“Apostando a la vida”

 

Capítulo 1 : “Noche de tormentas”

 

La madrugada tormentosa del 15 de Octubre de 2013 en un instante se convirtió en un momento que Emilia por el resto de su vida quería olvidar…

Sonó su celular, muy dormida lo agarró y apenas logró ver que en su pantalla decía “Número desconocido”. No atendió, lo apoyó en la mesita de luz, se dio vuelta y siguió durmiendo. Un rato después volvió a sonar y ante la incertidumbre de no saber quién llamaba, se levantó de la cama y acercándose a la ventana atendió…

Emi: Hola…- Dijo con una voz “dormida”-

 

La voz del otro lado del teléfono: Buenas noches, perdón que moleste a estas horas. Llamo de…

 

A medida que las milésimas de segundos transcurrían, la voz del otro lado del teléfono fue diciendo una a una las palabras que debía trasmitir y al mismo tiempo el corazón y el alma de Emi estallaban en mil pedazos. Un estado de shock invadió su cuerpo y no podía reaccionar. La voz se había silenciado y el teléfono comenzó a deslizarse de las manos de Emi hasta caer al suelo.

Emilia permaneció inmóvil por unos segundos y la negación comenzó a apoderarse de su mente…

 

Emi: Nooo, no, no puede ser – Apoyando su mano en la frente y moviendo lado a lado su cabeza -

 

Rápidamente se dirigió a la cama y comenzó a despertar a su marido…

 

Emi: Gus, despertate… Tenemos que irnos

 

Gustavo: Mi amor, ¿qué pasa? – Preguntó dormido -

 

Emi: Recién me acaban de avisar que los chicos tuvieron un accidente en el viaje.

 

Gustavo: ¿Quéee? ¡La puta madre! – Levantándose asustado de la cama-.

 

Emilia siguió sin creer y negando todo lo que le dijo la voz del otro lado del teléfono. Mientras buscaba algo para vestirse miles de imágenes comenzaron a aparecer por su cabeza como si se tratara de una película. Su marido le hablaba pero ella parecía no escucharlo…

 

Gustavo: Ey Emi, ¿Me escuchas? – Se acercaba a ella ya que no recibía respuesta - ¿Qué te dijeron?, ¿Están todos bien?

 

Emi: Me dijeron que estaban muertos – Dijo con mucha ira y elevando su voz -¡Cómo me van a decir eso, si no es verdad! – Muy enojada - .

 

Gustavo: ¡Qué! – Reaccionó sorpresivamente - No, no, debe haber una confusión. ¡Vayamos ya a ver qué pasa! ¿Dónde están?

 

Emi: En el Hospital Garraham

 

Emilia y Gustavo salieron lo más pronto posible de su casa y se dirigieron al Hospital. La lluvia seguía cayendo sin cesar, parecían baldazos de agua que caían en el parabrisas del auto, la noche estaba violenta y no se veía nada. Durante el camino ninguno dijo ni una sola palabra y ambos mantuvieron sus miradas fijas hacia adelante. Llegaron y se presentaron en la recepción, la chica que los atendió les indicó que debían esperar en la sala de espera que ella iba a buscar al médico que estaba encargado de la familia. Emilia y Gustavo esperaron en silencio y al rato un médico se acercó a ellos.

 

Dr. Gutiérrez: ¿Familiares de la familia Martínez? – Preguntó –

 

Emi: Si – Le dijo acercándose – Rocío es mi socia, ¿Cómo están?

 

Dr. Gutiérrez: Sentémonos por favor – Se dirigió a las butacas de la sala de espera- Bueno, la familia sufrió un accidente automovilístico en la panamericana.

 

Gustavo: ¿Cómo fue? – Preguntó –.

 

Dr. Gutiérrez: Bueno según me comentó el oficial,  un camión perdió el control, se  cruzó de carril, rompió la barrera de cemento e impactó en el vehículo.

 

Emi: ¿Cómo están todos? – Preguntó espantada ante el relato del médico- .

 

Dr. Gutiérrez: El hombre de sexo masculino murió en el acto, el Same no pudo hacer nada.

 

Emi: ¡No!, Pablo, pobre Rochi - Empezó a llorar – No, no puede ser.

 

Gustavo: ¿Y los demás? – Preguntó asustado y abrazando a Emilia -.

 

Dr. Gutiérrez: La mujer de sexo femenino salió despedida del vehículo.

 

Emi: Ay Rocío te dije que usaras el cinturón – Interrumpió al médico enojada –.

 

Gustavo: ¿Cómo está doctor?

 

Dr. Gutiérrez: Los paramédicos hicieron lo que pudieron pero lamentablemente – Hizo un gesto de negación con la cabeza – no sobrevivió.

 

Emi: ¿Qué? – Se levantó de la silla y empezó a llorar desconsoladamente – No, no, no me puede estar diciendo esto.

 

Dr. Gutiérrez: Lo siento, pero es la verdad.

 

Emi: No, no, no puede ser – Enojada – ¡Vaya y haga algo!

 

Gustavo: Emi, no puede hacer nada – Se paró y la abrazó –.

 

Emi: No puede ser Gus, no puede ser – Lloraba y dejó de abrazarlo - ¿Y los nenes? – Interrogó al médico - .

 

Dr. Gutiérrez: Sobrevivieron al accidente pero están muy mal heridos. Estamos haciendo todo lo posible por salvarlos.

 

Emi: ¿Qué tienen? – Preguntó con lágrimas en los ojos y volviéndose a sentar -.

 

Dr. Gutiérrez: Bueno…

 

El doctor empezó a hablar muy serenamente para que Emilia y Gustavo pudieran comprender la situación. Les empezó explicando que Inti, con dos años de edad tenía un pronóstico muy reservado ya que viajaba sin cinturón de seguridad entonces el impacto en él había sido mayor. Su cuerpito salió despedido del auto, su cabecita golpeó contra el pavimento y tenía una severa fractura de cráneo. Estaba conectado a un respirador artificial porque había perdido la conciencia y no reaccionaba. En estos momentos esperaban a los cirujanos para una cirugía muy riesgosa en la que tenían que lograr descomprimir el cerebro porque si no lo perdían. A su vez tenía varias fracturas que seguramente derivarían en diferentes cirugías. Emilia escuchaba atentamente cada palabra y no pudo evitar  llorar desconsoladamente, realmente sintió que era la peor noche de su vida. 

 

Emi: ¿Se va a poner bien? – Preguntó entre lágrimas y con miedo –.

 

Dr. Gutiérrez: No puedo contestarte esa pregunta ahora, hay que esperar.

 

Gustavo: Está bien, lo entendemos – Dijo muy triste – Y… ¿Brisa? – Preguntó con miedo -.

 

Dr. Gutiérrez: Brisa…

 

Brisa tenía 10 meses de vida y el doctor comentó que se salvó porque viajaba en su sillita. Sin embargo sufrió un golpe de su cabecita debido al impacto que dejó el vehículo completamente destruido. En estos momentos estaba dormida bajo los efectos de los analgésicos y además la anestesia que le habían colocado para coserle el bracito. Pero como en todos los casos, debían pasar al menos las primeras veinticuatro horas para tener un diagnóstico adecuado.

 

El doctor se detuvo y un silenció invadió la sala de espera. Emilia lloraba a más no poder y Gustavo trataba de disimular su tristeza para contener a su amada. A lo lejos se oían los rayos y truenos, la noche seguía muy violenta. Unos minutos pasaron y el doctor comenzó a hablar de nuevo.

 

Dr. Gutiérrez: Entiendo que todo esto es muy difícil, pero necesitamos que nos ayuden a ubicar a los familiares.

 

Emi: Rocío no tiene familia – Se secó las lágrimas con un pañuelo –.

 

Gustavo: Pablo tiene solamente vivo a su padre pero hace un año que no sabe quién es. – Contuvo sus ganas de llorar – Tiene Alzheimer. No se preocupe, nosotros nos vamos a ocupar de todo.

 

Dr. Gutiérrez: Sé que es doloroso esto pero el cuerpo médico forense está esperando que vayan a reconocer los cadáveres para poder continuar con los trámites.

 

Emi: No, no puedo – Miró a Gustavo llorando –

 

Gustavo: Tranquila mi amor, yo me encargo. Vos quédate acá con los nenes – Le acarició la mano-.

 

Emi: Gracias – Se secó las lágrimas y lo abrazó -.

 

Dr. Gutiérrez: Bueno los tengo que dejar, tengo que ir a ver a Inti – Se levantó de la silla -.

 

Emi: ¿Puedo verlos?

 

Dr. Gutiérrez: Esta noche no, quizás mañana. Pero si querés podés quedarte en la sala de espera de Terapia Intensiva.

 

Emi: Está bien

 

El doctor se fue y Emi y Gustavo se abrazaron llorando sin cesar. La tragedia los golpeó muy fuerte, para ellos Rocío y Pablo eran como sus hermanos y la muerte de ambos les había destruido el alma. Un desgarro en el corazón no los dejaba respirar y la angustia los ahogaba. La noche tormentosa no solo estaba afuera en la calle sino también en el interior de cada uno de ellos.

La vida debía continuar aunque Emilia y Gustavo sentían que se habían muertos con sus hermanos del alma. Sin embargo, dos chiquitos los necesitaban para vivir… Después de ese abrazo lleno de llanto, Gustavo se fue a la morgue judicial y Emi al área de terapia intensiva.

 

La vida les cambió para siempre en esa noche y aunque ellos ya no tenían más ganas de vivir, dos personitas fueron la razón por la que los dos decidieron seguir “Apostando a la vida”. 

Capítulo 2: “Volver a empezar”

 

La noche tormentosa encontró un poco de calma y paz. A medida que las horas transcurrieron el cielo se calmó y los primeros rayitos de sol asomaron en el comienzo de un nuevo día.

 

Emilia se quedó sola el resto de la madrugada en la sala de espera. Por momentos estaba calma y por otros, cuando volvía a ser consciente de lo que sucedió, se hundía en un mar de lágrimas. Pensó mucho en Rocío, en Pablo y en los chicos que estaban peleando por vivir, se enojó con la vida, se cuestionó cosas, en fin todo lo que a un ser humano le ocurre cuando debe vivir una gran pérdida.  

 

En las primeras horas del día, el Dr. Gutiérrez se acercó a ella y le informó que habían  operado a Inti. Por otro lado, Gustavo se ocupó de la parte más dolorosa de esta tragedia, reconoció a sus amigos y tramitó todo lo necesario para al final del día poder enterrarlos. Cuando terminó con todo, Gustavo fue al encuentro de Emilia…

 

Emi: ¿Por qué a mí? – Se preguntó con los ojos cerrados y moviendo la cabeza lado a lado -. ¿Cómo voy a hacer para seguir adelante sin vos amiga mía? Pobre Brisa, pobre Inti, tan chiquititos y teniendo que sentir tanto dolor…

 

Gustavo llegó y se sentó al lado de Emi…

 

Gustavo: Hola mi amor – La abrazó - ¿Cómo están las cosas por acá?- Se separó para mirarla de frente -.

 

Emi: Recién hable con el doctor, operaron a Inti. Me dijo que le abrieron el cráneo para hacerle lugar al cerebro inflamado y que ahora hay que esperar a que eso se desinflame con el correr de las horas.

 

Gustavo: ¿Sigue en coma?

 

Emi: Si, me dijo que hay que esperar que la inflamación cese y ver cómo va reaccionando su cerebro – Se le cayeron las lágrimas – ¡Pobre criatura!, por lo que tiene que pasar.

 

Gustavo: Tengamos fe mi amor, tengamos fe. Se van a poner bien los dos. Y ¿Brisa?

 

Emi: Le van a hacer una tomografía para ver cómo está su cabecita – Se secó las lágrimas -  ¿Viste a los chicos? – Preguntó con la voz entrecortada –

 

Gustavo: Si Emi, son ellos. Ya dejé todo arreglado para que la  sala de velatorio se ocupe de todo. Pensé que lo mejor es enterrarlos hoy mismo.

 

Emi: Todavía no caigo que esto está pasando de verdad – Abrazó a Gustavo y comenzó a llorar – Quisiera que todo fuese una pesadilla.

 

Gustavo: A mí también me gustaría que fuese un mal sueño – Tragó saliva y un “bollo” de angustia- Pero bueno es la realidad y tenemos que ser fuertes por los chicos.

 

Emi: Si ya lo sé – Se separó de él y se secó las lágrimas – Anda vos a enterrarlos, sé que Rochi no se separaría ni un minuto de sus hijos así que me voy a quedar acá.

 

Gustavo: ¿Estás segura que no querés ir a despedirte?

 

Emi: No los puedo dejar ir… - Se apoyó una mano en el corazón – Los necesitó acá para sobrevivir por sus hijos. Les hice una promesa…

 

Gustavo: ¿Qué promesa? – Preguntó intrigado -.

 

Emi: Les prometí que cuando sus hijos salgan de acá sanos y salvos los iba a despedir y a dejarlos ir en paz, pero que mientras tanto los necesitaba para que me ayuden a soportar tanto dolor – Se le llenaron los ojos de lágrimas-.

 

Gustavo: Me parece bien si es lo que vos querés – Le secó las lágrimas – Me tengo que ir al estudio mañana tenemos el juicio por el caso Gómez.

 

Emi: Anda tranquilo, yo me quedo acá y cualquier cosa te aviso.

 

Gustavo: Emi –Le agarró la mano – Estuve pensando y le voy a iniciar una demanda al responsable de todo esto – Era Abogado - .

 

Emi: No me parece Gus, todo nos traería más dolor. ¿Qué sentido tiene perder tiempo con eso? Nadie nos va a traer de regreso a los chicos.

 

Gustavo: Ya lo sé, pero una condena tiene que tener.

 

Emi: Conmigo no cuentes en esta. Para mi hoy la prioridad son los nenes, vos hace lo que quieras – Dijo molesta -.

 

Gustavo: No puedo permitir que las cosas queden así, ese tipo las tiene que pagar. Me voy. – Se fue enojado-.

 

Gustavo se fue de allí un poco enojado frente a la actitud de Emi pero ella pareció no darle demasiada importancia. Ella sentía que los chiquitos estaban en el primer lugar de su vida y lo que pase con su alrededor no tenía ningún sentido.

 

Las horas pasaron y la gente iba y venía. Algunos tenían sonrisas en sus rostros, otros tristeza, estaban aquellos que esperaban, una mezcla de emociones llenaban esa sala de espera. Emilia era de los que esperaban que alguien les viniera a hablar. Llegó el medio día y el Dr. Gutiérrez se acercó a ella…

 

Dr. Gutiérrez:Emilia – Se sentó al lado de ella – Bueno...

 

Emi: ¿Cómo están doctor? – Preguntó preocupada -.

 

Dr. Gutiérrez: Inti sigue igual, en coma,  estamos controlando su cerebro pero debemos seguir esperando. Brisa se despertó llorando, para prevenir complicaciones le dejamos el cuello ortopédico. La tomografía salió bien pero tiene que seguir en observación para prevenir posibles hemorragias. La bebé necesita ser alimentada, le digo a las enfermeras o querés verla.

 

Emi: Quiero verla – Se emocionó –.

 

Dr. Gutiérrez: Bueno vamos – Se paró -.

 

Emilia se levantó y con miedo por no saber con qué se iba a encontrar lo siguió. Llegaron a terapia intensiva y una enfermera le dio a la nena que lloraba a mares. Era evidente que extrañaba a su mamá, sin embargo cuando Emilia la agarró se calmó,  como si un manto de paz las envolviera a las dos. Desde ese momento, ambas se miraron a los ojos y en esas miradas sellaron un pacto de amor para siempre. El miedo que Emilia sentía se disipó y en su cabeza le agradeció a Rocío por estar ahí ayudándola. La nena tomó su mamadera y se durmió en paz, muy suavemente Emi la colocó en su cunita y antes de irse, se acercó, le dio un beso en la frente y le susurró al oído…

 

Emi: Descansá mi vida, pronto todo esto va a pasar, te lo prometo – Le acarició la manito -.

 

Emilia se fue de ahí pero antes le pidió al médico que por favor la llevara a ver a Inti. Él accedió y la llevó. Ver a ese chiquito en el estado en que estaba hizo sentir a Emi una puñalada en el corazón. Sin embargo tomó fuerzas desde dónde no las tenía y se acercó a hablarle al oído…

 

Emi: Hola mi vida, acá estoy esperándote. No dejes de luchar, pronto nos volveremos a ver y todo será un mal sueño. ¡Te amo! – Le dio un beso en la mejilla-.

 

El encefalograma del nene empezó a mostrar actividad cerebral y eso fue una buena señal. Las palabras de Emi habían sido sanadoras y el médico indicó que era muy importante lo que había sucedido. Por la política del lugar Emi se retiró de terapia y volvió a la sala de espera.

 

 

En el camino de regreso sintió que su corazón tenía un poco de paz, y ver a los chicos le dio cierta tranquilidad. La vida le quitó a su hermana del alma pero le estaba dando una nueva oportunidad con Inti y Brisa. Emi no paró de pensar en su amiga y en cómo su vida de un día para otro había cambiado en un instante. Hasta hace menos de veinticuatro horas pensaba que el día 16 de Octubre iba a ser un día como cualquier otro, iría a su estudio de arquitectura, se sentaría a trabajar en un nuevo proyecto junto a Rocío y demás. Pero así es la vida, el 16 de Octubre la encontró en un hospital despidiendo a su amiga y sobreviviendo por los hijos de ella. Todo lo que sentía en su corazón es que tenía que volver a empezar…

Capítulo 3: “Lo mejor está por venir”

 

Las horas siguieron pasando y Emi permaneció inmóvil en la sala de espera. Una nueva puesta de sol llegó y con ella llegó Gustavo que volvía del entierro de sus amigos. Se acercó hasta dónde estaba Emi y se pusieron a hablar de lo que había sucedido en el día. Arreglaron un poco las cosas, Gustavo parecía estar un poco más en paz aunque estaba enojado porque se enteró que el camionero no resistió y falleció. Él necesitaba hacer algo por esa familia que el destino separó y aunque no iba a poder hacer justicia algo ya tenía entre manos. Mientras hablaban fueron interrumpidos por una persona del juzgado de menores.

 

Juzgado de menores: Buenas noches –Saludó -¿Ustedes están acá por los chicos de la familia Martínez?

 

Emi: Si, ¿Usted quién es? – Preguntó con curiosidad -.

 

Juzgado de menores: Soy del juzgado de menores. Vengo a informarles que estamos iniciando los trámites legales de los chicos ya que no tienen familiares vivos.

 

Emi: ¿Qué? – Reaccionó molesta -. Ustedes no van a iniciar nada, los chicos se quedan conmigo.

 

Juzgado de menores: Lo siento, pero usted no es familiar directo.

 

Gustavo: Discúlpeme, soy abogado y ya inicié los trámites para adoptarlos –Miró a Emi para ver si contaba con su aprobación –.

 

Emi: - Sorprendida con lo que su marido decía ya que no habían podido hablar del tema -.

 

Juzgado de menores: Bueno muy bien, necesitaría una reunión con usted para iniciar los trámites. De todos modos una asistente social va a estar por acá para ver cómo siguen las cosas. Ustedes, como cualquier otro, van a ser evaluados para determinar si se les otorga la tenencia de los niños.

 

Gustavo: Muy bien, en unos días tengo todos los papeles y se los alcanzo a su oficina.

 

Juzgado de menores: Bueno, lo espero. Tome mi tarjeta – Le dio una tarjeta personal -. Buenas noches.

 

La persona representante del juzgado de menores se retiró del lugar y Emilia y Gustavo se fundieron en un abrazo.

 

Emi: Gracias mi amor gracias – Se separó, tomó su cara con sus manos y lo besó -. ¡Te amo!

 

Gustavo: Yo también mi vida, me alegra volver a verte sonreír.

 

La noche ya estaba instalada y después de hablar por un buen rato, Gustavo se quedó allí y Emi se fue a su casa a bañarse y a comer algo. Un tiempo después  ya estaba de regreso en el hospital, se despidió de Gustavo y volvió a la sala de espera.

 

Una nueva noche en soledad creyó Emi que iba a vivir sin embargo lo mejor estaba por venir. Como la noche anterior, Emi buscó las mejores butacas para poder recostarse y dormir cuando el sueño la venciera. Esa noche estaba muy desvelada así que salió a caminar por ahí y a buscar un café. En el camino el destino la sorprendió…

 

Emi: ¡Nicolás! – Llamó sorprendida - ¿Sos vos?

 

Nico: - Sorprendido - ¿Emilia?

 

Emi: Si, soy yo – Se acercó y lo abrazó - ¡Tanto tiempo!

 

Nico: Emi…  Ay no lo puedo creer – Dejó de abrazarla – Nunca creí que iba a volver a verte.

 

Emi: Yo tampoco – Miró el guardapolvo – Mirate estás hecho todo un médico.

 

Nico: Si – Se rio - ¿Y vos? ¿Qué andas haciendo por acá a estas horas?

 

Emi: Es difícil de contar, si tenés tiempo te cuento…

 

Nico: Tengo toda la noche, vení sentémonos – Se sentaron -.

 

Emilia y Nicolás se sentaron a conversar como si el tiempo nunca hubiera pasado entre ellos. Hablaron del motivo por el cuál Emi estaba ahí, de sus vidas, de todo lo que cada uno vivió en estos últimos años en fin se pusieron al día.

 

La historia de Emi y Nico remonta en la infancia de cada uno de ellos. Se conocieron en la escuela primaria cuando tenían 6 años y desde que se vieron por primera vez fueron inseparables. No eran nada el uno sin el otro y en el mundo de ellos no había lugar para nadie más. Compartían todo y hacían todo juntos. Sin embargo la vida los separó demasiado pronto pero parece que el tiempo no logró borrar todo lo que habían compartido.

Cuando tenían 12 años los papás de Nico se mudaron por cuestiones de trabajo y a partir de allí no se volvieron a ver nunca más…

 

Flashback

 

Nico (12 años): Bueno, me tengo que ir – Con sus manos en los bolsillos -.

 

Emi (12 años): ¡Te voy a extrañar mucho amigo! – Lo abrazó llorando – Nunca te olvides de mí.

 

Nico (12 años): Nunca me voy a olvidar – Le da una pulserita que él llevaba en su muñeca -. Tomá, te la regalo para que siempre te acuerdes de mí.

 

Emi (12 años): Gracias – Dejó que él se la pusiera y se secó las lágrimas- Yo tengo para darte esta foto de nosotros dos –Una foto donde estaban los dos abrazados- .

 

Nico (12 años): Gracias. Seguro que algún día nos vamos a volver a ver, te lo prometo – Le acarició el brazo-.

 

Emi (12 años): Eso espero, que algún día nos volvamos a ver.

 

Nico (12 años): Bueno me voy. Chau Emi, sé feliz – La abrazó y le dio un beso en la mejilla -.

 

Emi (12 años): Chau Nico, vos también –Abrazada a él -.

 

Nico se separó de ella y esa fue la última conversación que tuvieron hasta el día de hoy. Nadie supo más nada del otro, ambos crecieron por separado pero en sus corazones seguían muy unidos;  es por eso que ni bien se volvieron a ver se pusieron a charlar como si nada. Eso es lo que sucede con las almas gemelas, entre dos almas gemelas no existe ni el tiempo ni la distancia, permanecen unidas para siempre.

 

Durante el resto de la noche siguieron hablando de sus cosas, Emi le contó que era arquitecta y que tenía un estudio con Rocío. Además le habló de Gustavo y de la nueva vida que le tocaría vivir cuando Inti y Brisa se recuperen. Él no habló demasiado, prefirió escucharla muy atentamente y disfrutar de cada una de las palabras que ella pronunciaba. No paraba de contemplarla y de descubrir cuanto la había extrañado todo este tiempo. Después que Emi hizo una pausa le contó que era pediatra, su vocación de toda la vida. A ninguno le sorprendió la profesión que el otro había elegido ya que desde chicos decían que iban a ser lo que son cuando fueran grandes. 15 años los habían separado pero cualquiera desde afuera podría decir que el tiempo no había pasado.

 

A medida que las horas pasaron Emi sintió en su corazón que lo mejor estaba por venir. A pesar de la tragedia que la golpeó muy fuerte,  la vida le trajo de vuelta a su gran amigo, su compañero, su hermano y eso fue una caricia en su alma. Lo mejor está siempre por venir y nunca hay que perder las esperanzas…

 

 

Capítulo 4: “La magia del amor”

 

Volver a ver a Nicolás para Emilia fue un puñado de fuerzas que le permitieron salir adelante y continuar con la vida. Los días en el hospital fueron pasando, los chicos iban evolucionando lentamente y las noches dejaron de ser solitarias para volverse acompañadas de Nico. Cada noche que pasó aprendían algo nuevo del otro y Nico cada vez empezó a quedarse más con ella, incluso las noches en las que no tenía guardia. En cierta forma, la vida les estaba dando en cada noche la posibilidad de conocerse y de descubrir entre charla y charla lo que no conocían del otro. 15 años para algunas cosas puede ser poco tiempo pero para la vida de una persona es muchísimo.

 

Con el correr de los días Emi fue rehaciendo su vida y adaptándose a las circunstancias que la vida le obligó a vivir. Para no dejar de lado su profesión, empezó a llevar su notebook y a trabajar en sus proyectos en las largas horas en la que no podía ver a los chicos y Nico estaba trabajando. Emilia nunca quiso volver a su casa a descansar, no quiso moverse de allí sólo regresó para bañarse y cambiarse. No hubo manera de que la convencieran ni Gustavo ni Nico, se quedaba todas las noches y todos los días.

 

Una noche, muy tarde, Emi estaba recostada en las butacas durmiendo. Nico esa noche no tenía guardia y como no aguantó estar más solo en su casa, se vistió y se fue para el hospital. Caminando hacia la sala de espera, comenzó a verla desde lejos y se detuvo un momento a contemplarla…

 

Nico: No podes ser más hermosa –Dijo para sí mismo – ¡Ay! ¿Qué me está pasando con vos Emi? – Puso sus manos en la cabeza –.

 

Muy despacito se acercó a ella, se agachó a la altura de las sillas y comenzó a despertarla acariciándole la cara…

 

Emi: -Abrió los ojos y sonrió- Hola Nico… -Se sentó - ¿Qué haces acá? ¿No tenías la noche libre? -Preguntó -.

 

Nico: Si, pero estaba en mi casa solo y no pude dormirme pensando que estabas acá sola –Se sentó al lado de ella-.

 

Emi: Bueno gracias. Ay… ¡Cómo me duele la espalda! – Se quejó moviendo sus hombros hacia atrás-.

 

Nico: Y sí Emi, ¿Cómo no te va a doler? Estás toda contracturada –Le hizo unos masajes en la espalda – Estas butacas no son muy cómodas que digamos.

 

Emi: Si la verdad que sí, pero bueno no me queda otra.

 

Nico: ¿Por qué no vas a descansar a tu casa?

 

Emi: No puedo Nico, necesito estar cerca de los nenes, por las dudas.

 

Nico: ¿Y Gustavo? ¿Por qué no se turnan? –Preguntó curioso-.

 

Emi: Gus está tapado de trabajo,  llega reventado a la noche. Me da pena…

 

Nico: Bueno si queres las noches en que no tengo guardia me quedo y vos te vas a descansar. Tenes que cuidarte Emi. Por ellos, te necesitan fuerte y sana.

 

Emi: No quiero molestarte Nico, estoy bien. Vos hace tu vida tranquilo, no te preocupes por mí.

 

Nico: Emi, no me molestas – Le corrió el pelo que le tapaba la cara - . Hace muchos años que nos conocemos y siempre estuvimos juntos todo el tiempo.  Y cuando alguno vivía un momento difícil siempre nos acompañábamos.

 

Emi: Si pero ahora es distinto Nico, no somos más chicos… - Bajó su mirada y miró el piso-.

 

Nico: No es para nada distinto Emi. Me alegra que la vida me haya dado la posibilidad de poder acompañarte en este momento tan duro. Siempre voy a estar para lo que necesites.

 

Emi: Gracias Nico, gracias por no haber cambiado nunca. – Lo miró y lo abrazo-.

 

Nico: Gracias a vos también por no haber cambiado nunca – Abrazado a ella -. ¡Te quiero mucho! – Su corazón latía muy rápido-.

 

Emi: Yo también Nico – Seguía abrazada a él-.

 

Nico: Me voy a ver cómo están los nenes. Esperame acá –Le dio un beso en el cachete y dejó de abrazarla-.

 

Emi: Te espero. –Miró como se alejaba-.Ay Nico ¿Qué me está pasando con vos? –Se dijo a sí misma-. No, basta Emilia todo es una confusión.

 

Emilia miró a Nicolás alejarse y no pudo evitarlo, su cabeza no paraba  ni un segundo y un enriedo  de pensamientos y emociones estaban empezando a confundirla. Nico llegó a terapia intermedia, revisó a los chicos y vio que estaba todo bien. Después de haberse encontrado con Emi por primera vez, supo que esos nenes eran sus pacientes más importantes así que cada rato estaba pendiente de ellos. Después de revisarlos y analizar unos estudios determinó que podían ser trasladados a una habitación común. Brisa estaba evolucionando rápidamente e Inti, a pesar de seguir en coma, estaba respondiendo a los distintos estímulos que Nico le practicaba a diario.

 

Nico volvió hacia donde estaba Emi con una sonrisa en su rostro. Emi vio su cara y una sensación de paz invadió su cuerpo. Ambos se sentaron…

 

Emi: ¿Cómo están Nico? – Preguntó ansiosa-.

 

Nico: Están bien Emi – Le dijo feliz – Día a día van evolucionando y eso es muy bueno. Recién los revisé y vi los últimos estudios que les hicieron y todo está muy bien. Mañana los voy a pasar a una habitación común.

 

Emi: ¿En serio Nico? – Sorprendida -.

 

Nico: Si Emi, Brisa está bien y en una de esas en unas semanas le damos el alta. Mañana voy a hablar con el kinesiólogo para que empiece con la rehabilitación en su bracito ya que le va a costar lograr la movilidad. Pero es chiquita y se va a recuperar, tenemos la suerte que sus músculos y tendones están en crecimiento.

 

Emi: ¿Va a lograr la movilidad completa algún día? –Preguntó con miedo-.

 

Nico: Sí Emi, va a recuperar su bracito y ni secuelas va a tener. Le sacamos el cuello ortopédico aprovechando que estaba dormida para ver si manifestaba dolor y ni se dio cuenta.

 

Emi: Ay mi vida – Se enterneció- ¿Inti?-Preguntó preocupada-.

 

Nico: Inti sigue estable, su cerebro está respondiendo a mis estímulos y eso es muy bueno. Sigue sin el respirador y sus pulmones están muy bien, no creo que lo vuelva a necesitar. La inflamación del cerebro está cediendo y no hubo regresión hasta ahora. De la fractura de su piernita se está recuperando, en unos días le sacamos los puntos aunque la bota se la vamos a dejar hasta que sane por completo.

 

Emi: Ay qué alivio – Se puso una mano en el pecho-. ¿El hombro?

 

Nico: El hombro está bien, recién se lo roté y está perfecto. Se está deshinchando y el hematoma está desapareciendo.  Nos queda esperar que salga del coma y despierte…hay cosas que vamos a saber cómo están el día que se despierte – Suspiró-.

 

Emi: ¿Qué cosas Nico? – Asustándose-.

 

Nico: Emi – Le agarró la mano- Tenés que ser fuerte, no sabemos cómo va a regresar Inti.

 

Emi: ¿Qué cosas Nico? – Volvió a preguntar-.

 

Nico: No sabemos… - Hizo una pausa- No sabemos si va a poder caminar, hablar, comer, mirar… - Se detuvo al ver que Emi lloraba-.

 

Emi: No, Nico… -Lloraba-.

 

Nico: Ey Emi no llores –Le secó las lágrimas- Eso es lo que dicen los libros, no sabemos qué secuelas va a tener. No te adelantes, tenes que ser fuerte.

 

Emi: ¡Es un horror todo lo que me decís Nico! – Lo dijo angustiada-.

 

Nico: Tranquila Emi, sea lo que sea se va a recuperar – La abraza- No llores más, se me parte el alma verte llorar.

 

Emi: ¿Me lo prometes? – Abrazada a él muy fuerte-.

 

Nico: Si Emi, se va a poner bien – Se separó y la miro a los ojos -.

 

Emi: ¿Nico? – Con lágrimas en los ojos- No nos separemos nunca más, por favor…

 

Nico: Tranquila Emi – Volvió a abrazarla- Nunca más me voy a ir de tu lado. Sos lo más importante que tengo en la vida.

 

Permanecieron unidos por un buen rato y ninguno de los dos quería separarse. Esa noche la magia del amor sin querer estaba actuando en el corazón de cada uno de ellos. Ambos se sentían completos cuando el otro estaba a su lado cómo cuando eran dos niños. No necesitaban a nadie más en el mundo para sentir esa felicidad interior que los llenaba. Y aunque ninguno de los dos quería permitirlo la magia del amor estaba haciendo efecto en ellos.

 

El amor es así, mágico… De un día para el otro puede llegarte y en un instante hacer que tu vida tome otro rumbo. Y cuando eso sucede hay que ir adelante y atreverse porque los amores truncos nunca dejan de “esperar”… y es horrible quedarse con la duda ¿No?...

 

 

 

 

Capítulo 5: “Fuera de planes”

 

Los días en el hospital siguieron pasando y con ellos la vida de cada uno continuaba. Como lo había anticipado Nico, los chicos desde hacía quince días ya estaban en una habitación común. Lentamente se iban recuperando aunque todavía el alta de ellos se encontraba fuera de planes. Nico y Emi se siguieron viendo cada día y cada noche, y ambos disfrutaban mucho el tenerse cerca. Gustavo iba y venía, mucho trabajo lo asediaba y es por eso que con Emi se veían muy poco.

 

Brisa estaba mejor, se la veía alegre y sin dolor. Cuando estaba despierta jugaba con Emi y cada vez se afianzaba más el amor que se tenían. También se divertía cuando Nico pasaba a controlar que todo estuviese bien. Era mágico pero cuando Nico entraba a la habitación ambas giraban sus miradas hacia él y sonreían.

Inti seguía mejorando, su cerebro estaba cada vez mejor y seguía respondiendo cada vez más a los estímulos de Nico. Sus fracturas iban sanando y Nico tenía la certeza de que pronto se iba a despertar.

 

Una noche Nico estaba de guardia y como siempre hacía se fue hasta la habitación de los chicos para que Emi no estuviera sola. Cuando llegó no la encontró, sin embargo escuchó que estaba en el baño…

 

Nico: Emi ¿Estás bien? – Preguntó apoyado en la puerta -.

 

Emi: Si Nico, ya salgo – Respondió -.

 

Nico se sentó en el sofá y al cabo de unos minutos salió Emi del baño…

 

Emi: Ay, no sé qué comí que me cayó pésimo – Dijo con sus manos apoyadas en la panza y se sentó al lado de Nico -.

 

Nico: ¿Querés tomar algo para aliviar las náuseas?

 

Emi: No, está bien. Ya se me va a pasar. – Bostezó -.

 

Nico: Bueno, descansa un poco – Se levantó y fue a buscar una manta al ropero -.

 

Emi: Sí, me parece que voy a dormir un rato.

 

Nico: Cualquier cosa llamame – Le da la manta y se acercó a darle un beso en la mejilla-.

 

Emi: Gracias Nico.

 

Nico se fue de allí pero al cabo de dos horas regresó, era evidente que no podía tenerla lejos. Llegó a la habitación, se asomó despacito sin hacer demasiado ruido y se detuvo un momento a mirarla. Luego ser acercó a la cuna, vio que Brisa estaba despierta y la levanto.

 

Nico: Hola hermosa – Susurró y le dio un beso en la cabecita-.

 

Para no despertar a Emi, Nico salió de la habitación y se puso cerca de una ventana que daba a la calle. Mientras hablaba le iba señalando a la nena todo lo que se veía detrás de la ventana, en un determinado momento Emi se despertó y escuchó hablar a Nico. Se levantó, fue hasta la puerta y se detuvo a mirarlo. Una imagen muy paternal proyectaba con Brisa en sus brazos, un amor más grande que el amor parecía que a ambos los conectaba como si se conociesen de otra vida. Unos minutos después Nico se dio vuelta y vio a Emi…

 

Nico: Uy ¿Mirá quién está ahí? – Le habló a la nena-.

 

Emi: ¿Qué hacen charlando a estas horas? –Sonrió y se acercó a ellos-.

 

Nico: No nos podíamos dormir ¿Vos estás mejor?

 

Emi: Más o menos – Le vinieron ganas de vomitar – Ya vengo.

 

Emi se fue rápido al baño y Nico la siguió hasta la habitación. Mientras tanto la nena volvió a dormirse, y al momento que Emi salió del baño,  él la acostó en su cuna…

 

Nico: Emi, ¿Necesitas que te traiga algo? – Se sentó al lado de ella-.

 

Emi: No, está bien, ya me siento mejor.

 

Nico: Emi… -Le agarró la mano-.

 

Emi: ¿Qué pasa Nico? – Preguntó preocupada-.

 

Nico: Emi, ¿Me equivoco mucho si digo que esto es un embarazo?-Preguntó seguro-.

 

Emi: Si… – Sorprendida ante la pregunta-.

 

Nico: ¿Está segura? – Muy convencido de su diagnóstico -.

 

Emi: Emmm sí Nico.

 

Nico: Yo que vos dudaría… - Muy seguro -.

 

Emi: No, no es posible. – Segura -.

 

Nico: Emi ¿Qué pasa?

 

Emi: Hay una parte de mi vida que todavía no te conté. Hace unos años que con Gustavo queremos ser padres. Cuando decidimos empezar a buscarlo yo no quedaba y no quedaba. Entonces empezamos a hacer unos tratamientos y tampoco tuvimos éxito. Después de un tiempo, cansados y estresados, decidimos renunciar a los médicos y pensamos que lo mejor era la adopción. Y bueno después pasó todo esto y ya sabes… -Bajó su mirada -.

 

Nico: He conocido miles de casos como el de ustedes. Me he sorprendido cuando después vinieron las madres con sus bebés en brazos contándome que luego de haberse rendido y renunciado a todo quedaron embarazadas. Y me parece que en el caso de ustedes está pasando lo mismo.

 

Emi: No creo Nico, debe ser el estrés que viví estas últimas semanas.

 

Nico: Para mí no Emi. Esperame, ya vuelvo. –Se levantó y se fue de allí-.

 

Emi: ¿A dónde vas? –Preguntó pero Nico no respondió-.

 

Nico abandonó la habitación y Emi, como no se sentía bien, se recostó en el sofá y se tapó con la manta. Un rato después, Nico volvió y se sentó al lado de ella…

 

Nico: Tomá – Le dio un test de embarazo -. Hacelo.

 

Emi: Nico ya te dije que no es posible – Lo agarró -.

 

Nico: ¿Querés que apostemos como cuando éramos chicos? – Sonrió -.

 

Emi: ¡Dale! – Sonrió -. ¿Por lo mismo de siempre?

 

Nico: Por lo mismo de siempre… un bon o bom

 

Emi: ¡Te acordaste!

 

Nico: Eso no se olvida nunca.

 

Emi: Bueno andá consiguiéndolo porque vas a perder.

 

Emi se levantó fue al baño, hizo el test e inmediatamente salió y se lo dio a Nico.

 

Emi: Bueno andá preparando mi bon o bom – Se acostó de nuevo-.

 

Nico: Mmmm eso lo veremos – Miró el test y esperó que marcara el resultado- Bueno me parece que perdiste – Le mostró el test positivo a Emi –.

 

Emi: ¿Qué? – Reaccionó sorpresivamente y agarró el test -. No, no puede ser… esto vino fallado – Se sentó-.

 

Nico: Emi, el test dio bien. Estás embarazada.

 

Emi: No, no puede ser Nico – Se le llenaron los ojos de lágrimas- ¿ Por qué justo ahora?.

 

Nico: Ey Emi.. – La abrazó-, no llores. No te pusiste a pensar que tal vez este era el mejor momento.

 

Emi: Este es el peor momento para tener un bebé, estaba fuera de planes. –Abrazada a él mientras lloraba-.

 

Nico: Emi… - Abrazado a ella- yo soy de las personas que creen que todo pasa por algo. Lo bueno, lo malo, todo pasa por algo. A veces uno no cree que no sea el momento exacto para determinadas cosas pero a la larga o a la corta uno termina por darse cuenta que sí lo era. Hoy no podes ver lo positivo de este milagro de la vida pero tene la certeza que hay un motivo por el cual el destino quiso que las cosas fueran así.

 

Emi: Puede ser – Se separó de él y se secó las lágrimas-.

 

Nico: Creeme que esto que está pasando en este preciso momento es lo mejor que la vida te pudiese haber dado, vas a ver… - Sonrió-.

 

Emi: Gracias Nico – Sonrió- Quiero que seas el padrino… - Murmuró-.

 

Nico: ¿En serio? – Reaccionó feliz-.

 

Emi: Si, Nico – Le agarró la mano – Sos lo más parecido a un hermano en mi vida – Aclaración: Emi no tenía hermanos -.

 

Nico: ¿ Y Gustavo va a querer?

 

Emi: Seguro…

 

Nico: Gracias, es el mejor regalo que me podrías haber hecho…

 

Nico y Emi permanecieron juntos por unas horas charlando hasta que a Emi la venció el sueño.

 

Qué raro es cuando una determinada situación en la vida se da cuando menos la esperas, cuando está fuera de tus planes. Es raro pero uno la vive de otra manera, sin tiempo de prepararse o, en algunos casos, de pensar. A veces creemos que no estamos preparados cuando eso sucede pero al final del día nos terminamos por dar cuenta de que era el momento exacto para que sucediera. Cuando te pase algo fuera de tus planes te invito a que trates de ver ese imprevisto como una oportunidad ¿Quién sabe con lo que te podes encontrar?

Capítulo 6: “Vida nueva”

 

Las agujas del reloj siguieron girando sin detenerse y las horas se fueron yendo una a una. Emi empezaba a notar de a poquito los cambios de su metabolismo, tomando conciencia cada vez más de que un bebé crecía dentro suyo. Su rutina no cambió en nada, permanecía ahí en el hospital. Día a día iba sintiendo cada vez más la necesidad de tener a Nico cerca y cuando no lo veía, sentía que su corazón se detenía. Los chicos lentamente iban recuperando “sus vidas”. Brisa al poco tiempo recibió el alta sin embargo estaba con Emi todo el tiempo cerca de su hermano. Inti se fue recuperando de sus heridas y un día mágicamente despertó, saliendo del coma. Ese día fue una revolución en el hospital porque el niño en dónde, salvo Nico, ningún médico tenia esperanza había vuelto a nacer. Ese momento fue un instante mágico y creo que merece ser contado.

 

Fue el 20 de Noviembre de 2013, ese día Emi estaba un poco triste y furiosa ya que Gustavo se había acercado al hospital para decirle que por un trabajo muy importante debía irse dos meses a España. Ni bien se lo dijo, ella estalló de la bronca y ambos discutieron, en este caso Emi tenía razón para estar furiosa porque así de la nada y sin consultarle nada él tomó esa decisión. La cuestión es que a pesar de la discusión Gustavo no se echó para atrás y siguió adelante. Desde hace un tiempo ellos, como matrimonio, no estaban muy bien. Día a día la relación se gastó un poco ya que casi ni se veían, ella porque estaba con los chicos y él porque se había vuelto un obsesivo con el trabajo. Aunque Emi quería frenarlo él parecía estar muy decidido…

Emi: ¿Sabés que sos? (Gritando en la vereda del hospital) Sos un egoísta de mierda. No pensás en mí, en los chicos, en el bebé (Tocándose la panza)

 

Gustavo: No es así Emilia!! (Queriendo justificarse) Lo hago por nosotros, por la economía de la familia.

 

Emi: Me importa un cuerno la economía familiar!!!! Vos tomaste la decisión solo y no fuiste capaz de consultarme… Claro total era más fácil irse y que la boluda de Emilia se ocupe de todo.

 

Gustavo: Sabés que sí!!! Estoy podrido de esta vida que llevo en este momento y cuando se presentó esta oportunidad la agarré de entrada.

 

Emi: (Se marea un poco) Hacé lo que quieras. (Cierra los ojos y vuelve a abrirlos) Tengo cosas más importantes que hacer que discutir con vos. (Emi se va de ahí)

 

Gustavo: Emilia!!! (La llama pero no contesta y se va)

 

Emi regresó a la habitación de los chicos llorando, ahí estaba Nico con Brisa dormida en sus brazos. Ella se sentó en el sillón y lloraba con una mezcla de furia y bronca. Nico acostó a Brisa en la cama que sobraba y se acercó a ella…

 

Nico: Ey Emi… ¿Qué pasó? (Preocupado)

 

Emi: (Tratando de calmarse y secándose las lágrimas) Gustavo… (Tomó aire) Vino a decirme que así de la nada se va dos meses a España.

 

Nico: ¿Qué? (Reaccionó)

 

Emi: Es así como te digo… Es un egoísta no pensó en mí, en los chicos, no pensó en mi panza… es un egoísta… Nunca hizo nada por nosotros (Llorando con bronca)

 

Nico: (La abrazó muy fuerte, haciendo que ambos se paren) No voy a justificarlo porque tenés razón. Yo en el lugar de  él no me movería ni un segundo de al lado de ustedes. No llores más por favor… (Se separa poniendo sus manos en la cara de ella)

 

Emi: Cómo podés ser tan bueno… (Lo mira con ternura)

 

Nico: (Le seca las lágrimas) Quedate tranquila que yo te voy a ayudar estos meses, no te preocupes, yo te voy a acompañar en lo que necesites.

 

Emi: Gracias… (Le sonríe y vuelve a abrazarlo muy fuerte)

 

En ese momento el milagro empezó a suceder, Inti comenzaba a despertarse. Nico se dio cuenta de ello y le habló a Emi en el oído.

 

Nico: Creo que hoy alguien te necesita.

 

Emi: (Se separa) ¿Qué? (No entendía lo que Nico le decía)

 

Nico: Mirá…

 

Emi se dio vuelta y al ver los ojitos abiertos de Inti sintió un gran alivio en su corazón. Su bronca y su furia se esfumaron en el aire y lo primero que hizo fue abrazar al pequeño que todavía permanecía acostado. Nico inmediatamente comenzó a revisarlo para detectar si tenía alguna secuela y por lo menos en esos primeros minutos no detectó ninguna. Como les conté, Inti tenía dos años y cuando se recuperó un poco esbozó algunas palabras. Lo primero que hizo fue preguntar por su mamá y a Emi se le estrujó el alma. Con la ayuda de Nico trataron de explicarle que sus papás estaban “en el cielo” y que Emi de ahora en adelante iba a ser como su mama. Con la inocencia que caracteriza a un niño, él tomó las cosas de manera natural e instantáneamente abrazó a Emi. Otro pacto de amor nacía en esos momentos, un pacto que los acompañaría por el resto de sus vidas.

 

A la mañana siguiente Gustavo se fue a España pero antes de irse pasó por el hospital a despedirse de todos. En esa despedida Emi sintió que algo se quebraba para siempre y que ese viaje iba a marcar un antes y un después en su vida. Se dio cuenta que los sentimientos hacia su marido se estaban esfumando y percibió que a él también le estaba pasando lo mismo. 

 

Los días siguieron pasando y un nuevo mes comenzaba en las vidas de todos, 1 de Diciembre de 2013. Ese día fue tan esperado y tan deseado por todos que parecía que nunca iba a llegar. Después de tanto tiempo, Emi volvía a recuperar la libertad y junto a los dos pequeños que estaban casi recuperados esperaban ansiosamente que Nico los fuera a buscar a la habitación.

 

Nico: Bueno (Mostrándoles el alta), ya pueden irse a casa.

 

Emi: (Feliz con Brisa en brazos) Al fin…

 

Nico: (Inti se acercó al él y lo alzó) Vamos que los acompaño.

 

Los cuatro, después de un mes y medio, abandonan el hospital y se van de allí. Antes de continuar la historia, quiero contarles que desde hace una semana Emilia trató de ir preparando todo para este momento. Se ocupó de buscar una casa grande con jardín y pileta, con la ayuda de una amiga que era decoradora de interiores la decoraron y ocuparon cada una de las habitaciones con sus respectivos muebles. Emi quería que esos chicos tuvieran, de ahora en adelante, una vida feliz sin permitir que ellos se olvidaran de dónde venían. Es por eso que se ocupó también de ir a la casa de Rocío y Pablo, juntar las cosas de los chicos, sus ropas, sus juguetes y por sobre todas las cosas, las fotos que “congelaron para siempre” momentos felices de sus pequeñas vidas. Las habitaciones de ambos tenían en sus paredes las fotos “estampilladas” en la pared para que de algún modo pudieran crecer junto a sus padres. La casa de Pablo y Rocío fue cerrada y ahí quedó como el último día en que había sido habitada, Emi pensó que quizás los nenes algún día cuando fueran grandes tenían derecho a elegir qué hacer con esa vivienda. Retomando la historia, los cuatros se fueron del hospital y un rato después llegaron a su nueva casa y nueva vida.

 

“Vida nueva” suele decir uno cuando las “tormentas de su vida” se disipan y el sol vuelve a salir. Y una sensación de paz nos invade el alma, volvemos a respirar tranquilos y la fuerza interior nos llena de energía para volver a empezar un nuevo capítulo. “Vida nueva” decimos cuando una etapa de nuestra vida se termina (como por ejemplo: la escuela secundaria) y otra llena de misterios está por empezar. Y aunque no sepamos qué es lo que nos depara el destino sentimos algo adentro que nos da ganas de ir a ver qué hay más allá. Siempre estamos a tiempo para hacer y ser lo que queremos, no hay límite de tiempo… empiezas cuando quieres porque cada día es un comienzo nuevo porque cada día uno tiene la libertad de poder elegir tener una nueva vida…

Capítulo 7: “Imprevistos”

 

Los días de la “Vida Nueva” para esa familia empezaron a transcurrir. Poco a poco cada uno se fue adaptando… Como siempre sucede, los nenes se adaptaron rapidísimo y cada segundo Emi aprendía a ser mamá con ellos. Nico siempre estuvo al pie del cañón ayudando a su muy querida amiga; todos los días después del trabajo pasaba a verlos y a jugar con los chicos, pero sobre todo a ver cómo iban evolucionando día a día. A veces, cuando Emi se sentía mal por los síntomas del embarazo, se encargaba de bañarlos, de cocinarles algo rico, de acostarlos, en fin, Nico era lo más parecido a un papá en la vida de esas criaturas. Cuando las circunstancias lo permitían, Nico y Emi se dedicaban un momento a solas  para conversar sobre distintos temas. Ambos sentían que el otro era un sostén muy importante en su vida, un cable a tierra. Con el correr de los días los dos se fueron conociendo más y más, sin embargo la esencia de cada uno permanecía intacta como cuando se dejaron de ver a los 12 años.

 

Además de estar siempre presente, Nico cuidaba mucho a Emi ya que con Gustavo lejos a veces se sentía muy sola…

 

Nico: -Mientras terminaba de lavar los platos- Emi, ¿Fuiste a hacerte la ecografía?

 

Emi: -Sentada en un silla con las piernas apoyadas en otra silla- No, todavía no fui

 

Nico: -Secándose las manos- ¡Emi!, no podés abandonarte así. Hace una semana que te la tenés que hacer, hay que ver que todo está bien.

 

Emi: -Mirando a Nico- Si, ya lo sé. Es que… -Hace una pausa-

 

Nico: -Se agachó al lado de ella- ¿Qué pasa Emi?

 

Emi: Nada… -Evitando llorar- Me duele mucho que Gustavo no esté acá, me siento sola. Cada vez hablamos menos y ya ni me pregunta por los nenes o por el bebé.

 

Nico: Tranquila Emi… - Se levanta y la abraza- Debe estar con mucho trabajo, aunque yo en el lugar de él dejaría todo por ustedes. No estás sola, yo estoy…

 

Emi: Si ya se –Derramando una lágrima en el hombro de Nico –

 

Nico: Si lo necesitás, yo te acompaño a hacerte la ecografía.

 

Emi: Gracias

 

Los amigos, casi hermanos permanecieron abrazados y aunque trataban de disimularlo, ambos sabían que los sentimientos hacia el otro se hacían cada vez más fuertes. Y así eran los días, Nico estaba la mayor parte del tiempo con ellos y luego se iba a su casa. Al principio se quedaba un rato y después un poco más y así terminó pasando más horas en la casa de Emi que en la propia.

 

Los días de Diciembre de 2013, se estaban terminando y cómo los padres de Emi estaban de viaje y los de Nico en la ciudad donde él vivió su adolescencia, decidieron pasar las fiestas juntos. La noche buena la celebraron llenos de juguetes y regalos. Papeles de colores por todos lados y los chicos, felices de que Papá Noel les “había dejado su gran bolsa roja en la puerta de la casa” (Obra de Nico, por supuesto). Esa noche fue mágica, la paz y la felicidad reinaban en  la casa y la gran ausencia de Gustavo, que ni dio señales de vida, quedó minimizada con la presencia de Nico. Después de que los chicos se durmieran y que Nico los llevara a cada uno a su cuarto, regresó al living donde Emi estaba sentada en un sillón…

 

Emi: Gracias Nico por todo lo que hiciste esta noche… Los chicos estaban felices.

 

Nico: Gracias a vos Emi que me dejás compartir lindos momentos con ustedes – Se sentó cerquita de ella-

 

Emi: Siento que todo va volviendo a la normalidad de a poquito. Aunque estoy un poco mal… -Agachó la mirada-

 

Nico: Es por Gustavo ¿No?

 

Emi: Te das cuenta… Ni le importamos, no fue capaz de llamarnos, nada – Muy molesta-

 

Nico: A lo mejor está muy ocupado… -Quiso defenderlo Nico-

 

Emi: No lo defiendas Nico, no le importamos.

 

Nico: Bueno, pero a mi si me importan  –Le agarró la mano-

 

Emi: - Lo miró con ternura-  Por qué no me casé con vos  - Lo dijo en tono de broma y se rio –

 

Nico: Todavía estás a tiempo… – Se lo dijo en serio –

 

Emi: - Percibió la sinceridad de Nico y permaneció en silencio -

Nico: - Le acarició la cara – Emi… todo este tiempo que volvimos a compartir me di cuenta que nunca pude dejar de amarte,  ni pude olvidarte…

 

Emi: - Se avergonzó – Ay Nico las cosas que me decís…

 

Nico: Es la verdad Emi, nunca dejé de amarte y siempre te esperé y te sigo esperando… Con  6 años te vi por primera vez y fuiste un flechazo directo a mi corazón. Mi corazón late con más fuerza cuando estás cerca mío y no de ahora sino desde siempre.

 

Emi: - Lo miró con ternura y a la vez se dio cuenta que a ella le pasaba lo mismo –

 

Nico: Perdoname que fui tan directo pero es lo que siento y necesitaba que lo sepas.

 

Emi: Yo también siento que te amo desde siempre y nunca me animé a decírtelo. Éramos chicos cuando nos separamos y por vergüenza nunca  llegué a expresarte todo lo que sentía. Con el correr de los años traté de convencerme que se trataba del cariño que nos teníamos como amigos, que se yo éramos chicos.

 

Nico: - Escuchó con amor – Yo tampoco nunca me animé a decírtelo, tenía miedo de perderte para siempre si te lo decía…

 

Emi: A mí me pasaba lo mismo y cuando volví a verte en el hospital todos esos sentimientos ocultos en mi corazón volvieron a renacer…

 

Nico: A mí me renació la vida… y creo que ese día que volví a verte fue el más feliz que tuve en años – Se acercó más a ella – Yo sé que tu vida es con Gustavo pero siempre te voy a esperar… Te amo y amo a los chicos. Siempre voy a estar para lo que necesiten.

Emi: - Miró para abajo y murmuró – No sé si quiero que mi vida siga siendo con Gustavo…

Nico: - Se sorprendió - ¿Qué? – Preguntó sonriendo y levantó la cara de Emi para mirarla a los ojos-

Emi: Es que… Las cosas ya no son como antes, siento que ya no es lo mismo que no soy feliz con él. Y encima este viaje empeoró todo porque me demostró que no le importamos.

 

Nico: Emi… A mí me pone feliz que digas eso pero tenés que pensar en el bebé, es hijo de él…

 

Emi: -Se miró la panza – Si lo sé… Es muy feo lo que te voy a decir pero no me siento conectada a la panza…

 

Nico: Todavía es chiquito y por eso no sentís nada. Vas a ver dentro de unas semanas como vas a empezar a sentir sus movimientos…

 

Emi: -Lo miró- Si, puede ser…Igual siento que con Gus las cosas ya no dan para más – Volvió a bajar su mirada -

Nico: Si vos lo decís… - Hizo una pausa y luego se acercó más a ella- Eso quiere decir que quizás… ¿Tenga una oportunidad con vos? –Preguntó levantando la cara de ella y acercando la suya-

 

Emi: -Le sonrió enamorada mirándolo a los ojos – Quizás… -Sonrió de nuevo –

 

Nico: - La miró enamorado y acariciándole la cara se acercó a sus labios quedando separados por un centímetro de aire –

 

Qué lindo es imaginar este momento, Nico y Emi muy cerca uno del otro y a punto de que se den su primer beso… Un beso que tardó 15 años en llegar y que finalmente llegará. La historia de ellos dos empezó desde muy chiquitos sin embargo la vida recién ahora les dará la oportunidad para que comiencen a escribirla.

Los corazones de los dos latían a mil por hora, el deseo se les estaba por cumplir sin embargo el celular de Emi empezó a sonar…

Nico: Ay… - Apoyó su frente con la de Emi – el celular…

 

Emi: - Sonrió- Esperame que ya vuelvo, tengo que atender.

Emi se levantó del sillón y se fue a buscar el celular, mientras tanto Nico la miraba enamorado.

 

Qué feo que son los “Imprevistos” sobre todo cuando caen en el momento más inoportuno. A quién no le ha pasado que el ring del celular  o del timbre les interrumpiera una situación que hacía mucho que esperabas y deseabas que suceda. Cuando nos pasa eso nos llenamos de bronca o de enojo porque a pesar de que uno puede volver a la charla o a la situación en la que estaba, ya no es lo mismo. Algo se pierde, algo queda en el aire. Sin embargo con los años aprendí que todo pasa por algo y que a veces lo que más deseas tarda en llegar. También aprendí que si ese “Imprevisto” sucede es porque no era ni el tiempo, ni el lugar, ni el momento indicado para que esa situación se de en la vida de uno. Cuando te surja un “Imprevisto” te invito a que antes de enojarte te detengas y mires a tu alrededor para tratar de descubrir por qué llegó en ese momento, tal vez descubras un significado original. No es una tarea fácil pero te digo que no es imposible, con mucha práctica lo lograrás.

Capítulo 8: “No hay tiempo”

 

El beso se Emi y Nico quedó trunco y después de aquella noche la vida no les había presentado otra oportunidad. Sin embargo, cuando se trata de amor a la larga o a la corta ocurre un desenlace maravilloso.

 

Un nuevo año comenzó en la vida de los personajes de esta historia, la noche recién comenzaba y los segundos del primer día del 2014 empezaban a transcurrir. Unas horas más tarde, volvieron a la casa de Emi ya que habían cenado en la casa de los padres de ella. Despacito ingresaron, Emi con Brisa en sus brazos se sentó en el sillón mientras Nico fue a acostar a Inti a su camita. De regreso, se sentó al lado de ella…

 

Nico: Gracias por esta hermosa noche, me encantó compartirla con ustedes. –Acarició la cabecita de Brisa-

 

Emi: De nada Nico, mamá estaba feliz de volver a verte. – Miraba a Brisa -

 

Nico: Están igual que siempre tus viejos.

 

Emi: Si, son unos genios. Me pasó algo gracioso con mamá.- Miró a Nico-

 

Nico: Contame…

 

Emi: Bueno… Resulta que en un momento cuando me fui a la cocina a ayudarle, por supuesto que empezó a tirarte flores…

 

Nico: Ah sí -Se sorprendió-, y se puede saber que te decía de mí.

 

Emi: ¡Sí nene!, mi mamá te quería a vos como mi marido -Se rio-, siempre te quiso como un hijo.

 

Nico: ¡Pucha! Mirá la suegrita que me perdí. -Miró a Emi que se rio- Y si, no es fácil lograr que una suegra se lleve bien con su yerno.

 

Emi: ¡Es verdad! Mi mamá con Gustavo nunca se llevó bien, siempre discutían por algo. Bueno la cuestión es que me decía…

Recuerdo En la cocina de la casa de los padres de Emi…

 

Lili: Nena, ¡Qué lindo que está Nicolás!

 

Emi: ¡¡¡Mamá!!! –Sonrió-

 

Lili: ¿Qué? Si es verdad, es un dulce. Encima lo vi con los chicos y me morí de ternura. Siempre pendiente de ellos, cuidándolos de que no les pase nada.

 

Emi: -Se enterneció- Viste lo que es…

 

Lili: Y cómo te mira… No deja de mirarte. Hay mucho amor en sus ojos.

 

Emi: Basta mamá, cállate que me haces poner colorada – Avergonzada -

 

Lili: -Se limpió las manos con un repasador y se apoyó contra la mesada de la cocina mirando a Emi- Nena decime, a vos te están pasando cosas con él ¿No?

 

Emi: -Permaneció en silencio- Si, no…  bah no sé. Estoy muy confundida…

 

Lili: Emi, ¿Qué pasa? Contame… -Levantó la cara de ella que miraba al piso-

 

Emi: Es que… La situación con Gustavo me tiene mal porque ya hace más de un mes que se fue y para él casi ni existimos. Y Nico… -Suspiró-

 

Lili: Emi… Te enamoraste de Nicolás – Se enterneció-

 

Emi: No sé, siento muchas cosas… Encima lo veo que está siempre con nosotros, cuidándonos para que estemos bien. –Apoyó sus manos en sus mejillas que estaban coloradas- Por un lado me encanta tenerlo cerca porque me hace bien pero por el otro tengo miedo de estar confundiendo las cosas y que todo termine mal…

 

Lili: Te enamoraste de Nicolás… -Volvió a afirmar- No tengas miedo chiquita –Abrazó de costado a su hija- Esta historia me la sé de memoria porque el amor de ustedes no es de ahora es desde que se conocieron. Ustedes se vieron por primera vez con seis años y desde allí se amaron. Los dos, no se daban cuenta porque eran chicos pero los que mirábamos de afuera veíamos una conexión inexplicable como si se conociesen de otras vidas. Creo que el amor de ustedes viene desde vidas pasadas y en cada nueva vida vuelven a encontrarse para seguir amándose. No tengas miedo hija porque cuando uno está frente al amor verdadero no existen ni miedos, ni dudas, ni confusiones. Esas son cosas que crea nuestra mente para protegerse porque en realidad sentimos miedo a lo desconocido. Y este no es el caso, ustedes conocen el alma del otro porque cuando uno es chico tiene el alma bien abierta y es puro. Eso pasa con todos los niños, son puros, son inocentes y pasa solamente en ellos porque a medida que crecemos nos vamos encerrando en nosotros mismo. Sé que ustedes pueden sentir lo que le pasa al otro con solo mirarse y al mirarse se miran con un amor tan puro que no se ve todos los días.

 

Emi: -Con lágrimas en los ojos- Qué lindo lo que decís ma…

 

Lili: Yo quiero que vos seas feliz mi amor. –Le secó las lágrimas- y creo que con él está tu felicidad. Yo los miro a los cuatro y son la familia perfecta…

 

Emi: A mi manera lo he sido pero estos últimos meses todo se fue desvaneciendo con Gustavo. Y ahora siento que Nico  me llena el alma… pero…

 

Lili: ¿Pero?, -La miró a los ojos-

 

Emi: No puedo terminar todo con Gus, estamos esperando un bebé y también iniciando los trámites de adopción de los chicos…

 

Lili: Esas no son excusas Emi… La vida es demasiado corta como para vivir en la infelicidad. No hay tiempo que perder cuando se está frente a un gran amor. Hoy te veo muy bien cuando estás cerca de él, en cambio cuando estabas con Gustavo te notaba sin brillo. Además, y no quiero meterme, si él te amara no se hubiera ido a España ni te hubiera dejado sola con dos criaturas y un bebé en camino.

 

Emi: Si ya lo sé, lo pienso todos los días y veo todo lo que Nico hace por nosotros cuando en realidad no tiene ninguna obligación.

 

Lili: Lo hace porque los ama con locura y eso se le nota en cada gesto, en cada mirada…

 

La charla de Emi y su mamá Lili siguió por un rato más hasta que Nico las interrumpió avisándoles que faltaban cinco minutos para recibir el año nuevo. Fin del Recuerdo

 

Volviendo al presente, Emi le contó a Nico algunas de las cosas que habló con su mamá mientras él la escuchaba muy enamorado. Se moría de ganas de besarla y muy dentro de él sentía que quizás se le cumpliría ese deseo. Emi terminó de hablar y Nico agarró a Brisa para llevarla a su cuna…

Nico: Voy a llevar a la princesita a dormir. –La agarró, Brisa se movió pero no se despertó del todo-

 

Emi: Acostala así, no la descambies porque se va a despertar.

 

Nico: Bueno, ya vengo.

 

Emi vio como Nico se alejaba de su vista y las palabras de su mamá volvieron a resonar en su cabeza. Su corazón latía con fuerzas y después de hablar con su madre sentía muchas ganas de estar cerca de él y de expresar libremente todo lo que sentía por él. Nico volvió, se sentó al lado de ella pero ni se dio cuenta, ya que estaba inmersa en sus pensamientos. Le dio un beso en la mejilla y ella volvió a la realidad.

 

Nico: ¿En qué pensabas hermosa?

 

Emi: -Lo miro- Pensaba en vos…

 

Nico: Y se puede saber que pensabas de mi…

 

Emi: Pensaba en las cosas que vivimos estos últimos meses, en cuando éramos chicos. Pensaba en que no puedo ocultar más lo que siento por vos…

 

Nico se acercó más a ella y le agarró las manos…

 

Nico: -Mirándola a los ojos- Emi… yo tampoco puedo ocultarlo más y me contengo porque no quiero lastimarte. Vos sabes todo lo que te amo y creo que día a día podes percibirlo cada vez más pero quiero que sepas que yo puedo esperarte el tiempo que sea necesario…

 

Emi: No sé si quiero que sigas esperando. Hoy tuve una conversación con mamá y me hizo dar cuenta que no hay tiempo para esperas, para las postergaciones, para los mañanas. Me hizo ver que la vida es hoy y que la felicidad es algo que uno tiene que conseguir haciendo lo que ama hacer y amando lo que hace. Yo siento que mi felicidad hoy es a tu lado…

 

Nico: Yo también siento lo mismo y no puedo estar lejos de ustedes. – Le acarició las manos – Cada día los amo más y me doy cuenta que no puedo vivir si no los tengo cerca mío.

 

Emi: -Lo miraba enternecida – No esperemos más mi amor… - Le acarició la mejilla –

 

Nico no podía disimular más su gran amor por Emi, estaba muy enamorado y escuchar lo que ella le acababa de decir lo hizo inmensamente feliz. Sin dudarlo se acercó a ella y se besaron por primera vez. Ese beso que se hizo esperar quince años llegó y el tiempo alrededor de ellos pareció haberse detenido. En el ambiente se percibió el gran amor que había entre ellos dos y ambos pudieron comprobar que siempre hay que creer que lo que puede ser, será.

 

Creo que la mamá de Emi se ocupó del mensaje de este capítulo y lo último que puedo agregar es: “No esperes, no hay tiempo”.

 

Capítulo 9: “Sin signos vitales: Parte 1”

 

Los días de Enero del año 2014 iban trascurriendo con normalidad y Emi y Nico cautelosamente empezaban a vivir una nueva etapa en sus vidas. Día a día dejaron de verse como “Amigos – Hermanos”, cada uno empezó a ver al otro con ese amor, que a pesar de haber estado oculto mucho tiempo, existía desde siempre. Sus vidas diarias no cambiaron demasiado, todo seguía igual aunque Nico cada vez más se quedaba en la casa de Emi. No podía estar lejos ni de los chicos ni de ella, eran su oxígeno y su verdadera razón de vivir. Ambos a pesar de amarse más de lo que uno puede llegar a imaginar, se contenían ya que había muchas cosas que resolver. Sin embargo cada tanto se robaban algunos besos…

 

 La mañana del día 15 de Enero parecía tener un poco de paz, Nico había salido con los chicos y Emi se quedó en su casa adelantando trabajo. Unas horas más tarde, llegó Nico y volvió solo ya que estaba planificado que ese día los nenes estarían en la casa de los abuelos el resto del día (De los papás de Emi). Al entrar, la buscó por todos los rincones de la casa hasta que llegó  a la habitación de ella…

 

Nico: Ah… acá estabas (Se acercó hasta la cama y se sentó en una silla que había al lado)

 

Emi: (Acostada en la cama, se sonó la nariz)

 

Nico: (Se acercó para verla mejor) ¿Estuviste llorando? (Le acarició la cara)

 

Emi: No… (Quiso zafar) es alergia….

 

Nico: ¡Vamos Emi! A mi esa, no. Te conozco desde los seis años… ¿Qué pasó?

 

Emi: Nada…

 

Nico: Dale Emi…Te escucho…

 

Emi: Gustavo… (Suspiró)

 

Nico: ¿Hablaron?

 

Emi: Me llamó hace un rato… (Se le empezaron a caer las lágrimas) y discutimos.

 

Nico: Si no me equivoco vuelve en unos días ¿No?

 

Emi: No… (No podía contener sus lágrimas y se las secaba con un kleenex) Me dijo…

Recuerdo: Conversación telefónica

 

Gustavo: Emilia solo para avisarte que no vuelvo…

 

Emi: ¿Quéeee? ¿Cómo que no volvés? (Sorprendida)

 

Gustavo: Lo que escuchaste no vuelvo a Argentina, me voy a quedar acá. Me gusta el trabajo y la propuesta que me ofrecieron para quedarme me convenció. Así que decidí que me quedo acá.

 

Emi: ¿Vos me estás hablando en serio?…

 

Gustavo: ¡Sí Emilia! (Levantándole el tono)

 

Emi: (Se produce un silencio por unos segundos) ¿Vos te acordás que acá dejaste una familia? ¿Un hijo que crece dentro mío? (Angustiada)

 

Gustavo: No puedo hacerme cargo de eso, no siento que estoy preparado. Además formar una familia siempre fue idea tuya yo nunca quise (Levantando el tono de voz)

 

Emi: Ah bueno… ¡¡¡Resulta que ahora la culpa es mía!!! ¿Sabes qué?... MATATE pero antes quiero el divorcio… (Gritando muy enojada)

 

Fin del recuerdo

 

 

Emi: (Se limpia la nariz) Le pedí el divorcio. No quiero verlo nunca más en la vida. (Se le caían algunas lágrimas) Ni siquiera fue capaz de preguntarme cómo estaba.

 

Nico: (Se levanta de la silla y la abraza) Tranquila, que no estás sola…

 

Emi: (Sentada en la cama, abrazada a Nico y llorando en su hombro) Gracias Nico…

 

Nico: (Se separa de ella y se sienta en el borde de la cama) ¿Cómo sigue todo esto ahora?

 

Emi: Ni bien le dije que quería el divorcio me dijo que estaba preparando los papeles y que él solo quería el estudio que tiene con su socio. De bienes gananciales solo tenemos la casa porque los autos, cada uno tenía el suyo. Así que eso no va a haber problema. Lo que me preocupa es el tema de la adopción de los nenes…

 

Nico: Pero los del juzgado ya los habían aprobado a ustedes

 

Emi: Si, pero con el tema del divorcio no sé cómo sigue eso.

 

Nico: Tranquila, no te adelantes, todo va a estar bien…

 

Emi: Gracias igual no quiero hablar más de todo esto… No me siento bien.

 

Nico: ¿Qué te pasa mi vida? (Preocupado, le agarra una mano)

 

Emi: Me duele la cabeza y siento el corazón acelerado… (Se lleva una mano a la nuca)

 

Nico: (Pone cara de preocupación y muy serio)

 

Emi: (Lo ve y se asusta) ¿Qué pasa Nico?

 

Nico: La presión. Voy a buscar el tensiómetro (Se va rápido y regresa) Tengo la sensación de que podés estar teniendo presión alta. (Mientras comenzaba a medirle)

 

Emi: (Asustada) Y eso es malo para el bebé ¿No?

 

Nico: Para los dos puede ser peligroso… (Termina de medírsela) Tenés la presión muy alta, lo mejor va a ser que vayamos a la clínica para que te hagan una ecografía y te estabilicen un poco.

 

Emi: (Asustada) Bueno

 

Nico: Tranquila mi vida (Le da un beso en la frente)

 

Nicolás intentó tranquilizarla pero por alguna razón sentía que las cosas no estaban bien. Por una cosa o por otra Emilia nunca se fue a hacer la primera ecografía de control y el embarazo ya estaba en el tercer mes. Serenamente juntos se fueron para la clínica en el auto, durante el camino Nico casi ni habló, no quería precipitarse ni asustar más a Emi.

 

Un tiempo después llegaron y en carácter de urgencia llevaron a Emi a la sala de ecografía ya que Nico habló uno de los médicos planteándole sus sospechas. Emi estaba recostada en la camilla y agarraba con mucha fuerza la mano de Nico. Tenía mucho miedo pero que su amor esté ahí con ella la calmaba un poco.

 

Emi: Nico no te vayas, quédate acá conmigo

 

Nico: (Se agachó a la altura de ella) Tranquila mi amor, yo no me muevo de acá (Le dio un beso)

 

Unos segundos después ingresó el doctor que casualmente era un conocido de Nico…

 

Dr: (Preparando el equipo) Bueno Emilia, vamos a ver… (Empezó a hacerle la ecografía) ¿De cuánto es el embarazo?

 

Nico: (Se apuró a responder) Más o menos de tres meses y…

 

Nico iba a seguir hablando, pero algo que vio en la pantalla lo detuvo en seco. Con el médico se miraron y sin decirse ni una palabra estaban de acuerdo con el diagnóstico. Emi pudo percibir que algo estaba pasando…

 

Emi: Nico ¿Qué pasa? (Con angustia)

 

Nico la miró con un poco de tristeza y tuvo la necesidad de salir de esa sala…

 

Emi: Nicolás…. (Derramando unas lágrimas) Doctor, ¿qué pasa?…

 

Dr: (Muy concentrado en la pantalla, tampoco le dijo nada)

 

Afuera de la sala…

Nico: (Dio un puñetazo contra la pared) ¡¡¡¡La RE PUTÍSIMA MADRE!!!! (Elevando su voz) ¿Por qué nos tiene que pasar esto ahora? (Mirando hacia arriba como si se dirigiese a Dios)

 

Nico sabía que no podía dejar a Emi sola y cuando estaba regresando a la sala el médico sale y se encuentra con él. Ambos se pusieron a hablar del diagnóstico de Emi y de los pasos a seguir.

 

Nico: Sin signos vitales…

 

Dr: Lo lamento mucho, preferí que le cuentes vos lo que está sucediendo y cómo debemos seguir…

 

Nico: Está bien… Andá tranquilo a preparar todo que yo hablo con ella.

 

El doctor se fue a preparar el quirófano, la situación de Emi no podía esperar más y rápidamente debía ser intervenida quirúrgicamente.

 

Nicolás juntando un poco de fuerzas ingresó nuevamente a la sala y se sentó al lado de Emi que permanecía acostada en la camilla. Ella ya se había dado cuenta que las cosas no estaban nada bien sin embargo nunca imaginó la gravedad de la situación. Al principio los dos se miraron con mucho amor aunque en los ojos de cada uno había un dejo de tristeza. A Nico no le salían las palabras, sintió la necesidad de abrazarla y así lo hizo. En silencio,  permanecieron abrazados un buen rato hasta que Nico comprendió que no había más tiempo, y que si no actuaban rápido correría el riesgo de perderla para siempre… Continuará… Próximamente “Sin signos vitales: Parte 2”

Comentarios: 50
  • #50

    Dul (lunes, 23 abril 2018 11:03)

    Numca la seguiste x favor

  • #49

    Pia (sábado, 18 julio 2015 12:27)

    Seguiiilaa pliss

  • #48

    Martii (sábado, 18 julio 2015 12:21)

    Seguilaa plisss

  • #47

    marita (lunes, 30 junio 2014 05:28)

    Seguila esta buenísima!! ;)

  • #46

    floo (domingo, 25 mayo 2014 09:21)

    Dejala ahi nomas que n pasa nada. Subii hoy loca. Me encanto el capitulo. Pero porquee? Pobree

  • #45

    ♥&;) (sábado, 05 abril 2014 21:18)

    Seguila muy buena ♡

  • #44

    floo (miércoles, 12 marzo 2014 20:37)

    me encantooo, son unos tiernos

  • #43

    linda nove♥ (martes, 04 marzo 2014 19:55)

    Pliss seguila no aguanto me encanta muchooo

  • #42

    joanna (sábado, 01 marzo 2014 21:16)

    Lo lei denuevo me encanto muchisimo denuevo seguila pliss lo haces muy biem ;)

  • #41

    ♥♥♥ (viernes, 28 febrero 2014 13:29)

    Me gusta demasiado seguila

  • #40

    joanna (martes, 25 febrero 2014 21:35)

    Seguioa pliss muy linda la nove

  • #39

    Naai (domingo, 16 febrero 2014 21:31)

    Que mal Gustavo :/ pero ellos muy ahsajdasjdksa ♥

  • #38

    Milagros Micaela Hernandez (viernes, 14 febrero 2014 21:10)

    Brenda Susana Tenaglia, yeguaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! -.-

  • #37

    floo (viernes, 14 febrero 2014 21:05)

    me encantoooo

  • #36

    marita (sábado, 18 enero 2014 12:16)

    Que buena novela me encanto!! Seguila...

  • #35

    novelasnielo (miércoles, 04 diciembre 2013 16:31)

    que lindo caaaaap meni!!!!! quiero mas mas!

  • #34

    araceli (lunes, 02 diciembre 2013 23:31)

    Que buen capitulo. Todo nuevo para ellos! Seguramente se viene algo bueno!!

  • #33

    floo (domingo, 01 diciembre 2013 22:22)

    EL capitulo, me encanto

  • #32

    Naai (jueves, 14 noviembre 2013 18:18)

    Me sorprendió :O no sé que va a pasar ahora con Gustavo! Quiero más!

  • #31

    floo (domingo, 10 noviembre 2013 09:29)

    me dan mucha ternuraa, quiero massss

  • #30

    Pachu (domingo, 10 noviembre 2013 08:56)

    Mas lindoooooos

  • #29

    tati (domingo, 10 noviembre 2013 06:11)

    esta embarazadaaaaa jnvchbwrjdchuerf y o sea, nico para emi es como un hermano? nonono esta mal esto

  • #28

    araceli (domingo, 10 noviembre 2013 00:45)

    Como un hermano?? No me jodaaaaaas!!!

  • #27

    Vero! (domingo, 03 noviembre 2013 10:00)

    Mas tiernoooos! :') Escribis hermoso! ♥

  • #26

    Pachu (domingo, 03 noviembre 2013 08:28)

    Más lindoooooos!

  • #25

    tati (domingo, 03 noviembre 2013 06:10)

    que amooooooor nico djcnxdbc me mori de ternura con este cap!

  • #24

    Agus (domingo, 03 noviembre 2013 05:41)

    Escribís TAN lindo Meni! Me encanta leerte

  • #23

    Naai (domingo, 03 noviembre 2013 01:25)

    Aw seguro que Nico se va a encariňar con los chicos, y Gustavo se va a re borrar o algo así.

  • #22

    araceli (domingo, 03 noviembre 2013 01:15)

    Mas tiernooooos!!!! Que amor nicolas! Gustavo que onda?? Me encanta la historia.

  • #21

    floo (sábado, 02 noviembre 2013 23:39)

    mas tiernos

  • #20

    Mily (sábado, 02 noviembre 2013 21:59)

    Nada de tragico xq te mato!

  • #19

    Vero! (viernes, 01 noviembre 2013 17:36)

    SAJFHSKDJHSADJSDFG NICOOOOOO! :'o

  • #18

    floo (viernes, 01 noviembre 2013 16:30)

    me mueroooooooooooooo, yo pense que nico iba a ser un ex de ella, o algo que tenia que ver con el accidente, DEMAS, quiero mass

  • #17

    Pachu (viernes, 01 noviembre 2013 13:26)

    wowwwwwwwwwwwwww, no me lo esperaba así!

  • #16

    tati (viernes, 01 noviembre 2013 05:49)

    NICOOOOO♥ me encanta esta historia!

  • #15

    Araceli (viernes, 01 noviembre 2013 00:51)

    Aparecio Nicoooooo!! :)) son lo mas

  • #14

    Agus (jueves, 31 octubre 2013 23:09)

    Que lindos ♥ Muy buena historia, me encanta!

  • #13

    Naai (jueves, 31 octubre 2013 22:29)

    Aw, que tiernos ♥ Me encanta la historia!

  • #12

    Vero! (jueves, 31 octubre 2013 08:45)

    Muy lindo cap! Y Emotivo! PERO YO QUIERO A NICOLAS!

  • #11

    tati (jueves, 31 octubre 2013 06:21)

    MUY buena la historia! escribis genial! me encanta!

  • #10

    araceli (jueves, 31 octubre 2013 00:29)

    Cuando aparece Nico?? Me encanta la historia. Sos lo mas escribiendo :)

  • #9

    Naai (jueves, 31 octubre 2013 00:07)

    Excelente, como siempre. Muy buena redacción y la historia es genial. Yo también quiero saber de donde va a salir Nicolás. ¿Será el que manejaba? Gustavo la mata si ella se enamora del "asesino".
    PD: Cuando dijo que se habían accidentado los chicos pensé que eran los hijos.

  • #8

    floo (miércoles, 30 octubre 2013 21:54)

    asesina!! quieroo mass

  • #7

    novelasnielo (miércoles, 30 octubre 2013 21:51)

    askjdlsakjdsakj pobrecitos :(

  • #6

    Flor (miércoles, 30 octubre 2013 19:18)

    Sos una hdp te quejas de milagros y mataste a dos y lesionaste a otros, no tenes corazón, tenes una piedra en su lugaaaar, vas caminando y matando gente ah como si na'. Esta genial el comienzo de la historia, y ya sabes que amo como escribís, me encanta mucho. Me intriga saber de que galera vas a sacar a Nicolas, y si lo vas a sacar ah, hermano no reconocido de Rocio? eheh ah. No pidas que firme por unos capítulos(:

  • #5

    Pachu (miércoles, 30 octubre 2013 18:47)

    sdkjfglskdjfldskjfsdlkj que tristeeeeeeeeeeeee! me copa que hayas vuelto!!!!! linda linda nove

  • #4

    flooo (miércoles, 30 octubre 2013 18:16)

    que linda historia, quiero mas!!

  • #3

    araceli (miércoles, 30 octubre 2013 00:57)

    No se si te dije alguna vez pero a m o como escribis es como que me meto x completo en la historia. Espero que no cuelgueees.

  • #2

    Vero! (martes, 29 octubre 2013 21:57)

    Es buenísima, escribís re bien, espero no te cuelgues! Seguila! :))

  • #1

    Mily asesina de Tadeo (martes, 29 octubre 2013 21:52)

    Sos una conchuda -.- puta de mierda, en fin chau.
    Mejor que subas seguido o se la corto a Juan juaaaaaa.