleje rápidamente.

 

-Basta –volví a taparme la cara- Voy a estar loca toda mi vida, vos estas muerto –llorando sin parar-.

-Nicolás comienza a llorar-

-Escucho su llanto y me acerco a él, seguíamos en el piso, mi cuerpo temblaba- ¿Nicolás?

- La mira- soy yo, estoy acá.

-Despacito moví mis manos, y toque con las puntas de mis dedos la cara y alejo la mano rápidamente- ¿Por qué te estoy sintiendo?

-Mi amor estoy vivo , soy yo estoy acá con vos.

-Vuelvo a tocarle la cara, esta vez con más confianza, había apoyado mis manos sobre sus rostro- Nicolás… Nicolás –comencé a llorar desesperadamente-

-.Tranquila Emilia.

-Quedándome sin aire-

-Emilia tranquila por favor.

-Me toco el pecho- Me duele.

-Doctores –grita Nicolás-

 

(Por Emilia Hablando actual)

Así es, los doctores entraron, algunos emocionados, pero asustadísimos, era un ataque emocional, y me estaba quedando sin respiración, me desvanecí en los brazos de Nicolás.

Saben creo que de todas las reacciones que se podías imaginar los doctores la que tuve era la menos indicada para ellos, era obvio para mi que iba a desmayarme y a quedarme sin aire, los doctores son ilógicos, era obvio, si lo amaba tanto como no iba a caer en ese estado, no se estaba hablando de cualquier cosa, se estaba hablando de Nicolás, la persona que intente suicidarme varias veces, la persona que por la cual me encontraba en esa maldita y estúpida clínica internada día a día, me altera decir esto, pero los odie con el alma, ahora ya no, pero era obvio que iba a reaccionar así, aparte de estar loca era una enferma mas.

Me llevaron a otra parte del hospital, y por decirlo, no me levante con las fichas puestas, me levante como si nunca paso eso, al principio.

 

-Ahhhhhhhhhh –gritando- Que hago acá, sáquenme –me arranco el suero-

-Doctora- Emilia, Emilia cálmate.

-Quien sos ¿Quién sos? –Agarro unas de las tijeras que había en la mesa- Me tocas y te saco un ojo.

-Cálmate por favor.

-Salí de acá, Salí de acaaaaaaaaa! –sin dejar de gritar-

 

(Por Emilia)

Quien es esa loca mujer ¿Qué hago aca? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué me está pasando?, mis lagrimas caer, no, no, tiro la tijera al piso.

 

-¿Qué me paso? –Mis lágrimas comenzaron a caer-

-Entra la Psiquiatra rápidamente- ¿Qué pasa?

-Para –dice la doctora-

-Yo, yo, -me toco la cara- Nicolás… , el ¿el está vivo?

-Asiste la psiquiatra- Si, Emilia.

-El, el me toco –sonrió un poco mientras mis manos temblaban-

 

Lloro, lloro desconcertada me siento en el piso ¿era él? Si era el!, el amor de mi vida estaba conmigo, pero estaba conmigo! Mi cabeza no para de perturbarme, y mis recuerdos de ese momento no deja de aparecer, si era él, era EL, la persona que más amo en la tierra estaba vivo!

Quinta Parte

 

(Por Emilia)

¿Qué me estaba pasando? ¿Qué me pasa? Me siento tan perdida acá dentro, pero me siento distinta, hace dos años y medio que estoy internada acá dentro y jamás me sentí tan bien como me siento ahora mismo, me pregunto ¿Por qué sigo acá dentro? Los doctores me miran asombrados, llevo dos horas tranquila, estoy atónica, siento a mi cuerpo y muevo mis manos, lo toque a él, el estaba vivo, pero yo seguía acá dentro, necesito salir de acá, necesito volver a verlo, necesito tanto de él, quiero abrazarlo y decirle que no me deje sola, que él es el amor de mi vida.

 

-Emilia ¿vamos a la habitación?

-Sí.

-Doctora la vuelve a mirar- ¿Cómo estás?

- Bien –camino despacito con ella-

-Espera acá –se va la doctora y viene la psicóloga corriendo y me saluda- Emilia ¿Cómo te sientes-

-Sonrió un poco- Estoy bien, enserio.

-Woow –suspira- Mejor, vamos a la habitación y seguimos hablando.

 

(Hablando por Emilia Actual)

Me estuvieron 2 horas hablando, los doctores no dejaban de sorprenderse, yo no hablaba nunca y cuando hablaba estaba con alucinaciones, era obvio de algo, sentía que mi locura se estaba yendo, y lo peor es que sentía  algunas cosas confusas de apoco estaba aceptando mi realidad, pero despacio, era todo demasiado perturbador en ese momento.

Una semana paso, seguía exactamente igual, aunque ahora volvía ese sentimiento el extrañar a Nicolás, pero sabiendo que estaba vivo.

 

-Emilia –dijo la psicóloga- ¿Cómo estás?

-Bien –suspire- Necesito salir de acá.

-Sabes que las cosas son complicadas, pero, ahora es todo más fácil –sonríe- Me da gusto poder compartir charlas ahora, no puedo creer como cambiaste es impresionante. –le toca la cara- Me alegro tanto por vos.

-Gracias –sonreí un poquito mirándola-

-Bueno, tienes visita, tu familia llego.

-Que bueno.

-Sonríe la doctora y se va-

 

(Por Emilia)

Estoy confundida todavía, pero es extraño y siento ese sentimiento de nuevo, felicidad entra por las venas como un inyección calmándome, pero esta vez no de calmantes si no de felicidad.

Mis padres llagaron mi hermana también, ellos me abrazaron, mama llora sin parar, me dice cuanto me ama y que tenía fe que iba a recuperarme. Mi hermana sonríe y me dice que al fin va a poder compartir una charla con su hermana, y papa llora también su hija mayor estaba internada pero recuperándose después de dos años y medio, pero a la vez esta entristecido mirando mis muñecas lastimadas, yo estoy tranquila, esas cicatrices marcan tanto aunque es feo tenerlas, me hace sentir fuerte y pensar que todavía estoy viva.

Aunque algo falta todavía mis padres se fueron felices de verme bien, pero me falta él, el cupón del sorteo ganador, no entiendo todavía porque ah pasado una semana y todavía no lo vi, o no me lo dejaron ver, yo lo sigo esperando no me importa cuánto tiempo tenga que esperar ya en este punto de altura el tiempo ah desaparecido en mi vida.

 

-Doctora –entra a la habitación- ¿se encuentra bien?-

-Asistí mientras escribía-

-Bueno Emilia, acordate de que tenes que tomar las pastillas.

-Cierto –agarro las pastillas que había en la mesita de luz de la habitación y las tomo- Perdón , que no las tome antes, hace mucho que no escribía, creo que antes lo hacía a diario y estaba escribiendo.

-Me parece perfecto –sonriendo- Bueno, tienes visita.

-Bueno, mis padres ¿no?

-Si –asiste no del todo- Suerte –sonríe-

-Gracias-

 

Me siento rara, mi corazón comenzó a acelerar, cierro los ojos, y intento de suspirar tranquilamente, mis manos están transpirando, con solo imaginar que puede visitarme el, me pasa esto, es una mezcla de sentimientos horribles pero a la vez hermosa, nervios, ansiedad, felicidad nose es demasiado raro, hasta el apetito se me va con solo pensar que puede ser El.

 

-Sigo con mis escrituras, ciento el ruido de la puerta y me doy vueltas rápidamente, y mi corazón comenzó a latir rápidamente, mis ojos se pusieron llorosos- Nicolás- me levanto rápidamente del suelo llorando y lo abrazo- Mi amor.

-Shhh… tranquila.

-Cierro los ojos tranquilizándome y escuchando su voz-

-Mi amor tranquila por favor.

 

¿Tranquila mi amor? Como puedo estar tranquila te tengo al lado mío, te estoy sintiendo, escucho cada susurro que sale de tu voz hablándome, escucho tu respiración siento tu olor te siento VIVO, estás vivo, estas al lado mío, y sos mío y de nadie más.

 

-Calmándome del llanto-

-Deja de abrazarla y le toca la carita- No llores mas.

-Miro, lo miro y no paro de mirarlo, sonrio un poco- Te amo –casi sin poder hablar lo vuelvo a abrazar-

-Yo también te amo tanto mi amor.

-Dejo de abrazarlo y mis manos temblaban- No te poder imaginas lo que te extrañe, y el escucharte-

-Shh… te dije que tranquila ¿sí?  -emocionado un poco , le saca las lagrimas del rostro a Emilia-

-Te juro que no puedo creer –tocándole la cara- te amo mucho.

- Yo también te amo mi amor –acercándose rosando sus narices le toca la cara- Necesito tanto de esto.

-Lo miro fijamente- Amor…

 

(Por Emilia hablando Actual)

Se acerco, y comencé a sentir sus labios encima de los míos, nos besábamos, fue un beso doloroso con mesclas de sentimientos de felicidad, nuestras bocas se volvían a sentir, lo sentía después de tanto tiempo, ese beso reflejaba todo en nuestras vidas, y algo que me olvide un pequeño detalle era un maldito 11 de Marzo, pero esta vez no volvía llorando de un avión dispuesta a suicidarme, al contrario, estaba con ganas de vivir la vida de una vez por todas.

 

-dejándolo de besar- Por favor mi amor, necesito salir de acá, tengo miedo.

- Amor tranquila.

-Tengo miedo, este lugar ya se ah vuelto un cementerio, lo único que hay acá son Emilias intentándose suicidar varias veces, son Emilia enterradas, que temo de ellas, necesito salir de acá, por favor Nicolás.

-Tranquila –la abraza- vos vas a salir de acá rápidamente-

-Por favor mi amor.

 

Esto es desesperante, este lugar de ah vuelvo lo peor de mi vida, y ahora que me siento VIVA, lo siento absurdo, y no quiero volverme loca, necesito respirar aire, necesito salir de este cuarto blanco y volver a ver colores en mi vida.

 -

Sexta Parte.

 

(Hablando por Emilia)

 

Hablemos d lo bien que estaba en ese momento, pero… ya tenía que pasar, era demasiado extraño que este demasiado bien tan bien, me habían sacado más de quince pastillas en ese periodo de tiempo gran error de los médicos, no se dieron cuenta que el ataque de locura podía volver, son todos mas locos que lo que estaba yo.

 

- Bueno me tengo que ir. –Dijo Nicolás mientras tocaba su rostro-

-No –lo deje abriendo mis ojos y agarrándolo fuerte del brazo- No te vas de acá, vos no te vas de acá Nicolás.

-Tranquila, mañana vengo.

-No te podes ir –cayéndome las lágrimas-

-Emilia tranquila por favor, mañana vuelvo, pero me tengo que ir, ya termino me horario de visita.

-VOS NO TE VAS DE ACA!

-Emilia me tengo que ir mañana vengo, te lo prometo mi amor.

-Ves, ves –alejándome- Ándate, ándate –comencé a gritar- Vos no sos el mismo, el que venía a verme me decía que nunca me iba a dejar sola, ¿Por qué? ¿Por qué?

-Amor por favor.

-Salí de acá!

-Se acerca a ella tocándome la cara-

-NO ME TOQUES –lo dice entre dientes.

-Doctora entra corriendo- Emilia tranquila por favor.

.Salii –gritando me puse contra el costadito de la pared- La bruja entro, Salí, Salí brujaaa.

-Se le comenzaron a caer las lagrimas a Nicolás- No estaba así, no sé qué paso.

-Psicóloga entra- Emilia tranquila.

-Salgan, las odio –me acerco bruscamente agarrándola del cuello- Te voy a matar-

-Doctora –le inyecta el tranquilizante-

- No, no entiendo –agarrándose la cabeza Nicolás-

-¿Por qué? ¿Por qué me abandonaste Nicolás? –casi sin podes hablar quedándome sin fuerzas de sostenerme cayéndome al piso por el calmante que también era como anestesiarme-

-No sabemos cómo ocurrió ¿Qué paso Nicolás?

-Le dije que me tenía que ir y se puso así, pero estaba tranquila.

-Dios mío –se agarra de la cabeza- Tenemos miedo, demasiado, hasta hace unas horas sentíamos que mañana Emilia podía irse a su casa y seguir el tratamiento allá, pero con esta recaída, Emilia va a tener que quedarse acá un buen tiempo más.

 

Otra vez, si otra vez había vuelto como estuve esos dos años y media internada, empeore el cien por ciento de lo que había mejorado, fue tan horrible, esta vez no era Nicolás, era todo lo que se me ocurra, me sentía atrapada en un laberinto, sin puertas de salidas.

 

- ¿La ven? –Mirando desde la ventada de que mostraba la habitación-

-Madre de Emilia llorando- Creí que no iba a volver a pasar.

-Es la triste realidad, no sabemos cómo, pero ayer en el taller de dibujo que tenemos la llevamos, como siempre, y agarro mas pinturas, y bueno así esta, se pinto negro debajo de los ojos, y dijo que tenía que ser así, no ah comido hoy, no quiso, le tuvimos que sacar los lápices porque se estaba lastimando con las puntas.

-Pero.. ¿Qué nos recomienda doctor? –el padre de Emilia-

-Ahora, la volvimos a medicar, pero, vamos a tener que ponerle el chaleco, porque está haciendo desastre con ella misma.

- ¿Cómo? Ósea que mi hija…

-Va a estar atada con el chaleco.

-No , -sin parar de llorar- Porque nos tiene que pasar esto Carlos –abraza al ladre de Nicolás-

-Tienen que estar preparados para todo, nosotros vamos a ser lo posible para que mejore.

 

 (Por Emilia Actual)

Bien, vamos otra vez volvía a estar como antes, y ahora atada, riámonos todo que lo mío no tiene cura. Bueno, me tranquilizo, pero esto es tan detestable, un mes más atada en ese preciso lugar, esto se ah vuelvo repentino y siempre con el mismo final, peor que antes.

 

-Saliiiiiiiiiii –grite- No, no, voy a vivir, no no –llorando- Déjame sola, quiero estar sola, dejarme de recordar ya se que Nicolás me abandono, bastaaaaaaaa! –gritando- Sali bruja malvada, déjame sola, deja de repetirme que Nicolás me abandono y que no me ama mas, déjame de decírmelo, ahora estoy así por tu culpa. Noooooo –grito cada vez mas fuerte- Saliiii, no me toques, Salí, salii, no me lleves, no me lleves, no me amenaces que vas a venir con mas gente, que tengo miedo, me van a comer esos perros con ojos rojos, basta, basta.

 

Por Nicolás.

¿y ahora? ¿y ahora? Me siento culpable, el doble por haberle dicho que me tendría que ir, no puedo verla, no puedo acercarme a ella, me siento lo peor del mundo, y mas aun cuando la volví a sentir cuando sentí que iba a tener al amor de mi vida de nuevo conmigo, siento que mi vida no va a ser con ella y temo de ese futuro.

 

(Hablando por Emilia actual)

Saben otro error mas, ocurrió, y creo que ah sido el peor error que podía a ver cometido en esa clínica, algo que no tenían en cuenta, y eso me molesta, aunque agradesco que alla pasado.

 

-Emilia, vamos a salir a tomar algo en el patio-

-Estaba tranquila-¿salir?

-Sí , vamos que te sacamos esto –sacándole el chaleco-

-Miro mis manos mientras muevo los dedos- Extrañaba verlas

-Ahora vamos a desayunar afuera que el día esta hermoso, a parte tienes que rencontrarte con la naturaleza.

-Camine extraña varios pasos hasta que Salí al patio.

-Sentate tranquila.

-Me siento en el piso que había un mantel con el desayuno.

-Voy a buscar el té,  quédate tranquila.

-Toco el pasto, mientras miro como se iba.

 

 (Por Emilia)

La loca se va, se está yendo de apoco, no dejo de mirar como camina entrando, miro para todos los costados ¿voy a poder saltar? Miro las rejas otra vez, y miro hacia atrás, la doctora no está más, esta es mi oportunidad. Corro, corro alejándome y me cuelgo de las rejas, vuelvo a saltar saliendo a la calle, ¿Soy libre?  Vuelvo a correr, alejándome lo mas posible, la gente me mira extraña, sigo corriendo, estoy asustada, me encuentro perdida, no importa , sigo corriendo y veo una casa abandonada, listo me iré allí, entro por unas de las ventanas de atrás, agitadísima y me siento, nadie va a encontrarme, SOY LIBRE.

 

(Por Emilia Actual)

Si señores me escape, mientras que los doctores estaban asustadísimos, era obvio de algo podía suicidarme era lo primero que se imaginaban. Llamaron a mis padres asustadísimos avisándole de lo que paso, pero no estaba en lo de mis padres, Nicolás, era otro llamado, tampoco estaba allí, Nicolás estaba asustado, todo el mundo me buscaba, pero no tenia en mis planes salir de esa casa abandonada por un buen tiempo.

-

Septima Parte

 

(Por Emilia Hablando Actual)

Las cosas comenzaron a cambiar dentro de esa casa, comí lo que encontraba había cosas que quedaron en la casa y fue lo que comí durante un largo tiempo. Hasta que una tarde cambio mi vida, por completo. Salí, Salí al patio de esa casa estaba perdida de todo, no se que me pasaba mis recuerdos se estaban yendo de a poco, y una señora, la señora de al lado, bastante grande, era una casa hermosa donde estaba la señora, se podía lucir desde afuera que no era una familia común. Ella me invito a la casa, entre a su casa, y me lleno de preguntas.

 

-¿Cómo te llamas?

- No me acuerdo –me toco la cabeza-

- ¿Te duele?

-Un poco.

-Veni querida, sos hermosa, y te encuentras abandonada ¿no sabes nada de ti?

-No me acuerdo.

-Tranquila –la abraza- Te vas a dar un baño, yo llamare a buscarte ropa y buscaremos a tu familia.

-Nooo –grite- No, no ellos me abandonaron, ellos me metieron en el loquero, no, no –comencé a llorar.

-Tranquila... pero si no recuerdas.

-A ellos sí, son malos, no los quiero ver, no, no.

-Maria, veni –llamando a la empleada domestica-

-Si señora.

-Necesito que busques ropa para ella, y que la lleves a dar un baño.

-Bueno señora –se va-

-¿Estás segura que quieres estar conmigo?

-Asistí-

-Siempre quise tener una hija –le toca la cara- Tus ojos verdes muestran cuanta tristesas tienes, nos iremos del país.

-Pero… ¿Cómo?

-Tranquila, tengo un avión privado.

-Emilia…

- ¿Emilia?

-Emilia me llamo.

 

(Por Emilia)

Que me pasa ¿Qué me pasa? Mis recuerdos están mesclados, solo sé que soy Emilia y que mi familia no me quiere ¿Qué me paso? ¿Está en mi vida? ¿Esa señora en mi madre? ¿Quién es? ¿Qué hago acá?, me siento perdida, tan perdida como una aguja en un pajar.

 

(Por Emilia hablando actual)

Así, es termine siendo Emilia Erizadle. Que apellido raro tenía esa señora, perdón ahora era mi “madre postiza” y me fui a Suecia  si lugar más frio no podía haber elegido. Me fui casi un año allí, a ser otra persona, una nueva Emilia.

Pueden imaginarse que Griselda, pequeño detalle así se llamaba la señora que cambio mi vida, hizo y pago todo para que cambie, para dejar mi locura en el olvido, pero lo único que logro es que todos mis recuerdos se pierdan y que aprenda otras cosas, otras lenguas a ser toda una señorita, y a olvidarme que paso de mis pasados, ahora era vivir en Ahora llena de preguntas, aunque con la actividad que tenia por día no me dejaba pensar ¿Quién era yo? ¿Qué era de Emilia del pasado? .

Pero de todo esto lo más loco es que todos los días eran ecos de “Nicolás, Nicolás, Nicolás.” Claro que no tenía la menor idea quien era Nicolás.

 

(Por Nicolás Hablando Actual)

Desesperante, ¿Dónde está? ¿Por qué nos pasa esto? Fueron las preguntas durante ese año, a Emilia la seguían buscando, y todos la daban de que la secuestraron ya que vieron a una loca en la calle. Nadie sabía de ella, NADIE! Era desesperante todos los días, y yo no bajaba los brazos la busque día a día, noche a noche, no me importaba la hora que era yo la buscaba con esperanzas de volver a verla.

Sus padres también la buscaban pero no tan desesperante como yo, era horrible el dolor a pecho que tenía cuando no tenia respuestas, no dormía en las noches, Emilia era mi búsqueda contante y no había nada más en el mundo que ella.

 

-Emilia –dijo Griselda seriamente-

- ¿Qué pasa?

-Estas hermosa –sonriendo-

-Gracias Gri –le conteste sonriendo-

-Tenemos que volver a Argentina.

-¿Ya? Pero… ¿Mis amigas?

-Vamos a volver, tranquila. –tocándole la cara- Tranquila.

-Está bien.

- ¿Pasa algo?

-No, dijo Argentina y me vibro la panza.

-Lose, es tu lugar, pero me gustaría que recuerdes un poco de ti, por eso mismo decido que volvamos, pero estas conmigo tranquila.

-Estas bien, -tristemente- ¿Nunca nombre nada de familia?

-Siempre me dijiste que los odiabas, aunque nunca me dijiste porque, vamos a averiguarlo.

- ¿Y Nicolás?

- ¿Qué Nicolás?

-Nada, nada.

- Decime Emilia.

-No, son cosas que pasan en mi cabeza.

- ¿Segura?

-Si-

-Bueno anda a empacar que ya volvemos.

-Bueno.

 

(Por Emilia)

Camine confundida hasta mi cuarto, porque estaba ese Nicolás tan presente, odio que me pase esto a diario, siento que lo extraño y no sé quién es, lo siento parte de mi, parte de mi cuerpo.

Después de un largo viaje llegamos, había dormido bastante en el viaje de avión, así que quería salir, quería conocer de este país, me dio escalofríos ver la casa de al lado, me dolía la cabeza con tan solo querer pensar.

 

-Me voy, a dar una vuelta.

- ¿Vas en el auto?

-No, no caminando.

-Por favor cuidado cualquier cosa me llamas Emilia.

-Sí, Griselda no te hagas problemas.

 

Camine, camine muchas cuadras, pase por un lugar enorme, era una casa, va parecía una casa, y decía Clínica de Rehabilitación, leí la información y era un loquero, Salí de allí rápidamente, ese lugar me hacia dar escalofríos. Seguí caminando varios pasos más llegando a un Bar, entre al bar, hacia bastante frio, y aunque ya me había acostumbrados necesitaba tomar algo caliente, estaba con unos de mis sacos largos.

 

-Un Café.

-Mirándola- ¿Sos vos?

-¿Yo que?

-Oh sos muy parecida, no, no luces el pelo más largo, estas demasiado arreglada para ser vos.

- Me podes decir o explicar ¿Quién soy?

-Te pareces a alguien que buscan hace un año ya, es eso.

- ¿Cómo se llama?

-Emilia, asi se llama.

-Abrí mis ojos asustada y suspire- No, me llamo Maria yo, nada que ver.

-Bueno, ahora le traigo el café perdón de verdad.

-Está bien.

 

Tome el café rápidamente, me sentí invadida de miradas en ese bar todo el mundo me miraba demasiado para mi gusto, me retire de allí y camine varios pasos desconcertada.

 

(Por Nicolás)

-manejando suena el celular- Hola.

-Hola, soy Claudia, vi tu teléfono en el anuncio de la búsqueda de Emilia.

-Si ¿Qué paso? –asustado-

-Tranquilo, hace unos minutos la vi, era ella saliendo del bar que esta sobre Corrientes en la esquina, era ella, tenía un saco rojo con varios botones su pelo largo, caminaba desconsertada.

-Gracias, gracias estoy cerca.

-De nada. –Corta-

 

Mis lagrimas caían, era ella, y aunque no sabía si era un broma o si no era ella, yo iba con las mejores expectativas de verla, ya era la cuarta vez que recibía un llamado y este por primera vez lo sentí verdadero, y que era ella.

Fui rápidamente, di varias vueltas por esa calle y veo de lejos a una chica con un saco rojo, bajo del auto rápidamente.

 

-Emiliaaaaaaaaaa! –grite fuertemente-

-Se da vuelta-

 

Mi corazón se paralizo y mis lagrimas comenzaron a caer, era ella, era ella, con sus ojos verdes hermosos, tan linda, estaba viva eso significaba que volví a vivir.

-

 

Octaba Parte.

(Por Emilia)

 ¿Y ese hombre? ¿Por qué grito mi nombre? ¿Por qué llora mirándome? ¿Quién es? ¿Quién es? Mi cuerpo esta temblando, no sé si es por el miedo, si es por felicidad, no capto lo que me pasa, ya perdí todo lo que se puede sentir en este mundo.

 

-Se acerca y la abraza- Emilia, Emilia.

-Lo abrazo extraña, y luego me alejo un poco mirándolo-

-Estas viva, estas acá –le toca la cara-

-No digo nada solo lo miro-

-¿Te pasa algo Emilia? Soy yo amor

-Abro mis ojos y me alejo rápidamente-

- ¿No vas a hablar?

-Levanto mis cejas-

- Sabes quién soy ¿No?

-Negó con mi cabeza-

- Emilia, me estás hablando de enserio.

-No sé quién sos.

-Se tapa la boca- Pero… -se agarra de la cabeza-

- Soy yo Nicolás.

-Abro mis ojos más de lo común- ¿Nicolás?

-Si Nicolás.

-Bajo mi mirada-

- Eu, Emi –le toca la cara y la mira fijamente- Mírame.

-Lo miro-

-Soy Nicolás… soy yo amor.

-Perdóname no se quien sos.

- Haber… ¿tu mama tu papa quiénes son?

-No tengo, o mejor dicho No sé.

-De lo último que te acordas ¿Qué es?

-Suspiro- Mucho no lo recuerdo.

-Estas hermosa –se saca las lagrimas y sonríe mirándola- Pensaba que te iba a encontrar en peores condiciones.

-Lo estaba, eso recuerdo.

-¿Cómo estabas?

-Con un camisón blanco, descalza, perdida. Pero ¿Por qué te pones feliz viéndome? ¿Quién sos? ¿Qué sos de Mí? No los entiendo, te veo llorando gritando mi nombre, cuando nunca me buscaron, cuando por la vestimenta me di cuenta que estaba en un loquero, cuando lo único que le dije a Griselda es que no quería ver a mi familia que los odiaba, no los entiendo. –me alejo y comienzo a caminar alejándome-

-Mi amor.

-Suspiro escuchando el mi amor como ecos en la cabeza, mientras una tristeza enorme comienza a llegar a mi cuerpo-

-Soy yo Nicolás, la persona que te ama más que a nadie en este mundo.

 

¿Por qué me siento mal? ¿Por qué esa enorme tristeza? ¿Porque siento que amo a esa persona? Nicolás… ese nombre que soñé durante noches tras noches.

 

-No quiero hacerte sufrir –lo miro- Pero no sé quien sos, y sé que debe ser doloroso decirte esto, que al no ser quien sos no siento nada por ti… pero te quiero dar la oportunidad de dejar que te conozca y me vuelva a conocer yo también, pero no quiero arriesgarme a ver caras como a mi familia, tengo miedo, Ponete un poquito en mi lugar es difícil todo esto, y ahora se me está haciendo difícil mirarte a vos y que me digas que soy el amor de tu vida, todo es difícil para mí. Siento que ahora soy una Emilia con otra vida, pero se que tengo otros pasados aunque no lo recuerdo, necesito tiempo Nicolás.

-Te voy a dar el tiempo que quieras.

-Sonreí un poquito- Gracias.

-Extrañaba esa sonrisa horrores. ¿Puedo abrasarte?

-Asistí-

-La abraza-

 

(Hablando por Emilia Actual)

Una cosa buena en mi vida y agradezco fue haber reaccionado así, podría a ver reaccionado de otra manera capas que mucho mejor o peor de lo peor. Saben era extraño, un hombre acercándose diciéndome que me ama que soy el amor e su vida, era lo más absurdo que podía haber pasado me, pero saben acepte, acepte conocerlo, una porque me encanto cuando lo vi, ja nunca se lo dije, y otra porque sentí confianza hacia esa persona, gracias a dios.

Después de ese abrazo le pase mi teléfono y me fui a la casa de Griselda, llegue y le conté todo lo que había pasado, mis padres se enteraron de que me encontraron, pero aceptaron el hecho de no acercarse a mi hasta que yo lo decida. A la semana que paso, fue extraño ya que de nunca verlo a Nicolás pase de soñar todas las noches con él, aunque ahí mismo no comprendía todo el amor que tenia hacia él, fue extraño un nuevo sentimiento aparecía en mi, era como que volvía a vivir de nuevo TODO, pero todo en mi vida.

 

-¿Salís?

-Si –sonrió un poco terminándome de arreglar-

-Me parece perfecto.

-Ah me olvide de avisarte, me anote en guion.

- ¿Guión? ¿Te gusta escribir?

-Sí, siempre lo hago, va cuando puedo.

- ¿y se puede saber con quien salís?

-Con Nicolás.

-Ah ese chico, tan arreglado ¿te gusta no?

-Me rio- Algo.

-Me parece bien, cuídate, si no venís avísame.

-Che tampoco pienses que me voy a hacer la fiesta salimos a pasear a comer.

-Bueno cuídate igual.

-Me rio- Esta bien. –se escucha una bocina- Es el –agarro la cartera- Nos vemos te quiero.

-Nos vemos cuídate y pásala lindo.

 

(Por Emilia)

Salí de la casa de Griselda y subí al auto de Nicolás, el me saludo y nos fuimos a tigre, un paisaje hermoso, fuimos a unas de las islas en lancha para mi todo era un paisaje nuevo, nos reíamos , y comimos en unos de los lugares que se encontraba por allí.

 

-¿Caminamos?

- ¿Queres caminar Emi?

-Si –asisto sonriendo-

- Pregunta… ¿Adónde nos conocimos? –mientras caminábamos por el borde del rio-

-En un boliche.

-Me rio- ¿Enserio?  Que me sacaste a bailar me chamuyaste.

-Que feo eh! –se ríe- No nada que ver.

-Si así son los boliches.

-¿Y cómo sabes?

-En Rusia mis amigas de allá me sacaron, pero no me gusto para nada, me quede si aire, me agarro como fobia, fue horrible, según mi psicólogo puede ser que alla tenia algo en mis pasados en unos de los boliches y por eso me agarra esa fobia, por eso me sorprende que me digas que nos conocimos en un boliche.

-Sí, nos conocimos en un boliche, que al pareces ibas a menudo, igual ese día no teníamos ganas de nada, estabas sentada afuera porque te estabas ahogando y yo por lo mismo ganas de volvernos teníamos me senté al lado tuyo y empezamos a hablar así fue, y tus fobias, te entiendo, nosotros tuvimos un accidente en un boliche.

-¿Enserio? –sorprendida? Pero… ¿nada grave?

-Es muy largo, y no quiero marearte quiero que vallamos de a poco, todo a su tiempo.

-Está bien –seguíamos caminando-

-Le agarra la mano-

-Lo miro-

-perdón, es la costumbre.

-Le sonrió- Esta bien no me molesta.

-Deja de caminar y la mira acercándose-

-Cerré mis ojos-

-Le da un beso corto- Perdón, extrañaba eso horrores.

-me toque el labio avergonzada intentando seguir caminando-

-perdón Emi enserio.

-Está bien, fue tu impulso.

-¿Por qué estas así?

-Me rio un poco- Suena medio estúpido decírtelo, pero Nico, no te rias…

-¿Qué Emi? –mirándola-

-Fue como, nada mi primer beso.

-Se ríe-

-Le pego un codazo- te dije que no te rias.

-perdón, perdón, pero suena raro que me digas eso cuando nosotros nos besamos miles de beses y hicimos cosas mayores.

-No me lo digas, me da vergüenza.

-La abraza por atrás y le da un beso en el cachete-

 ----.

Novena Parte

 

(Por Emilia hablando Actual)

Y Así fue como comenzó todo de nuevo, después de dar vueltas algunos días mas con Nicolás, comenzamos a tener una relación nuevamente, creía que era lo único que podría hacerme pensar que abría otra Emilia antes, aunque en aquel tiempo, no entendía muchas cosas el porqué estaba en un loquero, esas es unas de las primeras.

Aun no quería ver a mi Familia, el hecho de estar con Nicolás ya era fuerte, y la palabra ya familia me daba escalofríos, entiendan como iba a querer verlos si Griselda me dijo que no quería, que no quería verlos nunca más.

 

-Nico  –corrí y lo abrase- te extrañe –le doy un beso-

-Sonriendo- Que lindo es encontrarte de humor.

-Bueno, bueno –me rio- ¿Vamos? –Le agarro la mano-

-Si , ah la valija.

-Que raro olvidadiza vos.

-Bueno eh! –busco la valija y vuelvo a agarrar de la mano-

-Caminamos unos pasos y luego subimos al auto con las cosas- Nico.

-Mientras manejaba- ¿Qué Emi?

-Vi unos paisajes, y no se me gustaría viajar a España.

-No.

-Lo miro raramente- ¿Por qué? Si es hermoso.

-No, Emilia, dije que NO!

-Pero... ¿Por qué?

-No, no me gusta ese lugar.

-¿Eh? Es uno de los lugares más lindo de este mundo.

-No, es NO! Y No vamos a discutir.

-Me cruzo los brazos enojada- Ok me voy sola.

-Menos.

-Lo miro- Pero... Nicolás ¿qué mierda te pasa?

-Ese lugar tenemos prohibido ir ¿Me escuchaste?

- ¿Pero porque? No me explicas y no te entiendo porque no queres que vallamos ¿Qué paso? ¿Conozco ese lugar?

-Sí, lo conocemos.

- A bueno –suspiro- ¿Entonces cual es lo malo?

-Tuvimos un accidente allí

-Lo miro extraña- ¿Hace cuanto?

-Casi cuatro años.

-¿y qué nos paso?

-Se prendió fuego el boliche y eso paso.

-¿Tanto para eso? Por que se prendió fuego un boliche exageras.

-Emilia, ahí nos separamos y se arruino nuestra vida, ¿me entendes? Por ese maldito y puto viaje.

-Bajo mi mirada- Perdón, perdón –casi llorando- Me tratas mal, y nose, no sé nada de mi vida, esto me altera, quiero ser normal, nadie me entiende.

-Deja de manejar y la mira- Perdón –se agarra de la cabeza- Soy un imbécil siempre la ruino.

-Lo miro- No te enojes, yo soy la alterada, nose que nos paso exactamente, pero por tu reacción no es buena, pero… es difícil para mí todo esto Nicolás.

-La mira y le toca la cara- Perdóname a mí, mucho no me acostumbro, yo soy el imbécil –le da un beso- Ahora disfrutemos del viaje a Córdoba juntos ¿si?

-Le asistí-

 

(Por Emilia)

Viajamos unas largas horas, como no conocía mucho Nicolás hizo unas varias paradas, cominos en Rosario, conocí bastante Santa Fe, con ese largo viaje, y después de tantas horas llegamos a córdoba, un lugar Hermoso, fuimos a unas de las cabañas ya que desde allí podíamos ver el paisaje mejor, cosa que recién estaba conociendo.

 

-Creo que me voy a dormir.

-Vamos, tuvimos un largo día de viaje.

-Demaciado –me rio- ¿Tengo que dormir con vos?

-No con el perro.

-Me rio- Nunca dormí con vos.

-Boe, no ahora no.

-Bueno eh! Me voy a cambiar.

-La mira extraña- ¿A cambiar?

-Si, traje ropa para dormir.

-Raro, anda, perdón no me acostumbro. –se saca el jean quedando en bóxer y la camisa-

-Termino de cambiarme y entro al cuarto y lo miro extraña-

-¿Pasa algo?

-No, no.

-Se rie- Cierto, no estas acostumbrada verme así.

-enrojándome- Algo así

-A mi me parece extraño que duermas vestida asi.

-¿Dormía desnuda?

-Se rie- No tanto no.

-Ah –suspiro-

-La ropa interior y la remera larga que me robabas.

-Ah dios mío que vergüenza

-Amor acostúmbrate, de a poco la vergüenza se va perdiendo.

-Entro a la cama-

-la abrasa por atrás-

-Sonrió-

-¿Te molesta?

-Lo miro sonriendo- No amor, no me molesta.

-Gordito, así me decías.

-¿Gordito? –Riéndome-Hay soy una tierna.

-Le da un beso-

- Te amo sabes.

-Sonríe- yo te amo mas, mas, mas –llenándola de besos- Como extraña ese te amo por dios.

-Me rio y lo abraso

 

(Hablando por Emilia actual)

Aunque costaba, la confianza con Nicolás iba avanzando y el amor mucho mas, era complicado, pero iba tomándole ritmo Nicolás hacia lo posible para que yo me enamore de el todos los días mas y mas. Una semana íbamos a ir a ese Viaje a Córdoba, estábamos en el ante ultimo día de allí, todo iba más que bien por suerte.

 

-Besándonos nos caímos en la cama- amor –riéndome mientras ponía mis manos en el cuello de el-

-La sigue besando metiendo manos-

-Amor.

-La mira dejándola de besar- Perdón.

-No, no –tocándole la cara- Quiero hacerlo.

-¿Segura?

-Si –asistiéndole- Vos más que nadie en este mundo sabes cómo cuidarme.

-Sonríe- Mi amor, por favor, cualquier cosa me avisas y cortamos todo ¿sí? No tengas miedo, vos déjate llevar, te amo mucho.

-Yo también te amo.

 

(Hablando por Emilia Actual)

Aunque los nervios me carcomían la cabeza Nicolás hizo que se valla, admito que los primeros cinco minutos, me transpiraban las manos de los nervios, pero Nicolás no paraba de susurrarme el oído diciéndome cuanto me amaba que hacía que todo eso se vaya disminuyendo. Así fue hicimos el amor, nada me dolió, aunque era obvio porque, pero sentí una conexión impresionante en ese momento, era obvio con Nicolás cuando lo hacíamos nos unía mucho más que mucho, pero para mí era un experimento nuevo en ese momento.

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Derochando ternura , tenia que hacer una parte asi, bueno  eso solo bai

Decima Parte

 

(Por Emilia)

Después de ese hermoso viaje, volví, volví con otras nuevas sensaciones, creía ver todo un mundo de colores, bueno algo así, lo sentía  a Nicolás mío y nada más que mío, nose aunque no recuerdo mi pasado con El, lo vivo al presente de nuevo, y lo vuelvo a elegir sin importar que allá pasado en mis recuerdos perdidos con El.

Paso un mes, y creía que era momento de saber “Quienes eran mi familia” Nose, tenía miedo, pero a la vez no, sentía que salían dos personas diciéndome Soy tu mama y yo tu papa era cualquiera, como que Griselda ocupaba ese lugar, pero tenía que entender que ellos me extrañaban aunque las cosas no me cerraban porque le dije a Griselda que no quería verlos.

 

-Emilia el timbre es Nicolás.

-Llego?  -sonriendo baje las escaleras rápidamente y abri la puerta- Amor –le di un beso- ¿Pasa algo?

-Enrojado-

-Amor, ¿Qué pasa? Porque estas asi , colorado.

-Mira atrás.

-Mire hacia atrás de Nicolás y había 3 personas- ¿Quiénes son?

-Lo que me dijiste que querías verlos.

-¿Ellos? –un poco asustada-

-Si Emi-

-Ok. –Baje los dos escalones que había en la entrada y los mire, estaban bastante lejos sonriendo, la señora lloraba, y una adolescente la abrazaba- Hola –trago saliva-

-Mi nena –la abraza-

-¿Usted?

-Soy yo Carlos tu papa.

-Hola –dejo de abrasarlo-

-Hija –la abrasa también- te extrañe tanto –sacándose las lagrimas-

-Le seguí en abraso un ratito- Perdón ¿usted?

-mercedes, soy tu mama.

- Hermana –llorando la abraza-

-Me angustio un poco- ¿tengo una hermana? –sigo abrasándola- No llores.

-Deja de abrasarla le toca la cara llorando- Pensé que no te iba a ver nunca mas.

-Nico se acerca- Acá la tienen.

-Es raro verte bien, lucida.

-Nico le hace señas-

-Ah perdón.

- ¿Qué paso?

-Nada Emi, nada.

- ¿Por qué me miran como si fuera que estoy loca?

-No, es solo que no están acostumbrados hace un año que no te ven.

-Perdón, tienen razón.

-Es lindo verte que estas con Nicolás, gracias Nico –sonriéndole la madre de Emilia-

-Lo miro a Nico sonriendo- Ah entonces no te portabas tan mal con ellos.

-Nico se ríe-

-Menos mal, si no lo mataba –le da dos palmadas en el hombro a Nico el padre de Emilia-

-¿No queres ir a casa?

-A casa ¿Qué casa?

-Tu casa, nuestra casa Emi. –Le dice Luz la hermana-

-Eh , -lo miro a Nico-

-Te acompaño si queres –le dice Nico-

-Bueno, está bien, espera ¿tu nombre?

-Luz, -se ríe- es extraño decirte como me llamo.

-Perdón.

 

(Por Emilia)

Fui acepte ir, a esa cara, era bastante linda aunque me daba escalofríos y sobre todo porque estaba lleno de fotos mía y de Luz, me impacto ver una foto de un cumpleaños, yo me encontraba extraña en esas fotos, tenia ojeras y vendada mis muñecas, me llenaba de preguntas mi cabeza, ya que mis muñecas tenían cicatrices, no entendía quería saber que había pasado en mi vida, porque las personas que decían decir que eran mis padres no paraban de mirarme, tenían miedo de que haga algo, y sobre todo cuando agarre el cuchillo para comer, todas las miradas fueron clavadas hacia mi ¿Quién era yo? Lo único que me hacía sentir bien era la presencia de Nicolás, él era el único que me veía como una persona normal.

 

-Saliendo de la casa de mis padres- ¿Vamos?

-Si ya vamos ¿Griselda te espera?

-A tu casa vamos.

-Apa!

-Me rio- Dale vamos.

- ¿Griselda sabe?

-Si le dije que me quedaba una semana con ellos, que mañana buscaba ropa.

- ¿Te estás mudando a mi casa?

-Algo así –lo abraso- ¿o a caso no decías que ya vivíamos juntos?

-Algo así.

-¿Convivimos un largo periodo en algún lugar?

-Sí, unas vacaciones, después solo eran reencuentros.

-Ah bueno!

-Se ríe-  Bueno tus padres no aceptaban que la nena hacia cosas de mayores.

-Riéndome- Disculpa, la nena no era asi vos la buscaste eh, eh, seguro.

-No, no.

-¿Qué ya tenía experiencia? –lo miro-

-No.

-Ah. –Suspiro y subo el auto- Nunca te pregunte.

-Sube al auto y arranca- ¿Qué nunca me preguntaste?

- Nunca conté de haber tenido parejas o algo así.

-No, te abras comido alguno en el boliche.

-Mentiroso –le pego un codazo- vos abras sido así.

- y bueno.

-Lo miro seria- Ponele que yo también, igual te digo así, pero nose –me rio- haber, cuando, tuvimos relaciones por primera vez ¿Qué onda?

-¿Qué onda qué?

-Hay Nico, ya había tenido alguna vez?

-No.

-Ah –sonrió un poco- Ah ósea abusaste de mí.

-Vos quisiste.

-Me rio- ¿y vos?

-Ya había tenido.

-Qué raro, los hombres son rápidos –suspiro-

-Igual con vos fue distinto.

- ¿Por qué?

-Tuve con una pendeja antes, pero ya sabes era más rápida que la tabla del dos, entonces fue un sacarme las ganas las veces que estuve con ella nada mas, pero vos, nose yo también tenía miedo –la mira y sigue manejando- Ponete en mi lugar, eras mi primera pareja oficial, que estaba enamorado por primera vez, y tenía miedo, vos no sabias de experiencia, por eso mismo te tenía que cuidar el doble.

-Sonrió un poquito- ¿adonde fue?

-Contra un árbol –se pone el semáforo en rojo para y la mira-

- ¿En un árbol?

-Se ríe- Quería ver tu cara, no, mentira

-Casi me infarto.

- Fue en mi casa, Bueno, pero una vez casi se dio en un lugar asi.

-No, me cuentes que me pongo de los pelos. Decime por lo menos que no había nadie en tu casa.

-No, mis viejos se habían ido de viaje, después con el tiempo se daba en varios lados –sigue manejando- Como en el auto de tus viejos.

- Me jodes ¿no?

-Hablo de enserio.

-No me cuentes más por favor.

-Riéndose- No estaría mal que este auto tenga un buen uso.

-Me rio- Dale maneja tonto.

 

(Hablando por Emilia Actual)

Comenzaron a pasar los días nuevamente en aquel tiempo, era hora decidí irme a vivir con Nicolás, era de la única manera de poder sentirme bien, no era que con Griselda la pasaba mal, pero con Nicolás, podía tener más experiencia y él era el que me conocía perfectamente y podía explicarme las cosas bien, era el único que sabía cómo era mi vida realmente. Mis padres me iban a  ver aunque yo ahí no sabía bien como tratarlos, la llevaba bien, Nicolás comenzó a explicarme como era cada uno de ellos, y eso me aliviaba, aunque las cosas todavía las cosas no estaban tan resultas como quería.

 

-Lo abraso y le doy un beso- Amor.

-Que mi vida.

-Suspire- ¿Estuve en un loquero?

-La mira sorprendido- ¿De dónde sacaste esa información?

-Ves lo sabia! , lo supuse no entiendo porque tanto esconden ese secreto, ¿pero porque Nicolás? ¿Por qué?

-Suspira- Te lo tenía que decir algún día.

-¿Qué paso Nico?

-Tuvimos un accidente, en un boliche de España, teníamos una vida completa, y bueno, ese día el boliche se prendió fuego, y te perdí, te desmayaste en mis brazos y te sacaron a vos, yo fue unos de los últimos de lo mas grabes, estuve en coma sin registración me dieron por muerto, y ahí comenzó todo, no aceptaste mi muerte. -

-Con los ojos llorosos- ¿Cuándo fue esto?

- Un 11 de marzo.

-Nooooooooooo –grito alejándome-

- Mi amor tranquila

-No, no, Salí –comencé a gritar-

-Mi amor.

-Salí, vos no me queres mas –comencé a llorar- No me toques.

-Mi amor –poniéndose mal- Si es un chiste Emilia no es de buen gusto.

- Aléjate, no me toques.

 

(Hablando por Emilia Actual)

Si señores, todo comenzó aplaudamos y hagamos una fiesta Emilia volvió a ser la loca de siempre.

Nose si fue el 11 de marzo pero cuando Nicolás comenzó a contar se me vinieron todos los recuerdos en mi cabeza, y lo que vivi ese año desapareció tan fácilmente, saben lo peor de todo esto, es que volví a ese lugar blanco y algo mas conmigo.

 

-No puede vivir mas así –llorando Nicolás-

-Por favor Nicolás, ahora más que nunca, lo de Emilia es un shock emocional, pero puede salir de esta y ahora más que nunca, porque su bebe está en riesgo.

-¿Qué?

-No sabía.

-Como que…

-Emilia en los estudios salto de que esta de 6 semanas.

 

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Dicima primera Parte.

 

(Hablando por Emilia Actual)

Si, estaba embarazada de 6 semanas nada mas, mi hijo/a era una cosita chiquita en mi pansa, pero yo no tenía idea de eso, no tenia en mi cabeza tener un bebe dentro mío, estaba en mis peores condiciones para poder darme cuenta que tenía algo dentro de mi vientre.

Saben, fui tratada con mucho cuidado, pero estaba dentro de todo tranquila, y no toleraba la comida ya que lo vomitaba, claro que no sabía de mi embarazo entonces no pensaba que era exactamente eso, estaba muy perdida, aunque no tenía pensado en suicidarme, ya me sentía muerta, completamente muerta. Si suena tan cruel pero me costaba poder pensar que seguía viva del todo.

Nicolás, pobre Nicolás, siempre que recuerdo esto pienso en él, y la verdad que nunca desearía haber estado tampoco en su lugar, imagínense, el amor de su vida volvía a estar loca, y ahora también tenía que pensar en que iba a ser papa, pero a la vez el sentía muchísimo miedo, miedo por los dos, claro mi hijo y yo, sabía que si perdía a uno, también perdía al otro, temía por mi muchísimo, se sentía muy mal , imagínense se supone que cuando alguien se entera que va a ser papa, tendría que estar feliz festejándolo, comprando cosas, pensando en el futuro nombre del bebe, lidiando por si va a ser nena o varón,  pero nada de eso pasaba, el iba a la clínica y ver la imagen de la novia tirada en el piso, o tomando medicamentos , por decirlo así, estaba dopada, estaba en otro mundo.

Mi segundo mes de embarazo comenzaba, y hace dos semanas que me encontraba en esa clínica, igual nunca sentí esas dos semanas ya que las dormía a las horas, aparte que eran síntomas de embarazo, los medicamentos lo hacían.

Hasta que después de esas dos semanas, me desperté, me desperté ese día bien, y perdida ¿Qué hacía allí? Las cosas no estaban bien en mi cabeza.

 

-¿Qué hago acá? –Asustada- Que hago acá –grite fuertemente-

-Emilia, Emilia tranquila.

-¿Quién es usted?

-La Doctora.

- ¿Doctora?

-Sí, Emilia soy la doctora.

-¿Qué hago acá?

-Tranquila, toma esto te va a hacer bien.

-Agarre las pastillas y las tome con el vaso de agua que trajo la doctora- Gracias.

 

Odio decir esto, pero me desperté lucida, sin saber porque estaban en la clínica y la, la estúpida doctora lo soluciono dándome esas pastillas patéticas haciendo que me duerma y estaba lucida, mierda la odio, porque ese día sabia quien era y ella lo único que logro es dormirme y despertarme de nuevo asustada, perdida, angustiada, sin ganas de vivir, otra vez todo volvía a la normalidad de la loca de Emilia, y mi bebe iba creciendo en mi pansa y no tenia noción de eso, siempre lo dije odio a los médicos, los odio se creen inteligentes por tener un titulo y años de estudios cuando en verdad no saben  nada, y no saben lo que es sentirse enferma todos los días.

 

(Por Nicolás)

¿Por qué me pasa esto? No dejo de mirar los escarpines que compre, no paró de llorar angustiado por la vida que me toco, todo hubiera sido tan fácil si ese 11 de marzo no hubiéramos ido a ese maldito boliche, todo lo arruino, TODO, me siento horrible quiero festejar con ella, mimar a esa pansa y no puedo hacer nada, lo único que pienso es en mi vida, tengo muchísimo miedo de que esa pansa crezca y que Emilia siga igual y que ese bebe crezca sin una mama a su lado, tengo miedo, es tan triste mi vida, a veces el que desea estar muerto también soy yo.

 

(Por Emilia Hablando actual)

Si, es patética mi vida, lo dije desde un principio, y me cuesta contarla, imagínense, la loca, la loca soy yo, y mi bebe creciendo. Otra vez los días pasaron, pero estaba con muchas ganas de suicidarme eso es lo peor de todo esto, tenía ganas de matarme de una vez por todas, estaba cansada, me acordaba solo de que ya estuve en este lugar, y los recuerdos eran confusos, quería morirme de una vez por todas, y eso no iba a faltar mucho, quería ver lo primero que encontrar y tan solo cortarme y matarme de una vez por todas y solucionar todo mis problemas, no quería seguir viva para nada, sentía que este mundo era patético, y que mi vida era bastante asquerosa, entonces no valía nada en este mundo seguir viva, creía que Nicolás me abandono y que mis padres no quieren a una hija así, que nadie de nadie me quiere, entonces no valía la pensa seguir a pie, lloraba descontroladamente todos los días, que me despertaba en ese lugar.

Hasta, hasta que después de casi un mes y medio estar allí, acercándose a mis tres meses de embarazo, claro que todavía no tenia pansa, ese día lo había decidido, iba a buscar cualquier cosa cuando los médicos me lleven al lugar donde no me dejaban de preguntarme, había muchas cosas alrededor para matarme fácilmente, pero algo que no tenía en cuenta y tampoco sabía era la visita de Nicolás de todos los días, claro el veía mis procesos todos los malditos días en esa estúpida clínica, pero claro cómo podría imaginar eso yo, junto yo.

 

-Emilia, bueno sabes que acá te hacemos muchas preguntas, queríamos saber ¿Cómo te sentís hoy?

-Bien –lo dije riéndome- Claro.

-Seriamente- Estamos hablando de enserio

-Claro. –Miro para  todos lados-

-¿Por qué miras a todos lados Emilia?

-Miro hacia la mesa y había una lapicera- Nada Doctora.

-La conozco muchísimo, y sé que le está cruzando algo en esa cabeza.

-Nicolás miraba desde los vidrios de afuera, pero ella desde el otro lado no lo veía-

-No doctora –suspiro-

-Bueno comencemos entonces

-La doctora mira para un costado y me levanto rápidamente de la silla agarrando la lapicera de la mesa-

-Emilia –lo dice fuertemente- Solta la lapicera.

-No –grite- No, no. –Agarre la lapicera apuntándome en el cuello-

-Emilia tranquila –grita- Ayuda.

-Nico se desespera y entra- Emilia.

-Comencé a llorar- ¿Qué haces acá? ¿Viniste a presenciar mi muerte no? –Comenzando a hacer fuerza con la lapicera en mi cuello-

-Basta por favor –desesperado- Mi amor mírame soy yo.

-Voy no me queres mas.

-Yo te amo.

-me estas mintiendo –comenzando a caerme las lagrimas-

-Solta eso, te estás lastimando amor.

-No me digas así –apretando más-

- Emilia, por favor, nuestro hijo.

-Dejo de impulsar tanta fuerza y lo miro fijamente- ¿Qué hijo?

-El que tenes en tu pancita-

-Negó con mi cabeza-

-Mi amor, nuestro bebe.

-¿Bebe?

-Asiste- Estamos esperando un bebe –acercándose a ella- Vamos a hacer papas.

-Mis lágrimas no dejaban de caer-

-le toca la cara mientras le agarraba la lapicera de la mano sacándosela de apoco-

- Entonces… Mi amor- comencé a llorar desconsoladamente- Mi amor, Mi amor –lo abraso fuertemente- No me abandones, ayúdame por favor.

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La extendi una parte mas, asi que la proxima si es la ultima parte.

Decima Segunda Parte (Ultima)

 

(Por Emilia)

¿Qué me pasa? Lloro desconsoladamente, tengo un hijo con Nicolás en mi panza, ¿Por qué estoy en este loquero? Mis imágenes de mi vida no dejan de recordar, todo, TODO está volviendo, TODO.

Recuerdo, cuando lo conocí a Nicolás, recuerdo nuestro primer beso, recuerdo ese Maldito viaje a Europa, también recuerdo mis días llorando por la muerte de Nicolás, recuerdo mis días acá dentro, mis intentos de suicido, el volver a verlo a Nicolás y saber que esta vivo, la escapatoria del loquero, mi viaje a Rusia, mis amigas de allá, y recuerdo como Nicolás volvió a enamorarme.

 

(Hablando por Emilia Actual)

Si, volví a ser normal, la Emilia que todo el mundo conocía, lloraba, pero lloraba por todo lo que paso en mi vida y seguía viva, seguía viva y ahora con un hijo en mi pansa, saben lo difícil que fue eso para mí, entendía todo. Tenía miedo de dormir y seguir despertándome como la fase de loca, me dieron calmantes y me dormí, pero desperté, desperté como quería, era la Emilia, la Emilia que toda mi vida quise volver a ser.

 

-Doctora, se lo juro estoy bien.

-Sonriendo un poco- Es raro verte bien, vamos a hacer algunas terapias mas, y si vemos que va todo perfecto, volves a casa.

-Sonrió un poco emocionada-

-Igual, esto es largo, digo volves a casa pero las terapias y los medicamentos lo vas a tener que seguir tomando, si recuerdas, te darás cuenta que lo tuyo volvió una vez, puede volver otra vez  y eso es lo que no queremos. Bueno ahora ¿Cómo te sentís vos?

-Bien, extraña.

-Te comprendo, y la espera…

-Sonrió y me toco la pansa- ¿Mi bebe?

-Asiste-

-Feliz –sonriéndole- Yo sé que voy a salir adelante , mi bebe y Nicolás van a hacer mi ayuda constante.

-Me alegra tanto verte bien, perdona vimos muchas etapas tuyas Emi.

-Lose, perdona, perdonen me escape, pero la vida fue asi –miro mis muñecas- Son cicatrices de la vida, todo esto.

-Ahora tenes que estar bien, pensar en positivo y que pronto vas a volver a casa.

-Gracias, Gracias Lucrecia por aguantar mis locuras.

-Estoy para eso, y para escucharte –la abrasa-

-Cuando… ¿Cuánto voy a ver a mi familia? ¿A Nicolás?

-Si mañana van bien los resultados, mañana misma podes volver a casa y verlos.

-Hay que bueno –la vuelvo a abrasar- Gracias.

 

(Por Emilia)

Tuve muchas terapia en el día, me hicieron todas las preguntas posibles, y todo lo recordaba, va casi todo, no recordaba mucho lo que viví acá adentro, pero si todo lo demás. Despues de tantas horas me fui a dormir, y al siguiente día, me desperté muy bien, estaba ansiosa quería saber los resultados.

 

-Emilia –acercándose la doctora-

-Si doctora.

-Ahora la enfermera te va a dar ropa y cámbiate, volves a casa.

-se me caen las lagrimas y la abraso- No sabes lo feliz que me hace esa noticia.

-Para nosotros también, tenes toda la capacidad de volver, ahora te vamos a dar los medicamentos y los días que vas a tener que venir a terapia –deja de abrazarla- Suerte Emi.

 

Me cambie rápidamente, me arregle un poco y una hora después hablaron los doctores conmigo, me dieron todo lo que tenia que tomar y los días de terapia que tenía que ir, luego camine unos pasos y abrieron la puerta de salida, estaba mi familia emocionada mirándome.

 

-Hija –se acercan y la abrasan-

-Tranquilos yo estoy bien.

-Te extrañe hermana –la abrasa-

-Yo tambien los extrañe a todos ustedes, los amo.

-Ahora tenes que estar tranquila hija -tocandole la cara la madre-

-Si mami.

-Nos hace feliz verte bien -sonriendo el padre-

- -Sonriendoles- Y…y...  ¿Nicolás?

-Mira a tu derecha -dice Luz-

- Mi amor –se me comenzaron a caer las lagrimas y corro hasta el abrasándolo-

 

Volví, volví a ser yo, de una vez por todas, sentir su abrazo, estaba conmigo, nadie iba a quitar este momento, ahora sabiendo todo, lo abrazaba como si fuera que lo veía después de tantos años, después de ese trágico accidente.

 

-Mi amor tranquila –le toca la carita emocionado-

- Te amo tanto.

-Sonriendo- Te traje esto para vos –mostrándole las flores-

-Gracias.

-Nico le toca la pansa-

-Lo miro enamorada- No puedo creerlo todavia ,Vas a ser papa, vamos a tener un hijo.

-Cayéndose las lagrimas- Gracias.

-Nunca me tenes que agradecer nada, gracias a vos, por bancarme, y ya sabes a pesar de todo lo que paso, desde lo que paso en once de marzo, estamos juntos, y nada subiese sido sin vos.

-Porque te amo y nunca te dejaría.

-Gracias mi amor.

-Se acerca y la besa-

 

Bueno, llegue en el momento que hablo por mí, llegue, pff… dije desde un principio que esta historia me costaba muchísimo contarla, la historia de mi vida y acá estoy, con mi normalidad. Me cuesta mucho decirles que pase por un loquero dos veces en mi vida y que me intente suicidar muchas veces, tan absurdo, desgarrador, pero ya paso.

Es una etapa de mi vida, y aunque ya paso, si me dicen que me dan la oportunidad de cambiarla no la cambiaría por nada del mundo, se que ese once de marzo arruino mi vida casi por completo, pero sigo viva y junto a Nicolás todos los días de mi vida y lo más lindo de este ser mis hijos con Nicolás ¿Qué más le puedo pedir a la vida? Ya soy una mujer completa.

 

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